Tras cumplirse ocho años de la extraña muerte del rapero venezolano Tirone José González Orama, mejor conocido por su nombre artístico Canserbero, el fiscal general nombrado por la Constituyente de 2017, Tarek William Saab, anunció este sábado que su despacho reabrirá las investigaciones para determinar las causas de ese hecho.

Mediante su cuenta en la red social X, Saab expresó que luego de solicitar al juez 8 de Control del estado Aragua que no cerrara ese caso, designó a la Fiscalía 85 Nacional para, entre otras investigaciones, hacer nuevos levantamientos planimétricos, inspección general, evaluación del protocolo de autopsia y otras de interés criminalístico, para dar con los motivos del hasta ahora considerado suicidio de Oramas y de quien fuese su amigo Carlos Molnar, también músico.

Como muchos recuerdan, el 20 de enero del 2015 se conoció sobre estas muertes. Ese día, autoridades del estado Aragua encontraron los cuerpos de Canserbero y Molnar, tendidos sobre el asfalto frente al edificio Andrés Bello, en la ciudad de Maracay.

Se dijo en principio que González Oramas sufría de síntomas de esquizofrenia y tenía problemas mentales, cosa que sus familiares siempre negaron. Lo extraño del caso fue también la muerte de Molnar.

Una de las teorías que se tejió sobre su muerte fue que Canserbero pasó la noche en la casa de Carlos. En medio de la noche se despertó, discutió con él y lo apuñaló hasta dejarlo sin vida. Luego, fue a la cocina, se lanzó por la ventana, después de lo ocurrido, la esposa de Carlos, Natalia, llamó a emergencias y los encontraron.

Sin embargo, para muchos resultó inconsistente, ya que Carlos, bajista de una agrupación de reggae, y Tirone eran mejores amigos, por lo que era raro que lo matara y luego se suicidara, sus conocidos nunca dieron indicios de que ambos se trataran mal.

Para otros también fue extraño que Canserbero cayó boca arriba y cuando las autoridades hicieron análisis de un suicidio, se dieron cuenta de que las personas caen en línea recta, sin embargo, él cayó lejos del lugar como si lo hubiera empujado.

Además, los vidrios de la ventana eran como persianas, por lo que es casi imposible que se haya suicidado, ya que tendría que sacar uno por uno para poder lanzarse.

Tras quedar en incógnita su muerte, Natalia se fue a vivir a Chile sin dar testimonio y luego se dio a conocer que la persona que realizó la autopsia del cuerpo de Canserbero era amigo de ella.