Cerrar la puerta a la misión electoral de la UE es un retroceso para el acuerdo de Barbados, alertan expertos
Foto: DW Credit: Deutsche Welle

El gobierno de Nicolás Maduro reaccionó casi de manera simultánea a la decisión de la Unión Europea (UE) de prorrogar las sanciones contra funcionarios de su administración.

Aunque la extensión se hizo solo por seis meses y no por un año, como era la práctica habitual, Miraflores no lo tomó como una buena señal y determinó que el bloque europeo se “inhabilitó” para poder participar en procesos políticos venezolanos.

Para el doctor en ciencias políticas Carlos Romero y el internacionalista Félix Arellano esto significa que Maduro le cierra la puerta a la misión de observación electoral de la UE y, con esto, incumple el acuerdo político de Barbados que contiene, en su punto 4, la invitación a esta misión técnica como parte de las garantías comprometidas.

“Esto es un jaque mate que le da el gobierno a la posibilidad de que la Unión Europea pueda participar a través de su misión electoral y, al mismo tiempo, se convierte en una alarma para los sectores democráticos en el sentido de que lo comprometido en Barbados no está en su mejor momento”, expone Romero.

En su opinión, esto abona el terreno para que el gobierno chavista cuestione otras misiones de observación como la del Centro Carter y aleja aún más la posibilidad de que se den otras condiciones como la habilitación de la candidata presidencial de la Plataforma Unitaria María Corina Machado.

Romero considera que la prórroga de las sanciones debe ser entendida como un símbolo de que la UE no está satisfecha con lo que hasta ahora ha demostrado el gobierno de Maduro, en relación a crear mejores condiciones electorales para que las presidenciales de 2024, más que como un castigo prolongado a dirigentes y funcionarios de Venezuela.

“El gobierno venezolano prácticamente elimina la posibilidad de que haya una MOE de la UE en tierra venezolana y eso significa un retroceso, con esto está demostrando que no tiene convencimiento de garantizar unas elecciones libres y creíbles”, cuestiona.

Arremetida contra la UE

Para el internacionalista Arellano, “el acuerdo de Barbados se viene complicando por varias vías”.

“En ningún momento se ha dicho que las sanciones se van a desmontar unilateralmente a cambio de nada. Creo que puede ser que Miraflores ya no está interesada en seguir negociando porque lo que está ocurriendo es precisamente el proceso que está planteado, en la medida en que haya avance se van desmontando las sanciones, no al revés”, argumenta.

Califica de acertada la decisión de prorrogar las sanciones pues “es coherente y deja claro que estos son mecanismos de presión y no de perpetuidad”.

“La Unión Europea no tiene mayores sanciones sino esas, las redujo y está en la mesa, está dispuesta a contribuir con la negociación. Esto evidencia una buena coordinación de la alianza trasatlántica, esa alianza funciona mientras esté el partido demócrata en la presidencia, pero tengo temor de que al llegar los republicanos esta vinculación, que ha funcionado tan bien con Europa, se empiece a debilitar”, explica.

El profesor subraya que si Maduro espera un “cheque en blanco” de la Unión Europea no lo va a obtener. “La jugada es ´si quieres ser observador, me tienes que desmontar todo´, pero Miraflores también tiene que cumplir, ¿para cuándo la liberación de los presos políticos y las condiciones electorales competitivas?”, se pregunta.

“Cada día se le pone más espinas a la posibilidad de llevar adelante la elección libre y democrática en el país”, agrega Romero.

El politólogo cree que el acuerdo político recientemente firmado por las delegaciones del chavismo y la oposición tiene 50% de probabilidades de ejecutarse y 50% de incumplirse.

Las dos diferencias que destaca de este proceso de negociación de los otros es la presencia activa de representantes de EEUU y de la UE y la definición de compromisos mucho más concretos.

“Si en Miraflores no creen que puede haber una negociación conveniente van a taclear la mesa en cualquier momento”, advierte Arellano.

Aunque reconoce la importancia que tiene la flexibilización de sanciones y, por ende, el acceso a recursos para el gobierno de Maduro. Esta es, de hecho, el incentivo más importante que mantiene al oficialismo en la mesa.