close

OPINIÓN · 21 MAYO, 2022 05:03

Las leyes y creencias se fueron de campo un día…

Ver más de

Leoncio Barrios | @Leonciobarrios

¿Cómo valoras esta información?

5
QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

Los derechos humanos son tema central en las negociaciones y conflictos sociales desde lo cotidiano hasta los enfrentamientos bélicos. Se asume que al declarar positivamente o legislar sobre ellos, estamos listos, se respetarán.

La legislación es un recurso fundamental en la protección de los derechos humanos pero no es la solución. Los problemas que se quieren resolver pueden deberse a patrones culturales, creencias muy arraigadas que superan a legislaciones y proclamas. Tal es el caso del racismo y el sexismo expresado en la misoginia y la homofobia.

Racismo rampante

La sociedad más importante del mundo -sí, hay sociedades o países de primera, de segunda, de tercera y más-, el de la democracia ideal, el del sueño universal, el de la Constitución originaria centrada en el respeto, vive atravesada por un odio infernal de un sector social, los supremacistas blancos originarios, hacia los otros sectores sociales.

La idea de pureza racial ha perdurado a través de los siglos sustentada por las religiones. La pureza garantiza un lugar en el paraíso y el ejercicio de poder en la tierra. Los seres de raza pura y blanca se creen superiores al resto de las razas y con derecho sobre ellas, inclusive, de aniquilarlas impunemente. Escribir, leer, ver eso, produce un déjà vu histórico.

La noticia de un joven que entró a un supermercado, no a comprar como es lo usual, sino a matar a quien tuviera piel negra y pelo “malo”, ha impactado al mundo. No por la novedad del hecho sino por lo contrario, las agresiones y crímenes racistas se dan con frecuencia escandalosa en ese país.

Entre las muchas preocupaciones que deja la matanza en el supermercado, a nombre de la supremacía blanca, algo queda claro: ese joven representó a mucha gente, a millones que piensan y creen en lo que él presume, a pesar de que haya leyes en ese país que digan lo contrario.

Violencias machistas

La violencia sexista, en este caso la de hombres machistas hacia las mujeres, hasta ahora no se ha detenido en ninguna parte del mundo por más leyes que se aprueben y se tomen medidas para frenarla.

Pareciera que hay mucha gente sensibilizada ante el problema de la violencia hacia las mujeres pero aún así, esa forma de violencia sigue dándose. Está tan arraigada en algunos hombres que pareciera genética pero no, es cultural.

Por los siglos, en todas las sociedades, ha existido la creencia (no sólo masculina) de supremacía de los hombres sobre las mujeres, de propiedad sobre un cuerpo que ellos adquieren por ley y por la iglesia o, simplemente, por el deseo de poseerlas, como si fuesen un objeto.

La violencia machista se expresa de múltiples formas, desde la mortal hasta la “amorosa”. Te reprimo, te castigo, te mato porque te quiero. No hay ley que detenga a creencias tan obtusas. La gente no se desprende por decreto de las herencias culturales. Puede ser que por las leyes y la presión social, se reprima se controle un poco esa violencia, pero cuando el machista lo crea necesario, saca el cuchillo o el revólver y hiere o mata, ejerciendo un derecho en el que cree, el cultural.

Sin duda, las leyes y medidas de protección en los casos de violencia contra la mujer son un recurso imprescindible pero el objetivo no debería ser reducir esa violencia, sino erradicarla. El objetivo es #NiUnaMás.

Otras violencias y sus leyes

A la violencia misógina, hacia las mujeres, se agrega la homofobia y transfobia, la de hombres y mujeres que desprecian y ofenden a quienes se expresan con una sexualidad alternativa. Esa violencia tampoco se ha detenido a pesar de que, en algunos países, existen leyes para controlarla.

Los países que han aprobado leyes orientadas a la equidad y protección de las minorías sexuales han logrado significativos avances sociales sobre todo en quienes forman parte de esas minorías y para quienes respetan la ley pero la gente bárbara persiste apoyada en creencias y valores e instituciones que la respaldan.

Quienes sienten afectadas sus creencias y valores por leyes creadas para proteger a la libertad sexual, siguen creyendo en la “normalidad” biológica y lo que las sagradas escrituras sostienen: sexo solo entre un macho y una hembra, como es natural. Lo demás es perversión, ¡fuera!, y actúan en consecuencia.

De lo que acabo de decir se infiere…

Ante las diferentes formas de violencia y en particular, la racista y la sexista, hay que hacer un trabajo social mucho más profundo que legislar para lograr su erradicación y el derecho de todos y todas.

Los decretos y leyes son necesarios pero no son suficientes para resolver problemas con arraigo cultural. Las leyes pueden inhibir las conductas que se consideren delitos raciales y sexuales, por ejemplo, pero no eliminan la motivación que lleva a esos delitos: la creencia de ser superior y con derechos «naturales» o celestiales.

Para cambiar creencias primitivas, hacen falta cambios profundos en la educación y no me refiero solo a los contenidos escolares, sino a los mensajes que las familias, los medios, las redes, todas las instituciones sociales le transmiten a sus miembros y, por supuesto, respaldarlos con conductas que sirvan de ejemplo. Así podremos lograr una sociedad que realmente proteja los derechos humanos de todos los grupos, sin discriminar razas o género sexual.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Hay esperanza: el suicidio es evitable

ESPECIALES · 25 SEPTIEMBRE, 2021

Qué pasa en la frontera sur de Estados Unidos

Texto por Ivan Reyes | @IvanEReyes

ESPECIALES · 4 SEPTIEMBRE, 2021

Salud sexual en Venezuela: guía para jóvenes

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

ESPECIALES · 1 JULIO, 2021

Venezolanos en el Río Grande

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

ESPECIALES · 29 JUNIO, 2021

#PandemiaEnVenezuela

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2021

#UnAñoDePandemia

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 20 FEBRERO, 2021

Explosión Monagas

Texto por Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez

ESPECIALES · 4 FEBRERO, 2021

Cáncer en Venezuela

Texto por Mariana Souquett Gil | @nanasouquett

ESPECIALES · 7 NOVIEMBRE, 2020

INVESTIGACIÓN | Finanzas dispersas: el rompecabezas del Gobierno interino

Texto por Equipo de Investigación (*)

ESPECIALES · 5 JULIO, 2020

Civiles que hicieron historia

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 14 ENERO, 2020

INVESTIGACIÓN | Metro Dirección Colapso

Texto por María Victoria Fermín Kancev | @vickyfermin

ESPECIALES · 17 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | 102 toneladas de droga esfumadas en manos del Estado

Texto por Cristina González | @twdecristina

ESPECIALES · 16 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Vargas: Tragedia y olvido

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 22 OCTUBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Infancia de luto

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Parir y nacer en la Venezuela del hambre

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Misses y santos

Texto por Ana Griffin y Reynaldo Mozo Zambrano

ESPECIALES · 15 JULIO, 2020

INVESTIGACIÓN | Arco Minero del Orinoco: crimen, corrupción y cianuro

Texto por Julett Pineda y Edgar López

ESPECIALES · 30 MAYO, 2019

El amargo cacao venezolano: entre el delito y el asedio oficial

Texto por Vanessa Moreno Losada | @MoreLosada24

OPINIÓN · 22 JULIO, 2022 05:14

Nuevo (des)orden mundial

El nuevo orden mundial tiene acepciones geopolíticas e históricas, desde que el presidente estadounidense, Woodrow Wilson, acuñara el término tras la Primera Guerra mundial, en los 14 puntos en los que convocaba a la creación de la Sociedad de Naciones en 1919, semilla de la ONU. A lo largo de la historia, el nuevo orden […]

OPINIÓN · 21 JULIO, 2022 05:12

El abuso sexual no toma vacaciones

Las vacaciones escolares representan un período esperado por los niños y que es fundamental para su sano desarrollo, pero también es cierto que es un período donde se acrecientan los riesgos de abuso por contar con más tiempo de ocio, la imposibilidad de tener actividades vacacionales programadas por los costos que representan y no tener […]

OPINIÓN · 20 JULIO, 2022 05:45

Las feministas somos intensas

Sí, las feministas somos incómodas, somos “intensas”, y tenemos que serlo para mostrar la situación de indefensión a escala global en la que nos encontramos las mujeres cuando de defender nuestros derechos se trata. Insistiré en el mensaje de mi artículo anterior Un llamado a la rebelión porque solo esta semana ocurrieron unos cuantos eventos […]

OPINIÓN · 19 JULIO, 2022 05:37

La desinformación, la mejor arma de guerra

Es posible que las nuevas informaciones que a diario corren por las redes sociales, se hayan convertido en fuentes de generación de nuevas ideas. Según reconocidos estudiosos, habrían adquirido la capacidad suficiente para fraguar nuevos conocimientos. Pero por otro lado, hay quienes opinan lo contrario, alegando que la información no es conocimiento. El manejo de […]

OPINIÓN · 19 JULIO, 2022

Las leyes y creencias se fueron de campo un día…

Texto por Leoncio Barrios | @Leonciobarrios

Los derechos humanos son tema central en las negociaciones y conflictos sociales desde lo cotidiano hasta los enfrentamientos bélicos. Se asume que al declarar positivamente o legislar sobre ellos, estamos listos, se respetarán.

La legislación es un recurso fundamental en la protección de los derechos humanos pero no es la solución. Los problemas que se quieren resolver pueden deberse a patrones culturales, creencias muy arraigadas que superan a legislaciones y proclamas. Tal es el caso del racismo y el sexismo expresado en la misoginia y la homofobia.

Racismo rampante

La sociedad más importante del mundo -sí, hay sociedades o países de primera, de segunda, de tercera y más-, el de la democracia ideal, el del sueño universal, el de la Constitución originaria centrada en el respeto, vive atravesada por un odio infernal de un sector social, los supremacistas blancos originarios, hacia los otros sectores sociales.

La idea de pureza racial ha perdurado a través de los siglos sustentada por las religiones. La pureza garantiza un lugar en el paraíso y el ejercicio de poder en la tierra. Los seres de raza pura y blanca se creen superiores al resto de las razas y con derecho sobre ellas, inclusive, de aniquilarlas impunemente. Escribir, leer, ver eso, produce un déjà vu histórico.

La noticia de un joven que entró a un supermercado, no a comprar como es lo usual, sino a matar a quien tuviera piel negra y pelo “malo”, ha impactado al mundo. No por la novedad del hecho sino por lo contrario, las agresiones y crímenes racistas se dan con frecuencia escandalosa en ese país.

Entre las muchas preocupaciones que deja la matanza en el supermercado, a nombre de la supremacía blanca, algo queda claro: ese joven representó a mucha gente, a millones que piensan y creen en lo que él presume, a pesar de que haya leyes en ese país que digan lo contrario.

Violencias machistas

La violencia sexista, en este caso la de hombres machistas hacia las mujeres, hasta ahora no se ha detenido en ninguna parte del mundo por más leyes que se aprueben y se tomen medidas para frenarla.

Pareciera que hay mucha gente sensibilizada ante el problema de la violencia hacia las mujeres pero aún así, esa forma de violencia sigue dándose. Está tan arraigada en algunos hombres que pareciera genética pero no, es cultural.

Por los siglos, en todas las sociedades, ha existido la creencia (no sólo masculina) de supremacía de los hombres sobre las mujeres, de propiedad sobre un cuerpo que ellos adquieren por ley y por la iglesia o, simplemente, por el deseo de poseerlas, como si fuesen un objeto.

La violencia machista se expresa de múltiples formas, desde la mortal hasta la “amorosa”. Te reprimo, te castigo, te mato porque te quiero. No hay ley que detenga a creencias tan obtusas. La gente no se desprende por decreto de las herencias culturales. Puede ser que por las leyes y la presión social, se reprima se controle un poco esa violencia, pero cuando el machista lo crea necesario, saca el cuchillo o el revólver y hiere o mata, ejerciendo un derecho en el que cree, el cultural.

Sin duda, las leyes y medidas de protección en los casos de violencia contra la mujer son un recurso imprescindible pero el objetivo no debería ser reducir esa violencia, sino erradicarla. El objetivo es #NiUnaMás.

Otras violencias y sus leyes

A la violencia misógina, hacia las mujeres, se agrega la homofobia y transfobia, la de hombres y mujeres que desprecian y ofenden a quienes se expresan con una sexualidad alternativa. Esa violencia tampoco se ha detenido a pesar de que, en algunos países, existen leyes para controlarla.

Los países que han aprobado leyes orientadas a la equidad y protección de las minorías sexuales han logrado significativos avances sociales sobre todo en quienes forman parte de esas minorías y para quienes respetan la ley pero la gente bárbara persiste apoyada en creencias y valores e instituciones que la respaldan.

Quienes sienten afectadas sus creencias y valores por leyes creadas para proteger a la libertad sexual, siguen creyendo en la “normalidad” biológica y lo que las sagradas escrituras sostienen: sexo solo entre un macho y una hembra, como es natural. Lo demás es perversión, ¡fuera!, y actúan en consecuencia.

De lo que acabo de decir se infiere…

Ante las diferentes formas de violencia y en particular, la racista y la sexista, hay que hacer un trabajo social mucho más profundo que legislar para lograr su erradicación y el derecho de todos y todas.

Los decretos y leyes son necesarios pero no son suficientes para resolver problemas con arraigo cultural. Las leyes pueden inhibir las conductas que se consideren delitos raciales y sexuales, por ejemplo, pero no eliminan la motivación que lleva a esos delitos: la creencia de ser superior y con derechos «naturales» o celestiales.

Para cambiar creencias primitivas, hacen falta cambios profundos en la educación y no me refiero solo a los contenidos escolares, sino a los mensajes que las familias, los medios, las redes, todas las instituciones sociales le transmiten a sus miembros y, por supuesto, respaldarlos con conductas que sirvan de ejemplo. Así podremos lograr una sociedad que realmente proteja los derechos humanos de todos los grupos, sin discriminar razas o género sexual.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Hay esperanza: el suicidio es evitable

¿Cómo valoras esta información?

5

QUÉ CHÉVERE

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO

OPINIÓN · 22 JULIO, 2022 05:14

Nuevo (des)orden mundial

OPINIÓN · 21 JULIO, 2022 05:12

El abuso sexual no toma vacaciones

OPINIÓN · 20 JULIO, 2022 05:45

Las feministas somos intensas