La Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó este viernes una ley que regula a nivel federal el pago de las prestaciones a solicitantes de asilo a través de tarjetas de débito, una reivindicación de los estados federados que es objeto de polémica en Alemania desde hace meses.
La ley recibió los votos a favor de la coalición de Gobierno formada por socialdemócratas, verdes y liberales, los de la ultraderecha y los de la izquierdista BSW, mientras que la oposición democristiana y La Izquierda se pronunciaron en contra.
Por qué pedían aprobar ley de uso de tarjetas de débito
Algunas localidades donde gobiernan los conservadores introdujeron ya el pago de las prestaciones a través de tarjetas de débito, en lugar de en efectivo, con el objetivo de impedir un supuesto ‘efecto llamada’ e impedir las transferencias de remesas al extranjero.
No obstante, los líderes regionales exigieron con anterioridad una regulación a escala federal para asegurar la medida legalmente, aunque la decisión de introducir o no las tarjetas seguirá siendo competencia suya.
La ley deja abiertas cuestiones como la cantidad de efectivo que los solicitantes de asilo podrán sacar de un cajero para cubrir gastos que no se puedan pagar con tarjeta, como los billetes de autobús o cómo lidiarán con los numerosos establecimientos donde no son posibles las transacciones con tarjeta.
La medida la aceptó y pactó en noviembre del año pasado el canciller Olaf Scholz con los líderes regionales, que le presionan desde hace años para que adopte pasos para reducir la llegada de solicitantes de asilo.
El Gobierno aprobó el 1 de marzo el proyecto de ley, pero los Verdes quisieron esclarecer algunas cuestiones prácticas antes de mandarlo al Bundestag.
Los solicitantes de asilo perciben en Alemania prestaciones mensuales que se desglosan en 256 euros para necesidades básicas -que pueden suministrarse en especie, por ejemplo en forma de comida y alojamiento- más 204 euros para gastos personales en el caso de un adulto sin dependientes a cargo.