El Niño y La Niña
Un nuevo fenómeno de La Niña se espera ocurra entre junio y agosto próximos | Foto: Archivo

Las proyecciones meteorológicas coinciden en que el fenómeno de El Niño ya tiene fecha de despedida, pero el respiro parece será muy corto. Porque se espera que un nuevo fenómeno de La Niña llegue también durante este mismo año 2024.

Estos eventos climáticos se producen en la medida en que las aguas superficiales del océano Pacífico se vuelven más calientes o más frías. Si se calientan más de lo habitual se habla de El Niño, mientras que si se enfrían por encima del promedio, entonces ocurre La Niña. El cambio climático, además, potencia sus efectos.

El Niño es el principal responsable de la sequía que Venezuela comenzó a experimentar desde julio del año pasado. Mientras que La Niña fue una de las causas alrededor de las tragedias ocurridas en Las Tejerías y El Castaño en octubre de 2022.

La transición entre El Niño y La Niña se dará apenas en unos meses y eso es algo que ya se presentó antes, como lo explicó Valdemar Andrade, ingeniero y responsable del análisis en la Estación Hidrometeorológica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en entrevista para Efecto Cocuyo.  

“Los ciclos de El Niño y La Niña varían. Se han presentado casos de que ocurra un evento y de inmediato el otro”, apuntó Andrade.  

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Centro Internacional de Investigación sobre “El Fenómeno El Niño Oscilación del Sur” (Ciifen) y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (Noaa, por sus siglas en inglés) esperan que el debilitamiento del fenómeno El Niño se produzca alrededor de abril y que allí comience un breve período de neutralidad, antes de que La Niña entre en escena.

Primera alerta de La Niña

El primer aviso acerca del debilitamiento de El Niño llegó a mediados de enero, mientras que la aparición de La Niña fue parte de los reportes meteorológicos ahora en la segunda semana de febrero.

El reporte de Noaa, por ejemplo, habla de que la desaparición de El Niño tiene 79% de probabilidad de que ocurra entre abril y junio de este año. Este mismo informe habla, además, de que un nuevo fenómeno de La Niña tiene 55% de probabilidad de comenzar entre junio y agosto próximos.

El impacto de La Niña se traduce en una mayor probabilidad para la formación de huracanes en el Mar Caribe. Mientras que en el caso venezolano, su huella más palpable es el aumento de la probabilidad de unas lluvias más intensas.

“Cuando se produce La Niña, 65% de las veces llueve por encima del promedio (en Venezuela), por eso se dice que aumentan las precipitaciones, pero no siempre es así” destacó el ingeniero Andrade.

Esta alerta temprana de las proyecciones de instituciones meteorológicas también puede verse como un dato clave para las autoridades públicas venezolanas. Si ahora se sabe que pueden venir unas lluvias más intensas para el segundo semestre de 2024, entonces sería el momento para empezar el trabajo alrededor de los sistemas hídricos.

La limpieza de los drenajes y las zonas contiguas a quebradas y ríos son parte de estas medidas básicas para enfrentar al evento climático de La Niña. Al igual que el refuerzo de las mallas de contención en aquellas localidades que son propensas a derrumbes, todo con la finalidad de evitar que la llegada de La Niña se traduzca también en un aumento de los deslaves, las inundaciones y el movimiento de las masas de suelo en el país.

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