Cientos de seguidores del chavismo se movilizaron este martes 30 de julio en apoyo al gobernante Nicolás Maduro. Dos marchas fueron convocadas para este martes. Una saldría desde Catia y la otra desde Petare. Sin embargo, la última fue movida a la avenida Libertador, a la altura de la sede de la Cantv. Ambas convocatorias se encontraron en los alrededores del palacio de Miraflores para escuchar las palabras de Nicolás Maduro.
El gobernante venezolano esperaba tener una gran celebración tras haber sido proclamado como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Sin embargo, la realidad fue otra.
El grueso de la concentración que estaba en la avenida Urdaneta, un poco más adelante de Puente Llaguno y no se extendía mucho más.
Nicolás Maduro habló desde el Balcón del Pueblo, donde se concentraron cientos de personas. Maduro habló desde las 6:30 de la tarde hasta poco después de las 7:15 de la noche. En su discurso habló sobre un proceso constante de patrullaje militar y policial en Venezuela.
Parte de ese patrullaje se vio este martes, más temprano, en el municipio Chacao cuando decenas de motorizados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) circulaban de forma constante para perseguir y reprimir a los manifestantes opositores que se encontraban en la zona. Especialmente a los que iban en moto.
Nicolás Maduro celebró su polémica reelección
Antes de la llegada de Nicolás Maduro al Balcón del pueblo, sus seguidores se encontraban en las afueras del lugar. En la mayoría de los casos eran personas que marcharon desde Catia hasta esa zona de la avenida Urdaneta, en el centro de Caracas.
Luego, con la apertura de las puertas del Balcón del pueblo, las personas ingresaron para tomar puestos y esperar al gobernante venezolano que buscaba celebrar su segunda reelección.
También se destacó la presencia de motorizados identificados con el gobierno venezolano, así como militantes de otros partidos del denominado Gran Polo Patriótico. Sin embargo, esta convocatoria no fue para nada similar a las anteriores realizadas por el chavismo en la capital venezolana. En el ambiente había una sensación de duda que se hacía perenne con el pasar de los minutos.
No obstante, el chavismo volvió a instalar tarimas para que sus seguidores pudieran cantar las acostumbradas consignas que los identifican.
Mientras esto ocurría en el centro de la ciudad, al este se respiraba el gas lacrimógeno que quedaba flotando después de una nueva jornada de represión.
Nicolás Maduro convocó a sus seguidores a hacer movilizaciones diarias hasta culminar con un concierto el sábado 3 de agosto.