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Perú llega a dos meses de intensas protestas luego de la destitución el 7 de diciembre del presidente Pedro Castillo. Desde entonces, el país suramericano ha registrado movilizaciones consecutivas que sólo pararon durante las fiestas de fin de año y que en enero volvieron colmar las principales ciudades de la nación.

¿Por qué continúan estas acciones de calle? ¿El clima de incertidumbre en tierras incas parará algún día? Para responder a ello, el #CocuyoClaroyRaspao de este jueves invitó a la periodista Jacqueline Fowks, quien hizo un balance de lo que ha pasado en estos 60 días, en los que la inestabilidad política en Perú pareciera no tener un fin claro.

«Ahora, las demandas de la población peruana ya no son solo políticas o de cambio de gobierno, sino de cese de violencia aupada por la fuerza pública», dijo durante su conversación con Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo, y Xabier Coscojuela, miembro del equipo editorial de Tal Cual.

Sesenta y nueve personas han muerto en medio de las manifestaciones luego del fallido autogolpe de Estado que llevó a cabo Castillo y de los dos meses de gobierno de Dina Boluarte. «Cuando Pedro Castillo anunció el autogolpe él debía ir al Congreso a responder a una vacancia presidencial por incapacidad moral para ejercer el cargo», explicó Fowks.

Según explica la periodista, la población está concentrada en tres reclamos: la renuncia de Boluarte, nuevas elecciones y una nueva Constitución.

«Lo que se va a resolver en el Perú va a requerir un mediano y largo plazo. Las personas que salen a manifestar son de las regiones que ya están cansados de todos los gobiernos», aseguró.

No obstante, según explica, el actual Ejecutivo  ha sido debilitado por cambios aprobados por un Congreso dominado por el sector más conservador de la economía y política peruana. Asimismo, esas protestas ciudadanas cada vez son más protagonizadas por pueblo llano.

«La mayoría de los ciudadanos son de regiones de Perú donde la población es indígena, rural y campesina, pero no están aisladas. Tienen constante relación con las ciudades y tienen muy claros sus derechos», dijo.

Jaqueline Fowks agrega además que la ciudadanía pide justicia porque en algunas localidades donde ha habido decenas de muertos las investigaciones fiscales ni siquiera han empezado.

«El Ejecutivo Castillo ya no existe, esta casi disuelto. El lado Castillo no pinta en el panorama, lo que vemos es un Congreso determinado por los menos hasta el 2026», añadió.