El Hatillo por el estado Miranda y Maneiro en el estado Nueva Esparta son las dos localidades venezolanas que firmaron el Pacto Global por el Clima y la Energía. Este es un compromiso suscrito por sus alcaldes para avanzar en las acciones contra el cambio climático y que en el resto de América Latina ya congrega a cerca de 1.300 municipios.
“Hemos firmado un pacto histórico. El Hatillo es el segundo municipio del país que se suma a este pacto que, va de manera positiva, a la agenda con el cambio climático de las Naciones Unidas”, expresó el alcalde de El Hatillo, Elías Sayegh, tras rubricar el documento el pasado 25 de enero.
El alcalde del municipio Maneiro de Nueva Esparta, Morel David Rodríguez, fue el primer alcalde venezolano en refrendar este pacto. Su firma se concretó el 12 de junio de 2023 en la Isla de Margarita, tras un encuentro con Rachel Roumet, quien es la Encargada de Negocios de la Unión Europea en Venezuela.
Ambas localidades ahora hacen parte de un acuerdo global que persigue la reducción de las emisiones de carbono y una respuesta más rápida a los efectos del cambio climático. La participación de estos municipios venezolanos se logró como parte del programa de “Acción Climática, Agua y Salud”, un proyecto promovido por el Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos (Invesp) y la Fundación Tierra Viva.
¿Qué es el Pacto Global por el Clima y la Energía?
Este compromiso climático fue creado en el año 2017 por la Unión Europea y ahora reúne a 13.200 ciudades en 144 países del mundo. Su finalidad es promover que los alcaldes no tengan que esperar por los lineamientos nacionales para actuar frente al cambio climático.
“Es un acuerdo político que viene de abajo hacia arriba”, como explicó en entrevista con Efecto Cocuyo, el geógrafo e investigador venezolano Antonio Di Lisio, quien también fue el coordinador del programa de “Acción Climática, Agua y Salud” desarrollado durante los tres años más recientes en el país.
Di Lisio también detalló que la firma por parte de los alcaldes El Hatillo y Maneiro abre “una ventana de oportunidades”, para que puedan obtener cooperación técnica y líneas de financiamiento de la Unión Europea para actuar en materia de cambio climático.
Entre los objetivos iniciales del Pacto Global por el Clima y la Energía está la realización del Inventario de Gases de Efecto Invernadero de estas localidades venezolanas. Se trata de una evaluación científica que permite identificar cuáles son las actividades que emiten la mayor cantidad de gases como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso directo en sus municipios.
Otra de las metas incluye la elaboración de un mapa de riesgos y vulnerabilidades de la localidad frente al cambio climático y, finalmente, la elaboración de un plan municipal de adaptación al cambio climático.
“En Maneiro, por ejemplo, ya se ha dado capacitación para la misión del inventario de gases de efecto invernadero. Si lográsemos todas esas metas en los tres primeros años, estaríamos muy bien” aseguró Di Lisio.
El avance de estos dos municipios venezolanos, de hecho, pudiera convertirse en los primeros planes públicos venezolanos sobre cambio climático. Venezuela es el único país latinoamericano que todavía no cuenta con un plan nacional de adaptación al cambio climático, a pesar de que se trató de una meta establecida por la administración de Nicolás Maduro hace más de una década.