En la Comunidad Penitenciaria Fénix, en Barquisimeto, estado Lara, aproximadamente 1.800 presos se alzaron este jueves 21 de marzo para exigir la destitución del director de ese centro penitenciario, Ender Ávila.
Según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), organización que defiende los derechos de las y los privados de libertad, Ávila habría irrumpido en las celdas y obligado a los reclusos a desnudarse para luego concentrarlos en el patio, bajo el sol y altas temperaturas.
Los privados de libertad declaran que su protesta es pacífica y solicitan la presencia de autoridades, entre ellas la ministra Celsa Bautista Ontiveros, un representante del Ministerio Público o defensores de derechos humanos, argumentan que el director se niega al diálogo pacífico y es percibido como violento.
El OVP mencionó que someter a los presos a prácticas militares aumenta el riesgo de abuso de autoridad por parte del personal penitenciario, lo que podría derivar en maltrato físico o psicológico, violando así sus derechos humanos.
“Cuando los presos son sometidos a prácticas militares, existe un riesgo mayor de abuso de autoridad del personal penitenciario, lo que a su vez deriva en maltrato físico o psicológico. Los presos son sujeto de Derecho y su adoctrinamiento es una clara violación de sus DDHH”, aseguró el OVP.
La protesta fue iniciada con una muestra de orden cerrado, lo que según el OVP, no es más que la evidencia de que la población penitenciaria es sometida a prácticas militares.
“Recordemos que los presos son sujetos de Derecho y que el adoctrinamiento es una clara violación a sus derechos humanos”, denunció la organización en un comunicado de prensa.
Los privados de libertad que se pudieron comunicar con familiares informaron que un gran número de funcionarios de la Guardia Nacional se estaban metiendo a cada una de las torres y supuestamente los estaban golpeando.
Los familiares que se aglomeraron desde tempranas horas en las inmediaciones del penal pudieron captar a través de un video el momento que los funcionarios de la Guardia ingresaban al recinto, posteriormente fueron desalojados por los efectivos castrenses, quienes instalaron dos alcabalas, una compuesta por la Guardia y otra por la policía.
Violaciones a los derechos humanos
Durante los últimos días del mes de febrero, los reclusos de la cárcel de Fénix fueron objeto de una requisa sorpresa por parte del Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (Gric), en la cual mantuvieron a los presos durante más de 12 horas a la intemperie y sin tomar agua o comer un alimento. Esta situación culminó con la detención del director del penal y siete funcionarios más del Ministerio Penitenciario.
Tras la destitución del director fue nombrado Ender Ávila como el jefe del recinto penitenciario quien es señalado por los internos por múltiples abusos dentro de la cárcel.
Según un comunicado del OVP, cuando Ender Ávila llegó al penal, lo que hizo fue enfundar su arma de fuego contra un grupo de internos, quienes se atrevieron a hablar y exponer que rechazaban su designación.
Los familiares de los privados de libertad informaron a la ONG que a estos presos los tacharon de “mala conducta”, y los mantienen amenazados con que serán trasladados hacia la cárcel de El Dorado, en el estado Bolívar.
Las familias también denunciaron que, anteriormente, los privados de libertad tenían acceso a agua potable, pero ahora comenzaron a suministrar un agua que es salada, que ya comenzó a hacer estragos en la salud de muchos.