Tras el empate entre la Vinotinto y Perú, por la sexta fecha de las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Fútbol 2026, los jugadores de la selección venezolana intentaron saludar a los fanáticos venezolanos en el estadio nacional de Lima, pero la Policía de Perú les impidió saltar hacia la zona donde los migrantes les aplaudían.
En videos que se compartieron en redes sociales se ve como los policías empujan a los jugadores venezolanos que le responden la agresión cuando van hacia la tribuna norte del coso deportivo. Incluso uno de los policías peruanos sacó una porra para intentar golpear a uno de los futbolistas criollos.
Durante varios minutos se vivieron momentos de tensión entre empujones y gritos de los policías con los jugadores venezolanos. Mientras esto ocurría, desde las gradas los migrantes en ese país coreaban groserías contra los uniformados, pero después gritaron “Venezuela, Venezuela”, tras el 1-1 que le permitió a Venezuela conservar el cuarto puesto en la tabla clasificatoria, llegar a 9 puntos y estar incluso por encima de Brasil.
Perú se mantiene en el último puesto de la clasificación, con apenas un punto en seis fechas.
Qué dijo Nahuel Ferraresi por la agresión
El jugador vinotinto Nahuel Ferraresi, después de los incidentes, lamentó los hechos y dijo que “son cosas que no deberían pasar”, en declaraciones a La Vinotinto TV.
“Salo (Salomón Rondón) va a dar su camisa y yo voy detrás de él. Cuando voy a tirar la camisa la policía me frena. Hay un señor de la policía que lo hace bien, pero después otros como que se enojaron, no sé que pasó y sacaron los palos para pegarnos”, narró Ferraresi sobre la agresión de la Policía de Perú.
Dijo que lo golpearon dos veces y mostró en el video una lesión en dos de sus dedos.
“Son cosas que no deben suceder. Es un partido de fútbol y hay que venir a pasarla bien y disfrutar. A la gente también la policía le comenzó a pegar, es triste, pero ya pasó. Agradecerle a la gente que nos vino a apoyar y feliz porque sumamos un punto”, mencionó.
Comentó que tanto la Federación Venezolana de Fútbol como la Confederación Suramericana (Conmebol) estaban al tanto de las agresiones a la espera de que tomen los correctivos para evitar estos hechos en futuros partidos.
Control migratorio de la Policía de Perú
Antes del partido, en horas del mediodía, la Policía de Perú anunció que antes de ingresar al estadio nacional de Lima, con capacidad para 43.086 fanáticos, haría un control migratorio junto a la Superintendencia Nacional de Migraciones. Además, prohibió las concentraciones de motorizados en los alrededores del hotel donde se hospedó la Vinotinto en la capital del país andino.
Pese a este ambiente, cientos de seguidores de la selección nacional acudieron al partido para aupar a la Vinotinto.
Perú comenzó con más ímpetu por la necesidad de puntos. Sus ataques rindieron frutos con un gol en el minuto 17 con un cabezazo de Yoshimar Yotún, quien recibió un pase de Grimaldo.
Venezuela no supo resolver en los primeros 45 minutos, pero al inicio de la segunda mitad supo conectarse con su mejor juego para igualar al minuto 53, un gol de Savarino que encendió la grada venezolana en el estadio peruano.
Agresiones de la policía en Brasil
La fecha no sólo fue accidentada por la actitud de la Policía de Perú contra los jugadores de la Vinotinto.
En Río de Janeiro, la policía brasileña golpeó a fanáticos de Argentina antes del inicio del juego, lo que retrasó el partido en el que Argentina le ganó 1-0 a Brasil. Los jugadores argentinos se involucraron al tratar de impedir las agresiones a sus seguidores, por lo que el llamado clásico sudamericano se retrasó media hora.
El capitán argentino, Leo Messi, incluso ordenó a los jugadores retirarse del engramado, lo que añadió más tensión al duelo, en el que por primera vez en su historia Brasil pierde un partido como local.