Ecuador se encuentra desde la tarde de este 9 de agosto consternada luego del asesinato de Fernando Villavicencio, candidato a la presidencia de ese país y quien antes de su muerte había jurado darle batalla al narcotráfico.
A solo 10 días de las elecciones presidenciales anticipadas, el país meridional sufrió la trágica pérdida de uno de los principales aspirantes al cargo, en un acto de violencia que ha generado más inestabilidad en una nación ya sacudida por los escándalos en torno a su actual primer mandatario, Guillermo Lasso.
¿Qué pasará ahora en Ecuador tras este sicariato? ¿Cuál es el clima político en un país que está a menos de 10 días de conocer un nuevo presidente?
El periodista Diego Cazar Baquero, director de la revista digital La Barra Espaciadora, es el invitado de este jueves en la tertulia periodística #CocuyoClaroyRaspao, en la que narró lo que desde su país son las apreciaciones de la opinión pública sobre este y otros atentados políticos que se han generado en los últimos años.
“La violencia es una sucesión de hechos y tiene que ver con la violencia discursiva. Hay que recordar que Ecuador está inserto en una lógica de violencia del discurso político”, dijo durante ci conversación con Luz Mely Reyes y Xabier Coscojuela, anfitriones de este espacio para el debate.
Cazar asevera que en los actuales momentos Ecuador vive unas aciagas horas de incertidumbre, de mucha conmoción y miedo acerca de lo que pueda ocurrir. Indicó que hasta los momentos, aparte de que se tienen varios detenidos y aún no han avanzado las investigaciones, se puede hablar también de que falló tanto la seguridad del candidato asesinado como el sentido común de quienes le asesoraban.
“Fallaron los protocolos de seguridad; tenía el 95 % de amenazas. Se dejó libre todo el lado izquierdo de la camioneta que abordó, lo cual es absolutamente increíble para cualquier persona que tenga sentido común”, dijo.
Añadió que actualmente es notable que la democracia en su país está “corroída” y que este hecho luctuoso es también un atentado contra la democracia.
“Este hecho no aborda una preferencia o una afinidad política. Se trata de una afectación al país en general”, enfatizó.
“Ecuador está abducido progresivamente por el odio de la clase política de nuestro país. Y este es uno de los resultados, no el único, que estamos acarreando como democracia”, explicó también.
Aunque se maneja la tesis de que el asesinato es consecuencia de la campaña que Villavicencio emprendió contra el narcotráfico en Ecuador, no se descarta que la política, que también pudiera estar infiltrada por este factor, también sea uno de los móviles de sicariato.
“En Ecuador, la política es también el narcotráfico. El problema es que no se habla mucho del país en la región. Nos hemos convertido en un territorio servil para mercados ilegales”, aseguró.
Indicó Cazar que para Ecuador, el clima antes de las venideras elecciones será muy tenso y que pasarán años para lograr una estabilidad.
“Lo que sí es seguro es que este hecho cambia el panorama de las elecciones. En Ecuador hay un absoluto fraccionamiento; la democracia está partida y para recuperar una cierta estabilidad, el país necesitará muchos años más”, opinó.