close

OPINIÓN · 9 DICIEMBRE, 2022 05:30

Un nuevo intento de negociación

Ver más de

Oscar Doval

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

El 26 de noviembre se reanudó oficialmente en México la mesa de negociación entre el gobierno y oposición tras un año de interrupción.

El primer acuerdo logrado, de carácter social, comprende la creación de un fideicomiso internacional administrado por las Naciones Unidas, para abordar la crisis humanitaria de Venezuela. Este fideicomiso, de 3.000 millones de dólares, será fondeado con dinero procedente de los más de 20 mil millones de dólares pertenecientes al Estado venezolano, congelados en cuentas extranjeras como consecuencia de las sanciones.

Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la delegación negociadora por parte del gobierno, informó que los fondos serán utilizados para la compra de vacunas, el pago de la deuda pendiente con la Organización Panamericana de la Salud, medicamentos para 60.000 pacientes oncológicos, la recuperación de seis bancos de sangre y la rehabilitación de 31 centros de salud públicos y hospitales maternos.

Asimismo, buena parte de este dinero será destinado a la recuperación de 2.300 escuelas públicas, así como para el reforzamiento del sistema eléctrico público.

Encuadre

Lejos de todo pesimismo respecto al actual intento de negociación, expuesto por los adversos a la administración de Maduro, dentro y fuera de Venezuela, las circunstancias dadas para el diálogo y la negociación en esta oportunidad son radicalmente distintas a las observadas en el pasado.

Recordemos que, en los intentos de República Dominicana de 2017, Noruega-Barbados 2019 y México 2021, las solicitudes de las partes encontradas fueron imposibles de conciliar. La oposición pedía de una u otra manera la salida de Maduro del poder, y el oficialismo, solicitaba la legitimidad internacional de este.

Lo que entonces obligaba a ambas partes a sentarse a negociar, era lograr la gobernabilidad de un país políticamente fragmentado con protestas y conflictos por doquier, así como el hostigamiento sancionatorio «yanqui» que hacía estragos económicos en el país.

La absurda pretensión de la oposición de hacerse con el control político del país, y además, hacer pasar por la guillotina de la justicia internacional a la dirigencia chavista, dieron al traste con toda posibilidad de acuerdos.

En este nuevo intento de negociación, el encuadre de diálogo se redimensiona con un Maduro indudablemente fortalecido nacional e internacionalmente, así como una oposición fragmentada y muy venida a menos. El debilitamiento de la oposición se debe a la continua reedición de torpezas políticas dada por una omnipotente ceguera de sus dirigentes antichavistas y los sucesivos engaños a sus acólitos venezolanos y extranjeros.

Los incentivos

Hoy en día, según revelan varias encuestas, a los venezolanos cada vez nos interesan menos las diferencias y el conflicto entre el oficialismo y la oposición, y estamos ganados a acuerdos políticos que permitan sentar las bases para la recuperación económica del país.

Asimismo, pocos países apoyan el gobierno interino de Guaidó y la mayoría del mundo comienza a entender que los conflictos políticos de Venezuela sólo pueden ser resueltos por los propios venezolanos por la vía electoral y no a través de golpes de Estado, invasiones y otras aventuras peregrinas, que estuvieron en la agenda de muchos gobiernos adversos a Maduro, incluyendo el de EE. UU.

De cara a la nueva ronda de negociaciones, de los actores más interesados que se resuelvan los problemas políticos venezolanos, el gobierno tiene como claro objetivo lograr el levantamiento de las sanciones internacionales para avanzar en la recuperación económica del país, lo que además suscribimos el 80% de los venezolanos. La oposición en un acercamiento a la sindéresis, pretende unas elecciones presidenciales en 2024, transparentes, justas y equilibradas. Los gringos y europeos, por otra parte, buscan fuentes alternativas de energía en Venezuela, debido a la complejidad geopolítica dada por el conflicto Rusia-Ucrania.

Parece pues, que después de mucho tiempo, están dadas las condiciones en términos de expectativas razonables, para que esta nueva ronda de encuentros en México puedan arrojar resultados productivos.

El comienzo

Lejos de celebrar victorias tempranas, estamos claros que cualquier proceso de diálogo y negociación política, suele ser largo y escabroso. Encuentros, desencuentros, desacuerdos y acuerdos, sentares y levantares, es lo que probablemente veamos en los próximos meses.

Históricamente las negociaciones de crisis políticas suelen tomar años y hasta décadas. En el caso de Venezuela podemos encontrarnos ante un proceso de diálogo mucho más corto y fructífero, dada la coyuntura electoral del 2024 como un punto interesante de inflexión respecto al destino político del país. 

A lo que definitivamente no puede renunciar el grupo de negociación y las partes interesadas, es a la vocación de encuentro y permanencia de cara a la generación de acuerdos que favorezcan a Venezuela. De hecho, es deber de nosotros los ciudadanos de a pie, a través de medios de comunicación, gremios y movimientos sociales, clamar y exigir continuidad y puntos de encuentro, a las partes en conflicto.

¿Por qué no?

Partiendo de un supuesto de buena fe, en virtud del cual tanto el chavismo como la oposición están interesados en el bienestar de todos los venezolanos, nos preguntamos si la mesa de diálogo de México podría ser un espacio para debatir no sólo temas políticos sino adentrarse en otros aspectos importantes para el desarrollo del país.

Si bien, los acuerdos electorales resultan vitales para la vida democrática de Venezuela, una agenda económica y social a largo plazo, es lo que realmente los venezolanos necesitamos y exigimos.

Más allá del levantamiento de las sanciones, llegó el momento de trazar y comenzar a transitar la ruta de un plan país a largo plazo donde podamos dar continuidad a políticas que dibujen la Venezuela futura que todos merecemos ¿Qué estamos esperando?

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Lo bueno y no tan bueno sobre Chevron

ESPECIALES · 25 SEPTIEMBRE, 2021

Qué pasa en la frontera sur de Estados Unidos

Texto por Ivan Reyes | @IvanEReyes

ESPECIALES · 4 SEPTIEMBRE, 2021

Salud sexual en Venezuela: guía para jóvenes

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

ESPECIALES · 1 JULIO, 2021

Venezolanos en el Río Grande

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

ESPECIALES · 29 JUNIO, 2021

#PandemiaEnVenezuela

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2021

#UnAñoDePandemia

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 20 FEBRERO, 2021

Explosión Monagas

Texto por Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez

ESPECIALES · 4 FEBRERO, 2021

Cáncer en Venezuela

Texto por Mariana Souquett Gil | @nanasouquett

ESPECIALES · 7 NOVIEMBRE, 2020

INVESTIGACIÓN | Finanzas dispersas: el rompecabezas del Gobierno interino

Texto por Equipo de Investigación (*)

ESPECIALES · 5 JULIO, 2020

Civiles que hicieron historia

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 14 ENERO, 2020

INVESTIGACIÓN | Metro Dirección Colapso

Texto por María Victoria Fermín Kancev | @vickyfermin

ESPECIALES · 17 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | 102 toneladas de droga esfumadas en manos del Estado

Texto por Cristina González | @twdecristina

ESPECIALES · 16 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Vargas: Tragedia y olvido

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 22 OCTUBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Infancia de luto

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Parir y nacer en la Venezuela del hambre

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Misses y santos

Texto por Ana Griffin y Reynaldo Mozo Zambrano

ESPECIALES · 15 JULIO, 2020

INVESTIGACIÓN | Arco Minero del Orinoco: crimen, corrupción y cianuro

Texto por Julett Pineda y Edgar López

ESPECIALES · 30 MAYO, 2019

El amargo cacao venezolano: entre el delito y el asedio oficial

Texto por Vanessa Moreno Losada | @MoreLosada24

OPINIÓN · 8 DICIEMBRE, 2022 05:30

Al rescate de la generación Alfa

Los hijos de los millennials son los niños con el plus en las habilidades digitales. “Sea usted de la generación X, millennial o afortunado zeta. Da igual. Nunca será nada por mucho tiempo. Viejo, siempre a punto de caducar como un yogur. Ese y no otro es el espíritu de nuestra época” Karelia Vásquez, especialista […]

OPINIÓN · 7 DICIEMBRE, 2022 05:30

Un hijo de inmigrantes conmociona la tradición política británica

El origen étnico, la juventud y la fortuna de Rishi Sunak, nuevo Primer Ministro del Reino Unido, sacuden los cimientos de la política británica. Este líder del Partido Conservador recibió el aval de 100 parlamentarios para asumir el cargo en esta democracia parlamentaria, asediada por una crisis económica y un desgaste derivado de la renuncia […]

OPINIÓN · 6 DICIEMBRE, 2022 05:30

Aprender a pensar, inferir y actuar

Mientras los procesos de formación universitaria sigan acumulando procesos de enseñanza-aprendizaje en forma de datos inertes, los resultados serán profesionales apáticos. Por consiguiente, profesionales sin mayor observancia de problemas del desarrollo, con actitudes empobrecidas ante las necesidades que crea la complejidad de las realidades. Además, actitudes siempre escurridizas de la atención que requiere el desencuentro […]

OPINIÓN · 5 DICIEMBRE, 2022 05:30

El futuro de la humanidad: ¿una especie biotecnológica?

Todas las especies son transitorias, pueden extinguirse, generar otras nuevas o transformarse con el tiempo debido a las mutaciones y los cambios ambientales. Entonces ¿qué se podría esperar de una especie al evolucionar en la Tierra durante un millón de años? En ese momento, los continentes tendrán un aspecto similar al actual y el Sol […]

OPINIÓN · 5 DICIEMBRE, 2022

Un nuevo intento de negociación

Texto por Oscar Doval

El 26 de noviembre se reanudó oficialmente en México la mesa de negociación entre el gobierno y oposición tras un año de interrupción.

El primer acuerdo logrado, de carácter social, comprende la creación de un fideicomiso internacional administrado por las Naciones Unidas, para abordar la crisis humanitaria de Venezuela. Este fideicomiso, de 3.000 millones de dólares, será fondeado con dinero procedente de los más de 20 mil millones de dólares pertenecientes al Estado venezolano, congelados en cuentas extranjeras como consecuencia de las sanciones.

Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la delegación negociadora por parte del gobierno, informó que los fondos serán utilizados para la compra de vacunas, el pago de la deuda pendiente con la Organización Panamericana de la Salud, medicamentos para 60.000 pacientes oncológicos, la recuperación de seis bancos de sangre y la rehabilitación de 31 centros de salud públicos y hospitales maternos.

Asimismo, buena parte de este dinero será destinado a la recuperación de 2.300 escuelas públicas, así como para el reforzamiento del sistema eléctrico público.

Encuadre

Lejos de todo pesimismo respecto al actual intento de negociación, expuesto por los adversos a la administración de Maduro, dentro y fuera de Venezuela, las circunstancias dadas para el diálogo y la negociación en esta oportunidad son radicalmente distintas a las observadas en el pasado.

Recordemos que, en los intentos de República Dominicana de 2017, Noruega-Barbados 2019 y México 2021, las solicitudes de las partes encontradas fueron imposibles de conciliar. La oposición pedía de una u otra manera la salida de Maduro del poder, y el oficialismo, solicitaba la legitimidad internacional de este.

Lo que entonces obligaba a ambas partes a sentarse a negociar, era lograr la gobernabilidad de un país políticamente fragmentado con protestas y conflictos por doquier, así como el hostigamiento sancionatorio «yanqui» que hacía estragos económicos en el país.

La absurda pretensión de la oposición de hacerse con el control político del país, y además, hacer pasar por la guillotina de la justicia internacional a la dirigencia chavista, dieron al traste con toda posibilidad de acuerdos.

En este nuevo intento de negociación, el encuadre de diálogo se redimensiona con un Maduro indudablemente fortalecido nacional e internacionalmente, así como una oposición fragmentada y muy venida a menos. El debilitamiento de la oposición se debe a la continua reedición de torpezas políticas dada por una omnipotente ceguera de sus dirigentes antichavistas y los sucesivos engaños a sus acólitos venezolanos y extranjeros.

Los incentivos

Hoy en día, según revelan varias encuestas, a los venezolanos cada vez nos interesan menos las diferencias y el conflicto entre el oficialismo y la oposición, y estamos ganados a acuerdos políticos que permitan sentar las bases para la recuperación económica del país.

Asimismo, pocos países apoyan el gobierno interino de Guaidó y la mayoría del mundo comienza a entender que los conflictos políticos de Venezuela sólo pueden ser resueltos por los propios venezolanos por la vía electoral y no a través de golpes de Estado, invasiones y otras aventuras peregrinas, que estuvieron en la agenda de muchos gobiernos adversos a Maduro, incluyendo el de EE. UU.

De cara a la nueva ronda de negociaciones, de los actores más interesados que se resuelvan los problemas políticos venezolanos, el gobierno tiene como claro objetivo lograr el levantamiento de las sanciones internacionales para avanzar en la recuperación económica del país, lo que además suscribimos el 80% de los venezolanos. La oposición en un acercamiento a la sindéresis, pretende unas elecciones presidenciales en 2024, transparentes, justas y equilibradas. Los gringos y europeos, por otra parte, buscan fuentes alternativas de energía en Venezuela, debido a la complejidad geopolítica dada por el conflicto Rusia-Ucrania.

Parece pues, que después de mucho tiempo, están dadas las condiciones en términos de expectativas razonables, para que esta nueva ronda de encuentros en México puedan arrojar resultados productivos.

El comienzo

Lejos de celebrar victorias tempranas, estamos claros que cualquier proceso de diálogo y negociación política, suele ser largo y escabroso. Encuentros, desencuentros, desacuerdos y acuerdos, sentares y levantares, es lo que probablemente veamos en los próximos meses.

Históricamente las negociaciones de crisis políticas suelen tomar años y hasta décadas. En el caso de Venezuela podemos encontrarnos ante un proceso de diálogo mucho más corto y fructífero, dada la coyuntura electoral del 2024 como un punto interesante de inflexión respecto al destino político del país. 

A lo que definitivamente no puede renunciar el grupo de negociación y las partes interesadas, es a la vocación de encuentro y permanencia de cara a la generación de acuerdos que favorezcan a Venezuela. De hecho, es deber de nosotros los ciudadanos de a pie, a través de medios de comunicación, gremios y movimientos sociales, clamar y exigir continuidad y puntos de encuentro, a las partes en conflicto.

¿Por qué no?

Partiendo de un supuesto de buena fe, en virtud del cual tanto el chavismo como la oposición están interesados en el bienestar de todos los venezolanos, nos preguntamos si la mesa de diálogo de México podría ser un espacio para debatir no sólo temas políticos sino adentrarse en otros aspectos importantes para el desarrollo del país.

Si bien, los acuerdos electorales resultan vitales para la vida democrática de Venezuela, una agenda económica y social a largo plazo, es lo que realmente los venezolanos necesitamos y exigimos.

Más allá del levantamiento de las sanciones, llegó el momento de trazar y comenzar a transitar la ruta de un plan país a largo plazo donde podamos dar continuidad a políticas que dibujen la Venezuela futura que todos merecemos ¿Qué estamos esperando?

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Lo bueno y no tan bueno sobre Chevron

¿Cómo valoras esta información?

QUÉ CHÉVERE

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO

OPINIÓN · 8 DICIEMBRE, 2022 05:30

Al rescate de la generación Alfa

OPINIÓN · 6 DICIEMBRE, 2022 05:30

Aprender a pensar, inferir y actuar