close

OPINIÓN · 6 JUNIO, 2023 05:30

La cultura del “no-esfuerzo”

Ver más de

Antonio José Monagas

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

Podría pensarse que el valor de una nación se mide por sus líderes. Igualmente, puede determinarse por la calidad de su gente. La dialéctica política ha formulado indicadores que buscan valorar la potencialidad de la sociedad de un país, lo hace considerando el modo de ejercer la democracia y la transparencia de la administración.

Asimismo, podría categorizarse el desarrollo de un país con base en su educación. También en la claridad y efecto de sus políticas públicas o según la creación o innovación de tecnologías y su demanda, respecto del valor de uso y valor de cambio, que pueda detentar en los mercados internacionales.

En fin, son numerosas las metodologías empleadas para dar cuenta de las capacidades o potencialidades adquiridas o desarrolladas por los estamentos institucionalizados de una sociedad. Sin embargo, alrededor de estas prácticas, persisten algunos problemas. Por ejemplo, poco se atiende a la injerencia del individuo, entendida esta como su contribución en el desarrollo de un país y su rol en los procesos de transformación social, económica o política.

El Popol Vuh como referencia dialéctica

Repasar la lectura del Popol Vuh, relato épico basado en leyendas de la civilización maya-quiché, ubicada en la región actual de la nación  guatemalteca, pudiera ser ilustrativa para explicar por qué “pareciera que algunas sociedades vigentes se anquilosaron en estadios precarios del desarrollo humano”. 

El Popol Vuh refiere que la creación de la humanidad se resolvió en cuatro períodos: primero, fueron creados los animales de cuatro patas y las aves; segundo, fueron formados los “Hombres de Barro”; tercero, surgieron los “Hombres de Madera”; cuarto y último momento, acá se engendraron los “Hombres de Maíz”, cuya inteligencia les permitía actuar según el desarrollo emocional e intelectual alcanzado.

El problema de vivir entre hombres que apenas llegaron a formarse como “Hombres de Barro”  es que se deshacen con la lluvia. Además carecen de capacidades cognitivas a la altura de las exigencias sociales, económicas y políticas a confrontar.

En dicho estado de involución prolifera la indolencia, la indiferencia y la apatía. Ello, en perjuicio del desarrollo que sugiere el crecimiento y el progreso como factores que articulan relaciones de cooperación, motivación y perseverancia en tanto se consideran fundamentos primarios de valores como la libertad, la justicia y la dignidad.

En la sociedad del barro germina la cultura del no-esfuerzo en la cual es común conformarse con las migajas obtenidas a cambio de doblar la cerviz ante el llamado del populismo demagógico. También se alimenta de la pobreza como condición que limita y restringe el esfuerzo.

En el centro de dicho problema se explica la mediocridad que incita una educación que condiciona al hombre a conformarse con un conocimiento sesgado del saber. Es por eso que el autoritarismo, disfrazado de socialismo del siglo XXI, siempre ha procurado tener sometidos a hombres de flácida constitución, los “Hombres de barro”. Ellos son a quienes se puede dominar y engañar con narrativas inconsistentes en toda su extensión, intención y dirección. ¿O acaso aquella frase harta conocida de que “ser rico es malo” no está alineada con la cultura del no-esfuerzo?

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: La trastornada psicopolítica

ESPECIALES · 19 MARZO, 2023

20 presas políticas

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2023

Ser docente en Venezuela, un oficio en quiebre

Texto por Albany Andara, Reynaldo Mozo y Ronny Rodríguez

ESPECIALES · 5 MARZO, 2023

10 años de la muerte de Hugo Chávez

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 19 FEBRERO, 2023

Nicaragüenses en el destierro

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

ESPECIALES · 25 SEPTIEMBRE, 2021

Qué pasa en la frontera sur de Estados Unidos

Texto por Ivan Reyes | @IvanEReyes

ESPECIALES · 4 SEPTIEMBRE, 2021

Salud sexual en Venezuela: guía para jóvenes

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

ESPECIALES · 28 AGOSTO, 2019

Informe Bachelet

Texto por Julett Pineda Sleinan | @JulePineda

ESPECIALES · 29 JUNIO, 2021

#PandemiaEnVenezuela

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2021

#UnAñoDePandemia

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 20 FEBRERO, 2021

Explosión Monagas

Texto por Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez

ESPECIALES · 4 FEBRERO, 2021

Cáncer en Venezuela

Texto por Mariana Souquett Gil | @nanasouquett

ESPECIALES · 7 NOVIEMBRE, 2020

INVESTIGACIÓN | Finanzas dispersas: el rompecabezas del Gobierno interino

Texto por Equipo de Investigación (*)

ESPECIALES · 5 JULIO, 2020

Civiles que hicieron historia

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 14 ENERO, 2020

INVESTIGACIÓN | Metro Dirección Colapso

Texto por María Victoria Fermín Kancev | @vickyfermin

ESPECIALES · 17 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | 102 toneladas de droga esfumadas en manos del Estado

Texto por Cristina González | @twdecristina

ESPECIALES · 16 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Vargas: Tragedia y olvido

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 22 OCTUBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Infancia de luto

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Parir y nacer en la Venezuela del hambre

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Misses y santos

Texto por Ana Griffin y Reynaldo Mozo Zambrano

ESPECIALES · 15 JULIO, 2020

INVESTIGACIÓN | Arco Minero del Orinoco: crimen, corrupción y cianuro

Texto por Julett Pineda y Edgar López

ESPECIALES · 30 MAYO, 2019

El amargo cacao venezolano: entre el delito y el asedio oficial

Texto por Vanessa Moreno Losada | @MoreLosada24

ESPECIALES · 1 JULIO, 2021

Venezolanos en el Río Grande

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

OPINIÓN · 5 JUNIO, 2023 05:30

La política universitaria y la relatividad del mal

Después de 15 años se convocan elecciones en la Universidad Central de Venezuela. Ha pasado mucha agua debajo del puente, hemos vivido desgarradoras experiencias como comunidad universitaria. Una de las lecciones aprendidas, para mí, ha sido que el poder corrompe se vista de dictadura, totalitarismo o emplee el lenguaje y los argumentos de la democracia. […]

OPINIÓN · 4 JUNIO, 2023 05:30

La unión suramericana y el efecto péndulo

En un exceso de pragmatismo, Lula quiso soslayar la situación de Venezuela y perjudicó la iniciativa que buscaba promover la unión suramericana.

OPINIÓN · 3 JUNIO, 2023 05:30

¿Qué tan racista soy?

El racismo –la creencia de que una persona o grupo es superior a otros grupos por razones biológicas expresadas en sus rasgos físicos– ha sido una de las razones históricas de conflictos sociales.  Con el progreso de la humanidad, el racismo debió haberse extinguido, pero en pleno siglo XXI los noticieros reportan, frecuentemente, actos o […]

OPINIÓN · 2 JUNIO, 2023 05:30

El venezolano emprendedor

Los venezolanos, lejos de amilanarse con la crisis, echan mano a su ingenio y capacidades para adaptarse.

OPINIÓN · 6 JUNIO, 2023

La cultura del “no-esfuerzo”

Texto por Antonio José Monagas

Podría pensarse que el valor de una nación se mide por sus líderes. Igualmente, puede determinarse por la calidad de su gente. La dialéctica política ha formulado indicadores que buscan valorar la potencialidad de la sociedad de un país, lo hace considerando el modo de ejercer la democracia y la transparencia de la administración.

Asimismo, podría categorizarse el desarrollo de un país con base en su educación. También en la claridad y efecto de sus políticas públicas o según la creación o innovación de tecnologías y su demanda, respecto del valor de uso y valor de cambio, que pueda detentar en los mercados internacionales.

En fin, son numerosas las metodologías empleadas para dar cuenta de las capacidades o potencialidades adquiridas o desarrolladas por los estamentos institucionalizados de una sociedad. Sin embargo, alrededor de estas prácticas, persisten algunos problemas. Por ejemplo, poco se atiende a la injerencia del individuo, entendida esta como su contribución en el desarrollo de un país y su rol en los procesos de transformación social, económica o política.

El Popol Vuh como referencia dialéctica

Repasar la lectura del Popol Vuh, relato épico basado en leyendas de la civilización maya-quiché, ubicada en la región actual de la nación  guatemalteca, pudiera ser ilustrativa para explicar por qué “pareciera que algunas sociedades vigentes se anquilosaron en estadios precarios del desarrollo humano”. 

El Popol Vuh refiere que la creación de la humanidad se resolvió en cuatro períodos: primero, fueron creados los animales de cuatro patas y las aves; segundo, fueron formados los “Hombres de Barro”; tercero, surgieron los “Hombres de Madera”; cuarto y último momento, acá se engendraron los “Hombres de Maíz”, cuya inteligencia les permitía actuar según el desarrollo emocional e intelectual alcanzado.

El problema de vivir entre hombres que apenas llegaron a formarse como “Hombres de Barro”  es que se deshacen con la lluvia. Además carecen de capacidades cognitivas a la altura de las exigencias sociales, económicas y políticas a confrontar.

En dicho estado de involución prolifera la indolencia, la indiferencia y la apatía. Ello, en perjuicio del desarrollo que sugiere el crecimiento y el progreso como factores que articulan relaciones de cooperación, motivación y perseverancia en tanto se consideran fundamentos primarios de valores como la libertad, la justicia y la dignidad.

En la sociedad del barro germina la cultura del no-esfuerzo en la cual es común conformarse con las migajas obtenidas a cambio de doblar la cerviz ante el llamado del populismo demagógico. También se alimenta de la pobreza como condición que limita y restringe el esfuerzo.

En el centro de dicho problema se explica la mediocridad que incita una educación que condiciona al hombre a conformarse con un conocimiento sesgado del saber. Es por eso que el autoritarismo, disfrazado de socialismo del siglo XXI, siempre ha procurado tener sometidos a hombres de flácida constitución, los “Hombres de barro”. Ellos son a quienes se puede dominar y engañar con narrativas inconsistentes en toda su extensión, intención y dirección. ¿O acaso aquella frase harta conocida de que “ser rico es malo” no está alineada con la cultura del no-esfuerzo?

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: La trastornada psicopolítica

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO

OPINIÓN · 5 JUNIO, 2023 05:30

La política universitaria y la relatividad del mal

OPINIÓN · 4 JUNIO, 2023 05:30

La unión suramericana y el efecto péndulo

OPINIÓN · 3 JUNIO, 2023 05:30

¿Qué tan racista soy?