fallas eléctricas
Foto: Referencial

Migdalia Méndez teletrabaja desde de su casa en el centro de Maturín. Debe generar contenidos para un portal de noticias durante ocho horas al día. Pero desde octubre, los cortes eléctricos le impiden cumplir su jornada laboral sin contratiempos. Van de dos a cuatro horas, sin explicación, sin un plan, sin información oficial, lo único seguro es que son continuos.

Méndez, para conseguir efectivo que usa para llevar a su hija de cinco años a la escuela, vende helados. La semana pasada en la zona donde vive, entre la avenida Rojas y la calle Miranda, hubo un apagón que duró cinco horas, entre las 5:00 y las 10:00 p.m. Perdió la mayoría de los productos en su nevera. Mientras, en su trabajo formal le reclaman constantemente el cumplimiento del horario laboral.

Ha pensado en adquirir una planta eléctrica, cuyo costo sobrepasa los 100 dólares, para poder cumplir con su jornada, su emprendimiento y para que la niña no viva los “calorones” de la capital monaguense, donde las temperaturas sobrepasan a diario los 30 grados Celsius después del mediodía.

A más de 6 mil kilómetros de distancia, Natacha Sánchez recuerda que la precarización laboral y sobre todo los apagones, la llevaron a migrar a España a mediados de este año.

Sin embargo, sus papás quedaron en Las Cayenas, una urbanización popular al oeste de Maturín, que este martes 28 de noviembre sufrió un corte de cuatro horas. Desde las 6:00 de la tarde y hasta las 10:00 de la noche, urbanismos y barrios de las parroquias Santa Cruz y Los Godos quedaron sin electricidad.

Te contamos: Vecinos del oeste de Maturín: Los cortes eléctricos diarios afectan nuestra calidad de vida

Una línea imaginaria que divide a los sin luz

La interrupción afectó el mercado de Mayoristas, Las Garzas, Las Cayenas, Reina Paulina, 19 de Abril, Paramaconi, la avenida Bella Vista, organismos como la Policía del estado, el Conscripto y los Tribunales Militares. Se extendió hasta la avenida Páez y llegó hasta Los Guaritos III, entre otras zonas.

En esta última localidad, la de mayor concentración poblacional del estado Monagas con más de 150 mi habitantes, la mitad de las casas estaban sin electricidad. Como si de un límite se tratase, la línea divisoria era la avenida principal. De un lado de la isla viviendas, comercios y edificios con electricidad. Del otro, la penumbra.

Reyes Muñoz contó a Efecto Cocuyo que el día anterior, el lunes 27 de noviembre, sucedió al contrario. Después de la avenida no había electricidad, pero ellos sí contaban con el servicio. Pero el martes le tocó vivir a ellos el racionamiento, el apagón o el corte eléctrico.

El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Monagas, Julio Battikha, exigió a las autoridades del estado y especialmente a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) explicaciones sobre estos cortes o racionamientos.

Tras la escogencia del directorio de este gremio comercial, en su primera reunión prevista para este 29 de noviembre, tocarán el tema eléctrico y las consecuencias que trae la interrupción en la zona comercial de la ciudad.

Están racionando entre Tipuro y el centro (de Maturín) casi todos los días“, dijo Battikha a Efecto Cocuyo.

Detalló que los comerciantes esperan tener un repunte de las ventas en el último mes del año, tras un 2023 de caída del consumo, que según cifras de Consecomercio, la principal cámara que agrupa a los comerciantes de Venezuela, fue de 5 % durante el primer semestre.

“Hay demasiados elementos que hacen difícil la actividad de la cadena productiva. El país necesita una economía estable que genere soluciones”, dijo este martes el presidente de esta institución, Gustavo Valecillos, durante el Día Nacional del Comercio.

Comerciantes piden información

En Monagas, los comerciantes y empresarios también demandan soluciones. Se preguntan la falta de información oficial, lo que les permitiría trazar un plan, tomar previsiones y saber cuándo no habrá electricidad para no perder horas-hombre.

“No entendemos porque no ha habido pronunciamiento ni información de los entes que administran el servicio eléctrico“, sostuvo Battikha.

Pero los cortes continúan, en la comunidad de Valenzuela, al sur de Maturín, la electricidad también falló el martes al final de la tarde. Y este miércoles, poco después de las 6:00 de la mañana, cuando los pobladores salen a trabajar, preparan a sus niños para llevarlos a la escuela o comienza la faena en casa, se quedaron sin electricidad.

“Son sentimientos encontrados: rabia, frustración e impotencia cuando se va la luz”, resaltó Del Valle González al lamentar un nuevo corte, que para ella y su familia se han hecho infinitos en los últimos meses.

Una realidad nacional

El pasado 23 de noviembre, el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos reveló en su última encuesta la insatisfacción de la ciudadanía por la deficiencia del servicio eléctrico.

“Un abrumador 76,6% de los consultados evaluó de forma negativa la calidad del servicio eléctrico que recibe en sus hogares. Esto representa un incremento de 33,5 puntos porcentuales respecto al 43,2% de valoración desfavorable en marzo de 2023”, explicaron sobre la consulta hecha en 12 ciudades del país.

En Caracas, Porlamar, Ciudad Bolívar, San Fernando de Apure, Valencia, Punto Fijo, Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida, Maracaibo y Barinas, los pobladores se quejaron de las continuas fluctuaciones del servicio eléctrico.

“Hay una mayor proporción de ciudadanos que perciben una desmejora en la calidad del servicio eléctrico por los períodos de interrupciones que ellos consideran como racionamiento. Adicionalmente, el 8,5% calificó negativamente el suministro eléctrico, debido a su intermitencia”.

Aunque Maturín no se incluyó en la consulta, la ciudadanía reclama explicaciones de las autoridades, que no informan de estos cortes más allá de los planes que hacen por mantenimiento en las diferentes parroquias.

Periodista venezolano. Escribo con la esperanza de mover conciencias que promuevan cambios. Activista social y defensor de derechos humanos.