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El dirigente opositor, reconocido por un grupo de países como presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, aseveró que el mandatario Nicolás Maduro “pretende convertir el país en un “refugio de terroristas” y “centro de operaciones de grupos irregulares”.

También afirmó que “los vínculos de Maduro con el terrorismo internacional son una amenaza para la región”.

Guaidó instó a los gobiernos democráticos del continente a poner la atención en estas presuntas relaciones e insistió en que “la dictadura seguirá siendo un peligro para América Latina hasta tanto no recuperemos la democracia en Venezuela”.

Estas declaraciones se producen horas después de que el presidente saliente de Colombia, Iván Duque, confirmara que la inteligencia militar de ese país investiga si el líder de la disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Iván Márquez, fue asesinado en territorio venezolano.

También denunció que el gobernante venezolano «está protegiendo a terroristas colombianos» a los cuales incluso señaló que les ha dado “dinero y los ha incluido en todas las líneas de negocio del cartel de los soles”.

«Hay que exigirle (a Maduro) que pare el enclave narcotraficante que está detonando el aumento de los cultivos ilícitos en la frontera, específicamente en el Catatumbo”, agregó.

De ser cierta la muerte de Márquez, esta sería la tercera baja de un disidente de las Farc en Venezuela. La primera de ellas fue la de alias Jesús Santrich, a quien asesinaron en la Sierra de Perijá en el estado Zulia en mayo de 2021; un año después, mayo de 2022, se confirmó la muerte de Miguel Botache Santanilla, conocido como «Gentil Duarte», también en el estado Zulia.

Duque y Maduro han sido duros oponentes. La tensa relación derivó en una ruptura de relaciones diplomáticas, en 2019, luego de que el mandatario colombiano reconociera a Guaidó como presidente interino.

Este sábado 2 de julio, Maduro volvió a implicar a Duque en presuntos planes de ataque terrorista, esta vez contra el sistema eléctrico nacional.