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La Universidad de los Andes (ULA) espera la aprobación de un reglamento para llevar a cabo sus comicios de autoridades. Sin embargo, no se ha fijado una fecha precisa y la Comisión Electoral de la casa de estudios indica que es poco probable que se organicen elecciones este 2023.

“Elaborar el cronograma implica unos lapsos que son muy precisos, que contemplan impugnaciones, y nosotros no podemos estirar el tiempo. Entonces la opción más viable es el año que viene. Pero tenemos el temor que, por las elecciones presidenciales, se suspendan todos los procesos electorales que se puedan llevar adelante. Nos encontramos en una situación de incertidumbre”, dijo la profesora Ceres Boada, presidenta de la Comisión Electoral de la ULA

Mario Bonucci, rector de la institución, afirmó que el pasado jueves 27 de julio el Consejo Universitario designó una comisión cuya tarea es desarrollar y presentar una normativa electoral transitoria.

“La Universidad de los Andes, hasta el momento, ha estado a la altura de los retos que se ha planteado. Creo que no va a haber problemas. (…) La disposición de las autoridades, de todo el conglomerado del Consejo, es que tengamos elecciones lo más rápido posible”, dijo Bonucci a Efecto Cocuyo en contacto telefónico.

Añadió que no será candidato a ningún puesto. El profesor ha estado a cargo del rectorado de la ULA desde 2008, debido a la intervención del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la autonomía universitaria, que impidió que se hicieran elecciones en las casas de estudios superiores en Venezuela por más de una década.

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Tras la renovación de los representantes académicos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en junio de 2023, distintas instituciones públicas y autónomas han comenzado a plantear la organización de sus propios procesos electorales. La Universidad de Carabobo (UC) fijó el suyo para el próximo 29 de noviembre.

Una propuesta para octubre

Ceres Boada recordó que en enero de este año la Comisión Electoral de la ULA le hizo una solicitud al Consejo Universitario para que se pronunciara sobre la formulación de un reglamento para los comicios de autoridades.

“Lamentablemente, se acordó en ese momento nombrar una comisión que estudiara la factibilidad de llevar elecciones adelante en la universidad. La comisión dio respuesta y el consejo acordó que se hiciera una consulta al claustro para ver si estaba de acuerdo con que se ampliara el padrón electoral”, puntualizó la profesora.

El 21 de julio de 2023, la ULA publicó los resultados de una consulta virtual realizada al claustro universitario, sobre la organización de comicios en la casa de estudios. Se convocó a 3.368 docentes, 15.908 estudiantes y 43 egresados. La mayoría apoyó que se lleve a cabo votaciones para escoger nuevos representantes, con la participación de los trabajadores y obreros.

Actualmente, solo falta el reglamento transitorio para que la ULA pueda dar el siguiente paso para renovar sus autoridades. Boada explicó que la comisión que desarrollará el reglamento está conformada por tres docentes y dos asesores jurídicos.

Añadió que, debido a que el período vacacional comienza el 11 de agosto, el resultado final debería ser presentado en octubre ante el Consejo Universitario, que aprobará o no la normativa.

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¿Hay condiciones para los comicios?

La Universidad de los Andes tendrá que sortear algunos obstáculos si es que quiere realizar elecciones con éxito. Boada afirmó que hay fallas de infraestructura que es necesario atender.

“Tenemos problemas de filtración en la comisión y el terror es que una de esas filtraciones está en el área de los archivos. Tenemos unas debilidades en términos de equipamiento, no tenemos una buena computadora que sea capaz de resistir programas actuales, tampoco tenemos una buena impresora”, expresó la profesora.

Indicó que los procesos electorales requieren recursos con los que la ULA no cuenta en el presente. Además, el padrón electoral no está completo. La dificultad mayor, de acuerdo con Boada, es registrar a los miles de egresados.

“No podemos estar sujetos a la incertidumbre. En el momento en el que nosotros saquemos el cronograma, ese cronograma debe cumplirse. No podemos estar cambiando las fechas porque esos son motivos de impugnaciones”, señaló.

La Universidad de Los Andes cuenta con una enorme estructura organizacional: su sede principal y rectorado se ubican en la ciudad de Mérida, en los Andes venezolanos, donde funcionan 11 facultades. Además, hay cuatro núcleos autónomos, dos de ellos en los estados Trujillo y Táchira. Para el cierre de 2021, contabilizaba 15.162 estudiantes activos según su Sistema Integrado de Registros Estudiantiles (Sire).

La universidad en déficit

En general, la ULA se enfrenta a una grave crisis que involucra a todos los sectores que la conforman. Bonucci enumeró sus tres principales problemas: falta de presupuesto, bajos salarios y la inexistencia de protección social para la comunidad universitaria.

“Para diciembre de 2022 nos habían dado el 3,24 % del presupuesto asignado. Además, los salarios son de miseria y está produciendo una diáspora terrible entre profesores y empleados. La situación país está haciendo que la diáspora también llegue al sector estudiantil”, indicó el rector. En 2016, la ULA había perdido cerca de la mitad de su matrícula de estudiantes.

Advirtió que cada vez menos personas acuden a los concursos que abre la universidad para contratar docentes. En 2022 se hicieron cuatro, pero en ninguno se logró llenar más del 30 % de las plazas disponibles. Actualmente, un profesor titular gana alrededor de 50 dólares mensuales, mientras que la canasta básica costaba 511 dólares en junio, de acuerdo con la Federación Venezolana de Maestros (FVM).

Además de ello, no hay comedor, transporte y la institución pierde rápidamente la capacidad tecnología instalada, debido a la falta de mantenimiento y déficit presupuestario.

“No creo que un proceso electoral vaya a resolver los problemas, pero estoy seguro de que una nueva visión del problema puede buscar vías alternas de cómo resistir a los embates del régimen”, señaló Bonucci.