La novena edición de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (Encovi) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) muestra una radiografía de un país donde 89% de los hogares padece inseguridad alimentaria, 70% de la población se encuentra vulnerable ante las amenazas naturales y 40 % de los jóvenes escolarizados de 3 a 17 años no asiste regularmente a la escuela.

Este encuesta busca retratar los principales problemas que afectaron a Venezuela durante 2023 y fue presentada este miércoles 13 de marzo en la sede de la universidad en Caracas, ubicada en Montalbán, por los profesores Anitza Freites y Luis Pedro España.

En total, la Ucab encuestó a 16.212 hogares entre marzo y mayo de 2023 para realizar su estudio anual. A continuación, Efecto Cocuyo identificó algunos de los hallazgos más relevantes y los enumeró en cinco claves para explicar cuál es la situación general de los venezolanos:

1. Más de la mitad sigue siendo pobre

La pobreza multidimensional alcanza 51,9 % en Venezuela y 82,8% de los hogares del país se ubicó en la categoría de pobres por ingreso, lo que quiere decir que no contaron con el dinero suficiente para adquirir la canasta básica.

En el caso de los programas de ayudas sociales del gobierno, el valor promedio de los bonos recibidos por las familias el año pasado fue de 19,6 dólares al mes y 79,5% de los hogares recibieron al menos un bono temporal en los últimos 12 meses.

El balance también indica que 87,6% de los que reciben la caja Clap se ubican en la categoría de «Pobreza extrema».

Resultados de la Encovi 2023 sobre las ayudas sociales. Créditos: Ucab.

En el presente la línea de pobreza extrema se sitúa en 222,60 dólares. En el territorio nacional, los hogares en pobreza extrema tienen un ingreso promedio de 120,70 dólares y reciben alrededor de 16,53 dólares mensuales por concepto de bono gubernamental. Estas familias necesitarían 85,37 dólares de bono adicional para llegar a la línea.

El profesor España aseguró que para reducir la pobreza extrema, el Estado tendría que destinar 50,8% del ingreso petrolero al sistema de bonos y transferencias para que los hogares consigan pasar la línea, lo que no resulta viable.

Sobre la desigualdad, la Encovi aclaró que actualmente está relacionada con la ciudad o localidad en la cual se reside: «Los procesos de centralización de las decisiones públicas y de concentración de los servicios sociales y públicos ha hecho que esta desigualdad no deje de aumentar», apunta el informe final.

Así mismo, el profesor España presentó un ranking de desigualdad por ciudades, donde la mejor posicionada fue San Cristóbal (Táchira), seguida de Valencia (Carabobo) y Maracay (Aragua). En este caso, las más vulnerables fueron Maracaibo (Zulia) y Maturín (Monagas), ambas ciudades petroleras.

2. La vulnerabilidad afecta a seis de cada diez

En 2023, la vulnerabilidad social que afecta a seis de cada 10 hogares (61,9%) y 78 % de la vulnerabilidad moderada o severa se concentró en el 30% más pobre, apuntó la Encovi.

“El enfoque de vulnerabilidad permite orientar los diagnósticos sociales en función de las intervenciones necesarias para superar las situaciones que afectan negativamente la calidad de vida de los hogares”, dijo el profesor España sobre el tema.

Recordó que en Venezuela se es más vulnerable a medida que «en aquellas áreas donde las condiciones son más difíciles de cambiar desde el ingreso de las familias. Los servicios sociales (agua, electricidad y saneamiento) y los problemas de salud y nutrición son las dimensiones donde los grados de vulnerabilidad social son mayores».

La vulnerabilidad y la desigualdad han provocado que 2,1 millones de personas se trasladen de una entidad a otra. En este caso, Falcón, Guárico y Monagas constituyen los estados con mayor tasa de desplazamiento, mientas que Miranda, Distrito Capital y Carabobo son los que más atraen gente.

3. Pocas mujeres en el mercado laboral

La desigualdad también alcanza a las mujeres en Venezuela, quienes en promedio ganan 7,7 % menos que sus pares masculinos en el sector laboral. Específicamente en las áreas científicas o intelectuales, las trabajadoras perciben 33,6 % menos que sus colegas varones.

La Encovi también advierte que solo el 37,3% de las venezolanas en edad de trabajar participan activamente en el mercado. Las causas de las brechas salariales y baja inserción en el empleo son diversas, pero las principales son las pocas horas que tienen las mujeres por la responsabilidad de cuido de sus familias y la discriminación en altos cargos o ámbitos erróneamente considerados «masculinos».

Además, la desvalorización de empleadores o empresas, las protecciones legales discriminatorias también influyen en la tasa de desigualdad. En 2023 Venezuela se posicionó por debajo de Honduras respecto a la cifra de participación femenina en el mercado laboral.

4. Cambió el perfil migratorio

La crisis migratoria sigue siendo un problema para el país, de acuerdo con la Encovi. No obstante, sus resultados arrojaron que el perfil del migrante venezolano ha variado en el último año.

Esta edición advirtió que casi la mitad de los migrantes en 2023 tenía entre 30 y 49 años.

«Seis años atrás la edición 2017 daba cuenta de una representación todavía más amplia en el tramo de 15 a 29 años. En esas edades jóvenes se concentraron los precursores del éxodo ocurrido a partir del año 2015», apunta la Ucab.

La Encovi señala que hay una menor concentración de venezolanos en Colombia y Perú y aumento progresivo de aquellos que residen en Estados Unidos y España. Hoy en día, Chile se posiciona como el tercer país receptor.

Sobre la migración, la encuesta también apunta que 6% de los migrantes recientes retornaron y 18% de quienes residen en el exterior tienen planes concretos de regresar a Venezuela.

Jóvenes van atrasados en los estudios

En el área de Educación, la Encovi reportó que el volumen de población escolarizada se recuperó al nivel pre-pandemia (se registra un total 7.613.237 jóvenes), pero la cifra sigue siendo inferior al de la demanda potencial (11.597.754).

El rezago escolar también sigue apareciendo como dato persistente, indica la Ucab. «Este indicador expresa los años de diferencia entre el grado/año que se debería estudiar, de acuerdo con la edad, y el que efectivamente se cursa o cursó», explica.

Entre los estudiantes de 7 a 11 años aumentó el número de los que tienen rezago (de 32% a 40% en varones y de 34% a 37% en las hembras), respecto al nivel reportado por la encuesta antes de la pandemia.

Solo 6 de cada 10 niños asiste con regularidad a clases en Venezuela. Créditos: Ucab.

En el caso de los adolescentes de 12 a 17 años, se reportó un retroceso mucho más grave: de los varones, 18% califica en rezago severo (tienen dos o más años de retraso) y de las jóvenes, 33 % tiene rezago leve y 13 % severo.

“Se considera que esa población escolarizada en rezago severo está en riesgo de quedar excluida del proceso educativo, si no son atacados los factores que están afectando su desempeño”, puntualizó sobre el tema la profesora Freitez.

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