La visita del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Corea del Norte ha sido seguida con atención por el mundo.
Y es que la cercanía cada vez más evidente entre el líder norcoreano Kim Jong-un y su homólogo ruso ha puesto en alerta a Occidente.
Ahora, la alianza entre ambos países dio un paso más allá tras la firma de un pacto entre Kim y Putin que contempla una «asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes», según explicó el mandatario ruso, quien fue citado por los medios estatales de ese país.
Ambos líderes estuvieron reunidos por dos horas durante este miércoles en Pyongyang.
Kim Jong-un calificó a Rusia como el «amigo y aliado más honesto», y se refirió a Putin como el «amigo más querido del pueblo coreano», según un informe de la agencia estatal rusa RIA.
Las agencias rusas también citaron a Putin diciendo que Corea del Norte tiene derecho a defenderse y que ambos países pueden cooperar militarmente, aunque, afirmó, el acuerdo es «de naturaleza defensiva y pacífica».
En declaraciones a los periodistas en Pyongyang, Kim advirtió que su país responderá «sin dudar» a los «incidentes o guerras» que enfrenten Corea del Norte o Rusia, tras la firma del denominado Acuerdo Integral de Asociación Estratégica.
«No habrá diferencias en la interpretación, ni vacilaciones o indecisión en el cumplimiento del deber de responder en un esfuerzo conjunto a diversos incidentes o guerras que ya enfrentan nuestros países, o que enfrentarán en el futuro», dijo el líder norcoreano.
Kim también declaró que la relación entre Corea del Norte y Rusia ahora se eleva a un «nuevo nivel de alianza» y que el tratado acelerará la creación de un “mundo multipolar” donde ningún país dominante pueda ejercer un poder hegemónico.
El acuerdo abrió interrogantes entre los expertos.
Muchos se preguntan qué significa realmente la firma y cómo podría influir en asuntos tan relevantes como la guerra en Ucrania.
Un compromiso inquietante y ambiguo
Análisis de Paul Adams, corresponsal diplomático de la BBC
A ambos líderes les interesa describir su nuevo pacto en términos audaces.
Kim lo llama «el tratado más fuerte jamás creado» que ayudará a acelerar la creación de un «nuevo mundo multipolar».
Para Putin, se trata de un “documento revolucionario”.
Pero hasta que no se anuncie un texto formal, es difícil evaluar qué significa en la práctica el nuevo acuerdo.
Para Putin, todo tiene que ver con la guerra en Ucrania. Necesita conseguir todos los proyectiles de artillería y cohetes que pueda.
Según estimaciones de Corea del Sur, ya recibió 10.000 contenedores de variadas municiones desde Pyongyang.
Kim tiene sus propias necesidades, puestas de relieve por el reciente fracaso de su país a la hora de poner en órbita un satélite espía.
A pesar de las sanciones, Rusia todavía puede reunir el tipo de experiencia técnica que el líder norcoreano anhela.
¿Qué obtendrá realmente?
En sus declaraciones, el líder ruso dijo que “no excluye el desarrollo de una cooperación técnico-militar con Corea del Norte”.
Eso suena como un compromiso.
Los dos países claramente están estrechando sus vínculos, para consternación del mundo occidental. China también puede tener sus preocupaciones.
Pero ¿qué quieren decir los dos países con “asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes de este acuerdo”?
Quizás los dos líderes prefieran que esto siga siendo inquietante y ambiguo.
Apoyo de Kim Jong-un a la invasión rusa en Ucrania
Durante la visita de Putin a Corea del Norte -la primera oficial al país asiático en 24 años-, Kim Jong-un aseguró que apoya «plenamente» la invasión rusa de Ucrania.
Esto es especialmente relevante para el líder ruso quien, desde que estalló la guerra, se ha convertido en un paria para Occidente y ha estado buscando aliados en otros lugares.
Estados Unidos y Seúl han acusado a Corea del Norte de suministrar a Rusia artillería y otros equipos, probablemente a cambio de alimentos y ayuda militar.
Ambos países niegan la existencia de un acuerdo de armas, pero el año pasado prometieron fortalecer los vínculos militares.
Casi dos años y medio después del inicio de la invasión, no cabe duda que la interdependencia entre Corea del Norte y Rusia continúa fortaleciéndose dado que se proporcionan suministros mutuamente.
Rimbombante recibimiento
Putin fue recibido en Corea del Norte con un despliegue impresionante.
En el aeropuerto, hubo alfombras rojas, rosas rojas y la guardia de honor en posición en la pista, mientras los dos líderes sonreían y se abrazaban.
La plaza Kim Il Sung de Pyongyang estaba repleta de multitudes, globos de colores, flores y coreografías.
Enormes carteles con las fotos de los dos líderes adornaban los edificios circundantes durante la ceremonia de bienvenida.
“Esta lujosa bienvenida se produce en un momento en que Corea del Norte, fuertemente sancionada, ha estado sufriendo escasez de alimentos, combustible y energía, con una economía agotada que ha empeorado mucho por la pandemia de covid-19”, señala la periodista de la BBC Shaimaa Khalil, desde Seúl.
Pese a la situación económica, Pyongyang parece no haber escatimado en recursos para esta visita, con la esperanza, por supuesto, de que dé sus frutos, indica Khalil.
Putin le obsequió a su homólogo un lujoso automóvil ruso Aurus, una daga de almirante y un juego de té, informaron los medios estatales rusos, citando al asistente presidencial Yuri Ushakov.
Esta prevista una fiesta de té y un concierto de gala en la noche.