El gobernante Nicolás Maduro aseguró el lunes 1 de julio que su programa televisivo nacional Con Maduro+, que se transmite semanalmente a través del canal estatal Venezolana de Televisión, será suspendido hasta que finalice el proceso electoral presidencial del próximo 28 de julio, en aras, según dijo, de “cumplir” con las regulaciones de la Ley en cuanto al uso de los medios oficiales en las campañas comiciales.

Pero, desde que se anunció la fecha electoral para este proceso, ha sido evidente, como en anteriores elecciones, el desbalance que desde los medios de comunicación social estatales existe con respecto a la propaganda favorable al partido de gobierno y la poca o nula difusión de lo que hacen sus contendores, especialmente los partidos que conforman la Plataforma Unitaria Democrática.

Medios privados prohibidos, un pluralismo inexistente y periodistas en el exilio. En vísperas de las elecciones presidenciales que se celebrarán el 28 de julio, Reporteros Sin Fronteras (RSF) advirtió en un reciente documento que el panorama informativo ha quedado totalmente atrofiado en Venezuela bajo la presidencia de Nicolás Maduro, que aspira a un tercer mandato.

«En Venezuela, la campaña para las elecciones presidenciales se está desarrollando en un clima de censura. En una década, el régimen de Nicolás Maduro se ha esforzado por apuntalar la hegemonía del Estado en el panorama mediático, al tiempo que ha reducido el espacio para el periodismo independiente. RSF pide al gobierno venezolano que garantice el ejercicio del periodismo, especialmente durante este periodo electoral», dijo sobre esto Artur Romeu, director de la oficina de RSF en América Latina.

La Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) y su Reglamento General contemplan que los medios públicos y privados deben dar una “cobertura completa y balanceada de las informaciones” de campaña.

«Con elecciones o sin ellas, con leyes sobre medios convertidas en papel mojado, con un CNE levantando una voz tímida con una apariencia de compromiso, de las arcas del Estado venezolano sale el presupuesto para unos medios públicos que no son para todos los venezolanos y privilegian al partido gubernamental», destaca el informe.

Las plataformas digitales independientes, muchas con restricciones de acceso por orden del Gobierno, han sido una ventana importante para que los candidatos opositores y sus socios políticos puedan difundir sus mensajes en una Venezuela donde el gobierno ejerce una “hegemonía” en los medios tradicionales, según análisis de organismos independientes, expertos y sondeos recientes. Al mismo tiempo, el oficialismo se ha volcado a las redes sociales buscando una mayor audiencia.

Según datos de la ONG Súmate, en las anteriores elecciones regionales y municipales de 2021 más de 60,56 % de la información y propaganda difundidas en las plataformas de los principales medios del Estado favorecieron al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Qué dice la norma

El apartado 10 del artículo 72 de la Lopre establece que debe haber igualdad de acceso a los medios de comunicación. Mientras que el artículo 79 dice que: «Los medios de comunicación social, públicos o privados, y los productores independientes, no podrán efectuar por cuenta propia ningún tipo de difusión de propaganda tendente a apoyar a algún candidato o a alguna candidata, ni a estimular o desestimular el voto del elector o electora a favor o en contra de alguna de las candidaturas».

Cada vez más zonas de silencio

La desaparición masiva de medios en los últimos años ha sumido a los habitantes de las regiones más remotas en auténticos agujeros negros informativos. Según un mapa elaborado en 2023 por el Instituto Prensa y Sociedad (IPyS), una ONG que monitorea la libertad de prensa en el país, más de siete millones de venezolanos – el 21% de la población- tienen un acceso insuficiente a fuentes locales de información. Cerca del 30% de la población se informa esencialmente a través de los canales gratuitos de televisión, que cubren cada vez menos temas de interés general, como la política y la economía, debido a la censura que ejerce el Estado.

Actualmente, el periodismo independiente se concentra casi por completo en la esfera digital. Sin embargo, destaca RSF, muchas de estas iniciativas luchan por sobrevivir, ya que dependen en gran medida de modelos de financiación basados en la filantropía y la cooperación internacional. La dificultad de acceso de gran parte de la población a una conexión de Internet estable y de calidad también merma la capacidad de estos medios para ampliar su audiencia, al igual que los repetidos bloqueos de portales de noticias por parte del gobierno.

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