Economía de Venezuela en el 2024: ¿Más de lo mismo? 
La economía venezolana vivió una dolarización de facto.

Algunos dicen que en Venezuela no hay futuro económico sin un cambio de gobierno, sin un cambio político. Otros, incluyendo al Fondo Monetario Internacional, aseguran que Venezuela tendrá un crecimiento de 4,5% en 2024. El más alto de la región.

En las siguientes entregas, antes del cierre del año, haremos un análisis del entorno económico y político nacional, con un enfoque retrospectivo y prospectivo ya que para entender hacia dónde va Venezuela es importante saber de dónde venimos. 

2020

2020 fue el cuarto año consecutivo de sanciones generales de los Estados Unidos contra Venezuela. También fue el cuarto año de hiperinflación. Recordemos que en ese nefasto periodo vimos tasas de inflación de hasta 1.500.000%. Se suma a lo anterior que, en 2020, vivimos el encierro forzado por la Pandemia del Covid-19 que paralizó a nuestro país al igual que a todo el mundo.

La producción petrolera venezolana vio bajos históricos realmente sorprendentes en 2020. Hubo meses en los cuales apenas produjimos 300 mil barriles de petróleo por día. Antes de las sanciones de los EE.UU. contra Venezuela, impuestas en 2017, nuestro país producía 2,2 millones de barriles diarios. Y, hace apenas una década, la producción petrolera de Venezuela llegaba a los 3,5 millones de barriles por día.

Tras varios años de caos económico y político fuimos testigos de una pulverización de la economía nacional, con una contracción de 75% de nuestro producto interno bruto.

Quiebra y cierre de industrias y de comercios, desempleo, pobreza y familias desintegradas por la migración fueron las consecuencias del desastre económico que vivimos. Hablamos de migración porque, según la ONU, más de 7 millones de personas salieron del país por razones económicas, no políticas, buscando mejores condiciones de vida en diferentes destinos. Este ha sido el éxodo migratorio más grande de nuestra historia y la más importante de América Latina.

Según el Banco Central de Venezuela, nuestro país cerró 2020 con una tasa de inflación del 2.959 % y una devaluación de 1.923 %. Asimismo, muchas agencias internacionales reportaron cifras de desempleo de un 60 %.

Por otra parte, en lo político, durante 2020 seguíamos viviendo una situación surreal: no olvidemos que, desde enero del 2019, emergieron en Venezuela dos gobiernos paralelos, uno liderado por el presidente Nicolás Maduro, con indudable capacidad de mando y control nacional, y uno paralelo encabezado por el líder opositor Juan Guiadó, quien fue reconocido por los Estados Unidos y sus países aliados, como presidente interino del país.  

La disociación en lo político que vivía Venezuela y el empeño opositor de sacar a Maduro del poder a cómo diera lugar condujeron a un recrudecimiento del bloqueo internacional contra Venezuela y empeoraron la crisis económica del país.

Incluso, nuestro país fue amenazado por el entonces presidente de los EE.UU, Donald Trump con una invasión e intervención militar por parte de los americanos.

2021

En 2021, Venezuela por fin vivió un primer año de crecimiento económico que no se registraba desde el 2014. Múltiples analistas estimaron entre un 6 % y un 8 % de crecimiento. La incipiente recuperación económica del país, en 2021, fue el producto de un aumento de la producción petrolera que se situó en términos promedios en los 650.000 barriles por día.

Por supuesto, la recuperación inicial y modesta de la economía del país no se debió solamente a la activación del sector de hidrocarburos sino también a una mayor confianza del sector privado para desplegar su actividad comercial debido a una mayor estabilidad macroeconómica y una nueva actitud del gobierno nacional hacia el quehacer económico.

Nos referimos a las claras señas de un viraje del gobierno hacia una economía de mercado, sin control de precios, laxitud de los controles centrales, menos injerencia en el mercado y mayores garantías jurídicas, por el cese de expropiaciones.

Además, las políticas restrictivas monetarias y disciplina fiscal del mismo gobierno, así como la dolarización informal de la economía dieron algo de estabilidad en las altísimas cifras de inflación y devaluación que veníamos experimentado. Lo mencionado, dio más confianza al sector privado y a los inversionistas en general para desplegar su actividad empresarial en el país 

En 2021, fueron reportadas cifras de inflación de 690% y una devaluación del 270%.  Aunque todavía eran muy altas, por fin habíamos salido de la fatídica hiperinflación que vivimos entre 2017 y 2020.

En lo político, las circunstancias de polarización entre el oficialismo y la oposición se mantuvieron muy similares, pero el venezolano perdió interés en la confrontación entre los grupos de poder y puso su foco en la recuperación económica del país.

En las elecciones regionales de noviembre de 2021, con una importante abstención, cercana al 60 %, 19 de las 23 gobernaciones fueron ganadas por candidatos oficialistas dentro de un clima político de relativa tolerancia.

2022

En el año 2022 siguió la senda de la mejora con un crecimiento de la economía de entre un 12% y un 16%, según reportaron diferentes organismos multilaterales, con una tasa de inflación de 180% y una devaluación del 240%.

La producción petrolera logró estabilizarse en 700.000 barriles por día, lo que aportó a la balanza comercial ingresos por exportación de crudo, estimados en unos 6.000 millones de dólares.  

Además, se sumaron a los ingresos de Venezuela las remesas enviadas por la masa de migrantes venezolanos en el exterior, por un monto de unos 4.000 millones de dólares, y las exportaciones no tradicionales, con un monto en torno a los 2.500 millones de dólares.

Diferentes fuentes revelaron una mejora en los índices de pobreza de 15 %, con ingresos promedio del venezolano en torno a los 100 dólares mensuales, persistiendo una marcada asimetría social, con un 50 % de la población todavía en un estado de pobreza crítica.

En el ámbito político, los pocos acuerdos logrados en noviembre entre oficialismo y oposición, en la mesa de negoción de México, hicieron que el Departamento del Tesoro de los EE.UU. diera una licencia a Chevron para iniciar sus operaciones petroleras en Venezuela.

En los próximos artículos revisaremos lo ocurrido durante el 2023 y los posibles escenarios a esperar en el 2024.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Una nueva mirada hacia Venezuela en el escenario internacional

</div>