La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) mostró este viernes su preocupación por los desastres climáticos extremos que azotan Europa en las últimas semanas y que tienen un impacto “cada vez mayor” en la población del continente europeo.
“La ciencia nos dirá la relación directa del cambio climático con estos eventos aislados, pero son ejemplos de lo que veremos a partir de ahora y tenemos que aumentar proporcionalmente nuestra adaptación a esta nueva realidad”, destacó el jefe regional de Salud, Desastres, Crisis y Clima en Europa de la FICR, Andreas von Weissenberg, en una rueda de prensa ante los medios acreditados ante la ONU en Ginebra.
En este sentido, Von Weissenberg destacó el impacto de la tormenta Hans en Noruega, que ha provocado graves inundaciones y ha obligado a evacuar a más de 5.000 personas con la ayuda de 400 voluntarios de la Cruz Roja.
Los equipos de la FICR de Eslovenia se encuentran igualmente involucrados en el suministro de alimentos, agua y medicamentos a las miles de personas que han tenido que abandonar sus hogares tras las fuertes lluvias torrenciales sufridas en ese país.
Von Weissenberg agradeció la ayuda suministrada por otras sociedades nacionales de la Cruz Roja de la República Checa, Hungría o Polonia, que han enviado suministros a Eslovenia para ayudar con la respuesta humanitaria.
Incendios forestales
El responsable de Cruz Roja también recordó otros sucesos como el deslizamiento de tierra ocurrido en Georgia la semana pasada, que provocó la muerte de 20 personas, o los fuertes incendios forestales registrados en Portugal que ya han quemado 70.000 hectáreas.
Ante estas catástrofes climáticas, el portavoz de la FICR también hizo hincapié en que, a pesar de la intervención de los voluntarios, es fundamental la preparación de la población para poder salvar vidas.
“Eventos climáticos extremos como éstos no tienen por qué convertirse en catástrofes si las comunidades saben qué hacer mediante planes de acción y concienciación”, aseguró Von Weissenberg.