Su próxima consulta con el inmunólogo es el 27 de septiembre
Benítez fue sentenciada a 30 años de prisión, la pena máxima en Venezuela

Emirlendriz Benítez se encuentra recluida en el Instituto de Orientación Femenina (Inof), en Los Teques, estado Miranda. Este es el único centro penitenciario de mujeres que hay en Venezuela; un lugar donde a la presa política se le ha deteriorado su salud a consecuencia de las torturas que sufrió durante su detención en agosto de 2018.

Benítez, de 42 años de edad, fue sentenciada a 30 años de prisión tras ser acusada de participar en el magnicidio frustrado contra Nicolás Maduro el 4 de agosto de 2018, durante un acto militar en la avenida Bolívar de Caracas.

Fuentes familiares aseguraron a Efecto Cocuyo la mañana de este martes 19 de septiembre que Benítez, quien de acuerdo el informe de las Naciones Unidas está detenida de manera arbitraria, tiene cuadro de fiebre, dolores en la columna, recurrentes dolores de cabeza y sus pies se han hinchado,

El pasado 30 de agosto Benítez tenía consulta con un neurocirujano, pero desde el centro de reclusión no aprobaron su traslado y perdió la cita. Para finales de este mes la comerciante y madre de dos hijos debe asistir a consulta médica con el inmunólogo, su familia espera que autoricen el traslado.

“Esperamos que la saquen a hacerle unos ecos y exámenes que le mandaron a realizar, están pagos desde los primeros de agosto y aún nada que le hacen el traslado”, explica la fuente familiar.

La próxima cita con el inmunólogo está pautada para el 27 de septiembre.

Ocho meses sin ser trasladada al médico

Desde el 21 de octubre de 2022 hasta julio de este año, Benítez no había sido trasladada a consultas médicas ,pese a la insistencia de la familia por los signos de empeoramiento de su salud que la presa política advertía.

El 26 de julio pasado la detenida fue trasladada a consulta médica con el inmunólogo. El galeno le ordenó hacerse unos estudios de sangre, pero por falta de traslado no se los ha podido efectuar, pese a que ya los familiares pagaron el costo.

“Muchas veces le da fiebre, otros días se le quita y después se le va. Le han dado muchos dolores de cabeza, no sabemos el porqué le da la fiebre, porque no tiene gripe, ni nada de eso, solo el dolor en la columna y los pies hinchados”, comenta la fuente.

Tras la situación económica, los familiares de Benítez han tenido que vender galletas y tostones para poder cubrir los gastos médicos y lo que genera tener un familiar detenido en una cárcel venezolana.

Detención arbitraria

En febrero del año pasado, el Grupo de Trabajo sobre las Detenciones Arbitrarias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que la detención de la presa política Emirlendris Benítez fue arbitraria.

Estos expertos pidieron al gobierno venezolano ponerla “inmediatamente en libertad y concederle el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de acuerdo con el derecho internacional”, según se lee en un documento difundido por el organismo de la ONU.

Benítez fue detenida sin orden de arresto. Los expertos de la ONU señalan que a la mujer no le hicieron conocer los motivos de su detención y la mantuvieron incomunicada.

Quién es Emirlendris Benítez

Benítez estuvo detenida en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar, ubicada en Boleíta, al este de Caracas, donde golpearon y la sometieron a torturas, que le provocaron un aborto.

Emirlendris tenía cuatro meses de embarazo cuando fue detenida.  “A pesar de que lo advirtió, sus verdugos lo ignoraron”, dijo un familiar durante una entrevista concedida a Efecto Cocuyo en junio del año pasado.

A causa de las torturas y una infiltración de biopolímeros en sus glúteos, Benítez se encuentra aún en silla de ruedas. No puede estar mucho tiempo de pie, debido a un intenso dolor en la columna.

Desde el pasado mes de abril, la ONG Amnistía Internacional exigió atención médica urgente para la presa política en un llamado público.

Me dedico al periodismo con enfoque en derechos humanos. Hago cobertura sobre violencia en un país con pocas garantías