¿Fue un error que Maduro aceptara sentarse con presidente de Guyana? Internacionalistas responden
Venezuela y Guyana firmaron un compromiso de no agresión militar. Foto: ANTV

Luego de la reunión entre los gobernantes de Guyana, Irfaan Ali y de Venezuela, Nicolás Maduro, en San Vicente y las Granadinas, internacionalistas concluyeron que Miraflores se fue con las manos vacías de dicho encuentro, mientras que la nación vecina reforzó su posición.

Las declaraciones posteriores al cara a cara que contó con la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de la Comunidad del Caribe (Caricom) y de Brasil, entre otros países, tanto de Maduro como Ali, parecen confirmarlo.

Por un lado Ali no dará un paso atrás en cuanto a las licencias petroleras otorgadas para la explotación en el área marítima, mientras que Maduro solo insistió en el diálogo para resolver el tema del diferendo.

«Pura retórica»

«Se ratificó la posición de Guyana que no renunciará a la vía de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pese a las objeciones de Venezuela. Por otro lado quedó en evidencia que Maduro nunca tuvo las intenciones de una invasión militar en el territorio Esequibo, que fue pura retórica, por lo que no le quedan más opciones que defender la posición de Venezuela en la Corte que se declaró competente. No presentar la contramemoria no le hace un favor a nadie», sostuvo el internacionalista Iván Rojas.

El punto uno del acuerdo entre Venezuela y Guyana establece que ambas partes se comprometen a no usar la fuerza militar para apropiarse del territorio de 159.000 kilómetros que los dos países se atribuyen como propio, mientras que el punto seis complementa al incluir que deben abstenerse de realizar hechos o palabras que agraven el conflicto limítrofe.

Sin embargo, para Rojas, directivo del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, una guerra entre ambos países nunca ha sido un escenario realmente posible, al menos para Maduro, por el apoyo con el que cuenta Guyana, tanto de miembros del Caricom, como de Brasil y otros aliados de Miraflores como Cuba.

«Todo ese discurso nacionalista (de Maduro), el referendo fue más para una audiencia interna, para ganar apoyo, debilitar a la oposición, pero sin efecto en el conflicto limítrofe con Guyana», dijo a Efecto Cocuyo.

«A Maduro lo sentaron»

El internacionalista Lauren Caballero coincide en que pese, a la narrativa de Maduro y de su «aparato de propaganda oficial» que intenta convertir la reunión con Ali en una «victoria diplomática» para Venezuela, el gobierno guyanés fue el que obtuvo lo que quería: un compromiso de Miraflores de no invadir militarme la zona en disputa.

«¿Por qué se convocó esa reunión?» Porque había una percepción de un grupo de Estados de que Venezuela había hecho manifestaciones de que pudiera usar la fuerza militar para ocupar el territorio Esequibo y se hace el encuentro para evitar esa escalada militar. ¿A quién le convenía ese compromiso? A Guyana que se sentía amenazada producto de la pregunta cinco del referendo sobre la creación de la Guayana Esequiba», señaló.

En declaraciones a Efecto Cocuyo, el también experto en política internacional y democracia afirmó que «fue un error» de Maduro aceptar que un bloque de países no neutral en el conflicto, como los agrupados en el Caricom, porque apoyan a Guyana, «lo sentaran» con Ali, porque, sostuvo, cedió la ficha de un probable uso de la fuerza militar sin que Guyana diera nada a cambio.

«Al darle largas al asunto, Maduro puedo haber usado esa ficha (la de la fuerza militar) para negociar el regreso a otros mecanismos para solucionar la controversia teritorial, establecidos en el artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas como la conciliación y el arbitraje, pero ya de comprometió a no usarla y ahora no tiene como presionar a Guyana, de manera que quien obtuvo una victoria diplomática y mediática fue Guyana», subrayó.

El acuerdo entre Venezuela y Guyana, el cual advierten los expertos, es un compromiso y no un documento de validez juríridica internacional y se señala que en tres meses el diálogo que inició en San Vicente y las Granadinas debe continuar en Brasil.

También se aprobó una comisión conjunta de los ministros de Relaciones Exteriores y técnicos de Venezuela y Guyana para hacer seguimiento al documento firmado y presentar en un plazo de tres meses un informe actualizado.

Caballero recuerda que el 8 de abril de 2024, Venezuela debe presentar su contramemoria ante la CIJ, por lo que Miraflores tiene justo esos tres meses para decidir si envía o no esa representación. No hacerlo, advirtió al igual que Rojas, sería otro error de la administración de Maduro.

¿Bajará las tensiones?

Tres meses fue lo que dio Maduro también a las trasnacionales como la Exxon Móbil para que se retiraran del área marítima de la zona en reclamación, por lo que deberá explicar si a raíz de la reunión con Ali, si esa medida quedó sin efecto.

Rojas destacó que por el solo hecho de reunirse, bajaron las tensiones entre Venezuela y Guyana, tras una guerra de micrófonos que llevaba semanas, pero cree que pueden volver a subir si Maduro observa que una nueva escalada le será útil para su campaña electoral de 2024, lo cual aclaró, será más para uso doméstico que internacional.

Sin embargo, Caballero agregó que al lograr el compromiso de no agresión militar por parte de Venezuela, el gobierno guyanés restará importancia a la propaganda interna sobre el Esequibo por parte de Miraflores, por lo que al menos del lado de ese país no habrá reacciones contundentes.

No hay propaganda que pueda cambiar esto”, subrayó Ali al mostrar a la prensa una pulsera que llevaba puesta en la reunión con Maduro, en la que estaba dibujado el mapa de Guyana con el Esequibo anexado.

En cuanto a las medidas anunciadas por el gobierno de Maduro para dar cumplimiento a lo aprobado en el referendo del 3 de diciembre, los internacionalistas recuerdan que son más de tipo simbólico porque no implican ocupación del territorio Esequibo, entre ellas la designación de autoridad única para la Guayana Esequiba, cuya sede estará en Tumeremo, estado Bolívar, lejos de la zona en disputa, así como el uso de un nuevo mapa político del país con la zona en reclamación anexada.

Reunión entre Maduro e Irfaan Ali fue promovida por la Celac, Caricom y Brasil

¿Qué le queda a las autoridades venezolanas?

Caballero sostuvo que al ser Guyana la que administra efectivamente el Esequibo, Venezuela no podrá impedir que continúen las licencias petroleras en el área marítima, por lo que solo resta a la Fuerza Armada venezolana reforzar la presencia en la zona delimitada por el estado Delta Amacuro, además de preparar la defensa ante la CIJ.

«No hay señales claras de actos de soberanía en el Esequibo por parte de Venezuela e incumplir el compromiso adquirido tendría un costo político internacional superior para el país», acotó Caballero.

La Asamblea Nacional de 2020 aprobó el pasado 6 de diciembre, en primera discusión, el proyecto de Ley para la Defensa de la Guayana Esequiba que contempla la creación del nuevo estado venezolano, además del uso del mapa en instituciones del Estado y educativas, pero también inhabilitaciones políticas (artículo 21) contra quienes se considere estén a favor de la posición de Guyana en el conflicto limítrofe.

Caballero alerta que de aprobarse la ley, que parece haber sido frenada en el Parlamento con mayoría del chavismo debido al encuentro entre Maduro y Ali, sería especialmente para usarla contra opositores como la aspirante a la Presidencia, María Corina Machado, quien ha sostenido que Venezuela debe defender el Esequibo ante la CIJ, cuya jurisdicción rechaza Miraflores.

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