Unexpo- abandono y deterioro (Mairet Chourio)
Foto: Mairet Chourio.

La maleza crece sin control en las instalaciones de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo) en La Yaguara, al oeste de Caracas. En la hierba se esconden serpientes que han asustado a más de un obrero y que preocupan a los vigilantes durante las noches oscuras, en las que es difícil ver por dónde caminan.

“Hasta ahora no han ocurrido incidentes, gracias a Dios, aunque encontramos una culebra en la oficina de un profesor”, dijo la vicerrectora, Alba Carrero, a Efecto Cocuyo. “La gente escucha esto y parece que fuese una novela, pero es lo que vivimos”, agregó.

El deterioro de las áreas verdes y los réptiles no son los únicos problemas de la institución. En ese núcleo, también llamado Vicerrectorado Luis Caballero Mejías, hay huellas visibles de la humedad y el tiempo en paredes, suelos y techo. Varias aulas han sido cerradas debido a las fallas de infraestructura y la zona del servicio médico fue afectada por las fuertes lluvias.

El espacio donde los docentes dictaban materias básicas (formación general) permanece clausurado debido a que el tejado cedió y las filtraciones arruinaron los muros. El comedor tampoco opera, salvo el área de comensales que abrirá el lunes 6 de noviembre con tres microondas para que los universitarios puedan calentar sus alimentos.

“Acá trabajamos con las uñas para tener las puertas abiertas de la universidad y poder tener personal. Desde 2018 no tenemos recursos de parte del Estado. En tres oportunidades nos han dicho que vienen a visitarnos, porque tenemos demasiados problemas de planta física. Pero no vienen, hacen caso omiso a las necesidades de la universidad“, indicó Carrero.

Sobreviven con ingresos propios

El Vicerrectorado Luis Caballero Mejías dicta actualmente tres carreras de ingeniería (Sistemas, Mecánica e Industrial), cuenta con 120 profesores y recibió al menos 420 estudiantes nuevos ingresos el lunes 30 de octubre de 2023. En total, en sus núcleos de Caracas, la Unexpo tiene 1.400 inscritos.

“Los estudiantes todavía quieren estudiar aquí. Normalmente yo tengo hasta un 40 % de deserción, pero el semestre pasado eso bajó al 20 %. Los muchachos que se inscribieron de verdad siguieron”, dijo Mónica Seclén, coordinadora de Deportes en la sede de La Yaguara. “Aquí estamos formando ingenieros todo terreno. Pero no es la idea, la idea es tener recursos para poder enseñar”.

Alumnos y docentes se han organizado para arreglar algunos puntos de la universidad, cambiar bombillo o limpiar a través de programas como el Servicio Comunitario. Además, el núcleo se mantiene precariamente con sus ingresos propios, que no alcanzan para cubrir salarios o reparaciones importantes.

Por ello, una serie de autobuses de transporte universitario se encuentra fuera de servicio en las instalaciones. La sede no se puede permitir repuestos o combustible. Los estudiantes y profesores utilizan las unidades públicas que cobran 10 bolívares de pasaje y que recorren el kilometro que hay desde el metro de La Yaguara hasta la institución.

“Del presupuesto que requerimos no hemos recibido nada. Avanzamos con lo que generamos. Los ingresos propios entran por unos convenios que tenemos interinstitucionales y por la parte de cursos de extensión o diplomados”, expresó Carrero.

No hay dinero para adquirir los recursos tecnológicos, aseguró la vicerrectora. Los educadores deben reinventarse para enseñar puesto que la ingeniería se aprende esencialmente en la práctica, añadió.

Los laboratorios de Química y Física no están equipados correctamente. Secciones de 35 estudiantes se acomodan como pueden y los docentes especialistas se quejan de que son demasiadas personas para instruir. Oficialmente deberían ser 20 jóvenes por clase, pero tampoco hay suficiente personal para cubrir la demanda.

“Dos secciones de las de nuevo ingreso no se les pudo ofertar tres materias porque no tenemos docentes. Gracias a Dios que en las especialidades tenemos docentes que cubren todo”, explicó la vicerrectora.

Sin respuesta del Ministerio

Profesores han llevado una decena de documentos al Ministerio de Educación Universitaria, pero no han recibido una respuesta. El martes 31 de octubre, el personal de la institución esperó la visita de la ministra, quien prometió acudir a las instalaciones pero no apareció.

La situación empeora con las semanas y es urgente que el Estado deje de voltear la mirada, afirma Seclén. En el lugar ni siquiera los servicios públicos (agua, electricidad e internet) funcionan con regularidad.

“De pronto estamos haciendo actividades y se va la luz, el internet es malísimo”, indicó la profesora. “Ahorita se hizo un trabajo de iluminación, pero esto quedó muy mal después de la pandemia. Cuando entramos en cuarentena, se tuvieron que soldar todas las puertas y aún así nos robaron porque se metieron por las ventanas”, dijo la docente.

Los vigilantes solicitaron al vicerrectorado algunas linternas para poder patrullar por las noches, por miedo a encontrar serpientes en la oscuridad. Antes contaban con guardias de seguridad de una empresa externa que eran pagados por el gobierno. No obstante, autoridades estatales suspendieron la partida destinada a esos sueldos y la empresa retiró la vigilancia.

La Unexpo en La Yaguara se vio obligada a contratar a algunas personas por su cuenta, por temor a ser desvalijada, sobre todo en vacaciones.

No han depositado bono vacacional

Finalmente, ninguno de los profesores de la Unexpo ha recibido el bono vacacional correspondiente. La situación salarial es la misma que en el resto de las universidades públicas del país: profesores con años de servicio no ganan más de 20 dólares mensuales.

La vicerrectora Carrero, que es ingeniera civil, magister en Ingeniería Mecánica y doctora en Educación, percibe alrededor de 500 bolívares quincenales, que equivalen a quince dólares al cambio del Banco Central de Venezuela (BCV). Mientras tanto, la cesta básica se situó en 495,54 dólares en septiembre de este año, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

“Yo no llego ni a 600 bolívares y soy profesor agregado, dedicación exclusiva, jubilado. Lo que da es tristeza conversar esto, nosotros teníamos una serie de beneficios que fueron desapareciendo”, expresó Juan Becerra, presidente de la Asociación de Profesores.

Expresó que el bono vacacional se reduce a un salario básico y que los docentes continúan exigiendo que se restituya la seguridad social.

“La inseguridad, la crisis, todo esto nos ha dejado muy vulnerables. Pero continuamos aquí, a pesar de que nos han llevado a la miseria. El que es docente lo lleva dentro, estamos trabajando con una esperanza. Pero muchos se cansan en el camino”, puntualizó Becerra.