Salto Ángel, en el Parque Nacional Canaima, declarado como patrimonio mundial en 1994. Foto: Ilam Patrimonio

Venezuela alberga más de 40 parques nacionales, áreas que alojan ecosistemas que deben ser protegidos de cualquier alteración, explotación o intervención humana y que no deben ser escenarios de eventos masivos que puedan trastocar su equilibrio natural.

“En ningún caso, ningún evento masivo debería hacerse dentro de un área protegida, porque precisamente su objetivo es ese: proteger esos ecosistemas y sus especies a perpetuidad”, apunta el coordinador de la organización Clima 21, Alejandro Álvarez Iragorry, a Efecto Cocuyo.

Pero algunos eventos, como el show de pirotecnia en el Ávila o fiestas en Canaima que fueron anunciados recientemente, se han pretendido realizar en áreas con fragilidad ecológica, sin tomar en cuenta las normativas que en cada parque son distintas y sin prever cuáles son los daños que se pueden causar.

🏞️ El ruido afecta la fauna autóctona

El ruido que generan los eventos con pirotecnia o música a volumen alto puede hacer que las aves abandonen sus nidos, complicar su apareamiento o su comunicación a distancia; incluso interferir en escapar de sus depredadores o cazar.

“Actividades como la del show de pirotecnia -anunciado y suspendido a finales de diciembre, en el Ávila caraqueño- afectan, por ejemplo, a los pájaros y mamíferos (…) Suelen encontrarse cantidades de pájaros, animales domésticos desorientados e incluso muertos: perros, gatos… Pero también en este caso estaba el riesgo de uno o de varios incendios”, menciona Francisco Javier Velasco, miembro del Observatorio Venezolano de Ecología Política.

👣 Hasta el pisoteo y la basura puede dañar el suelo y la flora

Para que las áreas protegidas puedan mantenerse de ese modo, es necesario hacer un buen manejo de los desechos sólidos y fecales, ya que estos podrían introducir nuevos patógenos que afectarían tanto al suelo como a la flora.

Además, el uso de vehículos y bicicletas también atenta contra los frágiles ecosistemas. En 2022, fue denunciado un grupo de personas en Mérida por hacer carreras con carros rústicos y motos en el páramo, una actividad con la que la flora, encabezada por el frailejón, quedó expuesta.

En cuanto a conciertos o eventos masivos, “estamos hablando de gente que no precisamente tiene algún interés ni por la naturaleza ni por el cuidado de ella, entonces, cada una de esas fiestas o esos eventos va a tener impactos”, añade Álvarez.

🔥 Hay riesgos de incendios

Una de las normas en la mayoría de parques nacionales es no hacer o encender fogatas. No obstante, el riesgo de grandes incendios aumenta con el uso de fuegos pirotécnicos.

Para ello, en cada área protegida, están creados los Planes de Ordenamiento y Reglamento de Uso (Poru). En el artículo 28 del Poru del Parque Nacional El Ávila, por ejemplo, se prohíbe el uso de pólvora o detonantes, actividades que empleen sustancias capaces de contaminar el ecosistema y la introducción de cualquier tipo de explosivos.

🔎 Existen zonas con características «únicas»

Solo el Parque Nacional Canaima abarca tres millones de hectáreas, cubiertas en un 65 % por tepuyes y montañas “con características biogeológicas únicas, que presentan un gran interés para la geología”, según describe la Unesco en su lista de patrimonios mundiales, donde Canaima está incluido desde 1994.

Allí existen organismos que han estado prácticamente aislados, siguiendo procesos evolutivos durante millones de años, por lo que cualquier perturbación podría causar alteraciones biológicas, incluso a especies desconocidas.

“Cualquier tipo de actividad, además de que deben concederse permisos por parte de las autoridades competentes, debe tener algún tipo de empatía o de sintonía con lo que allí existe. Puede haber algún tipo de actividad cultural, pero siempre y cuando esté en sintonía con el propósito de esta de estas áreas. Lamentablemente, hemos venido viendo en Venezuela una serie de situaciones en donde se violan estos reglamentos y, en algunos casos, con la complacencia o con complicidad de autoridades estatales”, resalta Velasco.

Los parques nacionales y monumentos naturales en Venezuela están administrados por el Instituto Nacional de Parques (Inparques). Sin embargo, como ente oficial, no se ha pronunciado a ninguno de los recientes shows, en su mayoría suspendidos, dentro de las áreas protegidas del país.

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