Las inconsistencias en las cifras son el principal punto de concordancia entre los megaoperativos que se realizaron en siete cárceles venezolanas con la intención, según el gobierno, de desplazar a las mafias que operaban desde la prisiones en el país.
Las autoridades no dieron partes oficiales de personas muertas durante los operativos, tampoco informaron sobre heridos durante estas tomas carcelarias. Mientras tanto, la mayoría de los pranes, como se le llama a los cabecillas de las bandas delictivas que operan en las cárceles del país, escaparon desde el inicio de estas acciones a finales de septiembre.
El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio, Ceballos, es la cabeza de lo que el Gobierno bautizó como “Operación Gran Cacique Guaicaipuro”. El militar es quien da balances —incompletos— sobre las incursiones, pero ha ofrecido cifras discordantes sobre la población penitenciaria de cada uno de los centros de reclusión intervenidos.
Las declaraciones de Ceballos durante los operativos señalan que en las siete cárceles intervenidas hasta este martes 14 de noviembre estaban privados de libertad 8.841 reclusos.
Los datos suministrados por el alto funcionario revelan que, en la cárcel de La Pica, en el estado Monagas, había 1.496 presos; en Puente Ayala, estado Anzoátegui, 1.511; en Vista Hermosa, estado Bolívar, 1.228; en el Internado Judicial de San Felipe, estado Yaracuy, 503 reclusos; mientras que en Tocorón, estado Aragua, había presos 1.600; en Tocuyito (Carabobo), Ceballos anunció que había más de 2 mil, y en el Internado Judicial de Trujillo se registraron 503 privados de libertad.
Estas cifras dan un total de 8.841 privados de libertad en siete recintos carcelarios.
Pero estos datos ofrecidos por el vocero gubernamental no concuerdan con los publicados en la página oficial del Ministerio para el Servicio Penitenciario, donde según las listas emitidas por este ente, 8.015 reos de las siete cárceles tomadas fueron reubicados a otros centros penitenciarios del país.
Las listas establecen que 2.104 privados de libertad fueron trasladados desde Tocuyito, 861 desde Puente Ayala; 1.458 desde la cárcel de La Pica; 495 del Internado Judicial de Trujillo; 495 de la cárcel de San Felipe; 1.420 de Tocorón y 1.182 de la cárcel de Vista Hermosa.
Qué cárceles recibieron la mayor cantidad de presos
Según revela la data publicada en la página web del Ministerio Penitenciario, los privados de libertad fueron trasladados a 25 centros de reclusión.
El centro penitenciario que más recibió privados de libertad fue el Centro de Formación para Hombres Nuevos El Libertador, ubicado en el estado Carabobo, que recibió un total de 696 privados de libertad.
La segunda cárcel con más nuevos ingresos provenientes de la Operación Guaicaipuro fue Rodeo III, ubicado en el estado Miranda; esta prisión albergó a 532 reclusos. El tercer centro penitenciario fue David Viloria, ubicado en el estado Lara, donde llegaron 501 presos.
La cárcel 26 de Julio, ubicada en el estado Guárico, albergó a 491 privados de libertad y es la cuarta en recibir más reos. Mientras que Yare III, ubicada en el estado Miranda, ocupa la quinta posición con 481 presos.
La Comunidad Penitenciaria de Coro, en el estado Falcón, está en la sexta posición y albergó a 476 nuevos reclusos; en el séptimo lugar se encuentra la cárcel mirandina Yare II, con 472 presos recibidos; el octavo lugar con 469 reclusos lo ocupa la cárcel de Rodeo II.
Con 462 privados de libertad, el Centro de Formación para Hombres Nuevo Cipriano Castro, del estado Táchira, ocupa la novena posición y el décimo lugar lo ocupa La Mínima de Carabobo con 448.
De Bolívar a Barinas
Las demás posiciones las ocuparon el Centro Agroproductivo del estado Anzoátegui, con 434 reclusos; el Internado Judicial de Barinas, con 392; el Centro Penitenciario de la Región los Andes (Cepra), en Mérida, con 355 nuevos reclusos; el Internado Judicial de Sucre, con 319; El Marite en el estado Zulia, con 211, y el Centro Penitenciario Occidente “Rafael De Nogales Méndez”, con 182 privados de libertad.
A los centros penitenciarios Nelson Mandela, en el estado Monagas, llegaron 172 privados de libertad. Les siguen el Centro de Formación para Hombres Nuevo de Carúpano, estado Sucre, con 137 internos; mientras que al Centro de Formación del Hombre Nuevo “El Precursor”, en el estado Bolívar, arribaron 132 presos.
El centro penitenciario Ezequiel Zamora, ubicado en Aragua, recibió 120 reclusos. En la cárcel de El Dorado, en el anexo Casa Amarilla del estado Bolívar, reubicaron a 106 privados de libertad, mientras que en el centro de formación Winnie Mandela, del estado Zulia, recibieron a 101 presos.
Del Internado Judicial de Trujillo, ahora desmantelado, se ubicaron a 101 privados de libertad; en el centro penitenciario Dr. Francisco Delgado Rosales albergaron a 80 reos, en la cárcel 26 de Marzo del estado Portuguesa, reubicaron a 75 reclusos y por último La Máxima, en El Dorado, estado Bolívar albergó 70 nuevos reclusos.
Estados con más reclusos reubicados
Cuántos presos reconoce Ministerio Penitenciario
La data publicada por el Ministerio para el Servicio Penitenciario establece que a 8.015 privados de libertad los trasladaron a por lo menos 16 estados del país. La región central de Venezuela es la que concentra la mayor cantidad de reclusos reubicados.
Las cárceles del estado Miranda recibieron 1.734 privados de libertad, mientras que la del estado Carabobo, se registraron 1.113 reclusos. Son estas dos regiones las que más recibieron reos durante el operativo Cacique Guaicaipuro.
Por su parte, el estado Táchira recibió 644 privados de libertad; el estado Bolívar, 642 y el estado Lara, 500. En Guárico, albergaron a 491 presos, mientras que en Falcón recibieron 476, Anzoátegui sumó 434 nuevos internos y Sucre 411.
En Barinas la población penal creció con 392 nuevos privados de Libertad, mientras que Zulia también sumó 392 presos. Al estado Mérida trasladaron a 355 nuevos reclusos; en Monagas, 217; la región aragüeña agregó 109 privados de libertad, y el estado Portuguesa, 75. El último en recibir presos fue Trujillo, con una población penal de 30 reos.
Datos curiosos
Aunque en la cárcel de El Dorado, ubicada en el estado Bolívar, figura como una de las prisiones venezolanas donde tienen el control los delincuentes, el Estado envió a más de 642 privados de libertad a los anexos Casa Amarilla, Máxima y Precursor.
Gran parte de El Dorado es controlado por Jonathan José Pérez Contast, conocido como “Jhonatan Caracas”. Este penal funciona con un “sistema mixto”, una parte es dominada por el Ministerio de Servicios Penitenciarios y otra por “Jhonatan Caracas”.
Otro dato interesante que dejan ver las datas publicadas por el organismo encargado de administrar las cárceles es que a pesar de que el Internado Judicial de Trujillo estuvo entre las siete cárceles intervenidas, al menos 30 reclusos fueron establecidos allí.
Es importante destacar que en las listas publicadas por el Ministerio Penitenciario no figuran los nombres de los pranes que tenían el control de esas cárceles intervenidas.
Según una reseña del Diario de Los Andes, el pran de la cárcel del estado Trujillo, Alvaro Montilla —apodadoo como “El Loro”—, se había entregado a las autoridades y fue trasladado hacia Caracas.
Más hacinamiento
La población penitenciaria de Venezuela ronda los 33 mil privados de libertad, a pesar que el sistema está creado para 20 mil reclusos, según datos obtenidos por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) en su último informe de 2022.
El hacinamiento en las cárceles del país supera 64% y la mayoría de los presos no han sido enjuiciados debido al retardo procesal que existe.
Otro de los dramas carcelarios que se vive en Venezuela se encuentra en los centros de detención preventiva o calabozos policiales. Estas prisiones se han convertido en las nuevas cárceles del país y según estimaciones de organizaciones como Una Ventana a la Libertad al menos 60 mil privados de libertad están detenidos en esos recintos.
Con el desplazamiento de más de 8.015, a las cárceles de 16 estados del país el hacinamiento crecerá por lo menos 300%, según valoraciones dada por Humberto Prado, director del OVP.