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Cuenca del Henri Pittier, en Palmarito, necesita reforestación urgente, alertan ecologistas

LA HUMANIDAD · 24 OCTUBRE, 2022 21:20

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Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez


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La cuenca del parque Henri Pittier, en el sector Palmarito del estado Aragua, que fue el origen del deslave de en el norte de Maracay del pasado 17 de octubre necesita una reforestación urgente.

La organización ecologista Sembramos Todos, que tiene 11 años de trabajo en educación ambiental y reforestación en Maracay, advirtió que se necesitan al menos 500.000 árboles para lograrlo, tanto en la propia cuenca como en las laderas.

«En la cuenca de Vallecito, en el parque nacional Henri Pittier, que digamos fue el origen del deslave, hemos venido reforestándola desde el 2014. Pero el esfuerzo para lograrlo necesita voluntarios y la cantidad suficiente de árboles. Hemos plantado 5.000 árboles, pero hacen falta 500.000 para reforestar la ladera de la cuenca de Vallecito y la cuenca en sí», dijo el director de este grupo, Enrique García, en conversación telefónica con Efecto Cocuyo.

En su cuenta de Twitter denunciaron que en las labores de reconstrucción de la zona ya han talado tres apamates, unos árboles que sirvieron de contención y no entorpecían los trabajos.

«Había apamates que soportaron una gran cantidad de sedimentos. Talaron los apamates y eso no tenía sentido, porque eran árboles que no debían ser talados», lamentó.

Este árbol de la especie bucare se mantiene en pie y Sembramos Todos pide que sea preservado

García detalló que en la zona de Palmarito hay un bucare centenario, que no solo soportó los sedimentos y el agua, sino también una enorme roca que evitó mayores daños a una de las viviendas de la zona afectada.

Dijo que propusieron convertir ese árbol en un símbolo, un monumento vivo que sirva de recordatorio sobre la importancia de que existan estas plantas.

Lea más en: En qué se parecen y en qué se diferencian los deslaves de Las Tejerías y El Castaño

Qué propone Sembramos Todos

Sembramos Todos alertó que las zonas de la montaña han sufrido tres grandes incendios forestales en los últimos tres años, lo que pudo haber impactado en el deslave.

«Hay que hacer un trabajo de reforestación que es urgente, en Palmarito y El Castaño y en las zonas circundantes. Al quemarse los árboles por incendios forestales el ecosistema se transforma en una zona más vulnerable y eso tiene graves consecuencias como las que vimos», resaltó.

También insistió en fortalecer la educación ambiental ciudadana, para evitar que las personas arrojen desechos a los cauces y esto incide cuando hay lluvias porque forma diques naturales que provocan desastres.

La cuenca de Vallecito, en el parque Henri Pittier, necesita al menos 500.000 árboles. Foto: Sembramos Todos

«No se está haciendo el monitoreo y guardería ambiental de esa zona, tienen que ser revisadas por expertos que revisen el estado de saturación del suelo, que eliminen los diques naturales que se forman en las montañas cuando hay lluvias», aseguró García, quien fue rescatista en el antiguo Ministerio de la Familia y lleva más de una década impulsando la educación ambiental.

Pidió que se lleve atención psicológica a las personas afectadas, porque aunque reconoció las autoridades han logrado restablecer los servicios de electricidad y restablecieron el paso, en la zona se necesita apoyo para la salud mental de las y los afectados.

Lea más en: Deforestación en Venezuela: 3 datos claves para entender el fenómeno

Alerta temprana

García lamentó que detrás de la Brigada de Tragahumos en Palmarito se encuentre una estación de monitoreo donada por el gobierno de Japón, después de la tragedia de El Limón en 1987, pero que tiene más de 10 años inoperativa.

«Las autoridades han hecho sobrevuelos por el área afectada. Hay un dron que llegó a la zona del deslave. Pero, hasta ahora no tenemos información de que personal de tierra haya ido a la zona del deslave.  Se necesitan allí investigadores para determinar si eso puede o no ocurrir a corto plazo, investigadores, expertos en saturación de suelos», solicitó.

También abogó para que se permita el paso a fundaciones y voluntarios que están enviando ayuda, pero que les limitan el tránsito mientras se permite a otros hacer «turismo de desastre»; es decir, ir a ver qué ocurrió, pero que no llevan ayuda y entorpecen el trabajo.

Pidió, a quienes quieran ayudar, llevar alimentos no perecederos, artículos de higiene personal como pañales para adultos mayores, así como agua potable, porque ni Palmarito ni El Castaño tienen acueductos, porque el deslave los destruyó.

Dijo que otras organizaciones como Inparques y Tragahumos de Palmarito también han reforestado, «pero las cantidades de árboles aportados son poco significativas para lo que se requiere».

LA HUMANIDAD · 24 OCTUBRE, 2022

Cuenca del Henri Pittier, en Palmarito, necesita reforestación urgente, alertan ecologistas

Texto por Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez

La cuenca del parque Henri Pittier, en el sector Palmarito del estado Aragua, que fue el origen del deslave de en el norte de Maracay del pasado 17 de octubre necesita una reforestación urgente.

La organización ecologista Sembramos Todos, que tiene 11 años de trabajo en educación ambiental y reforestación en Maracay, advirtió que se necesitan al menos 500.000 árboles para lograrlo, tanto en la propia cuenca como en las laderas.

«En la cuenca de Vallecito, en el parque nacional Henri Pittier, que digamos fue el origen del deslave, hemos venido reforestándola desde el 2014. Pero el esfuerzo para lograrlo necesita voluntarios y la cantidad suficiente de árboles. Hemos plantado 5.000 árboles, pero hacen falta 500.000 para reforestar la ladera de la cuenca de Vallecito y la cuenca en sí», dijo el director de este grupo, Enrique García, en conversación telefónica con Efecto Cocuyo.

En su cuenta de Twitter denunciaron que en las labores de reconstrucción de la zona ya han talado tres apamates, unos árboles que sirvieron de contención y no entorpecían los trabajos.

«Había apamates que soportaron una gran cantidad de sedimentos. Talaron los apamates y eso no tenía sentido, porque eran árboles que no debían ser talados», lamentó.

Este árbol de la especie bucare se mantiene en pie y Sembramos Todos pide que sea preservado

García detalló que en la zona de Palmarito hay un bucare centenario, que no solo soportó los sedimentos y el agua, sino también una enorme roca que evitó mayores daños a una de las viviendas de la zona afectada.

Dijo que propusieron convertir ese árbol en un símbolo, un monumento vivo que sirva de recordatorio sobre la importancia de que existan estas plantas.

Lea más en: En qué se parecen y en qué se diferencian los deslaves de Las Tejerías y El Castaño

Qué propone Sembramos Todos

Sembramos Todos alertó que las zonas de la montaña han sufrido tres grandes incendios forestales en los últimos tres años, lo que pudo haber impactado en el deslave.

«Hay que hacer un trabajo de reforestación que es urgente, en Palmarito y El Castaño y en las zonas circundantes. Al quemarse los árboles por incendios forestales el ecosistema se transforma en una zona más vulnerable y eso tiene graves consecuencias como las que vimos», resaltó.

También insistió en fortalecer la educación ambiental ciudadana, para evitar que las personas arrojen desechos a los cauces y esto incide cuando hay lluvias porque forma diques naturales que provocan desastres.

La cuenca de Vallecito, en el parque Henri Pittier, necesita al menos 500.000 árboles. Foto: Sembramos Todos

«No se está haciendo el monitoreo y guardería ambiental de esa zona, tienen que ser revisadas por expertos que revisen el estado de saturación del suelo, que eliminen los diques naturales que se forman en las montañas cuando hay lluvias», aseguró García, quien fue rescatista en el antiguo Ministerio de la Familia y lleva más de una década impulsando la educación ambiental.

Pidió que se lleve atención psicológica a las personas afectadas, porque aunque reconoció las autoridades han logrado restablecer los servicios de electricidad y restablecieron el paso, en la zona se necesita apoyo para la salud mental de las y los afectados.

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Alerta temprana

García lamentó que detrás de la Brigada de Tragahumos en Palmarito se encuentre una estación de monitoreo donada por el gobierno de Japón, después de la tragedia de El Limón en 1987, pero que tiene más de 10 años inoperativa.

«Las autoridades han hecho sobrevuelos por el área afectada. Hay un dron que llegó a la zona del deslave. Pero, hasta ahora no tenemos información de que personal de tierra haya ido a la zona del deslave.  Se necesitan allí investigadores para determinar si eso puede o no ocurrir a corto plazo, investigadores, expertos en saturación de suelos», solicitó.

También abogó para que se permita el paso a fundaciones y voluntarios que están enviando ayuda, pero que les limitan el tránsito mientras se permite a otros hacer «turismo de desastre»; es decir, ir a ver qué ocurrió, pero que no llevan ayuda y entorpecen el trabajo.

Pidió, a quienes quieran ayudar, llevar alimentos no perecederos, artículos de higiene personal como pañales para adultos mayores, así como agua potable, porque ni Palmarito ni El Castaño tienen acueductos, porque el deslave los destruyó.

Dijo que otras organizaciones como Inparques y Tragahumos de Palmarito también han reforestado, «pero las cantidades de árboles aportados son poco significativas para lo que se requiere».

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