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«Lobby antisanciones” desata pugna en la oposición, ¿cuáles son las repercusiones?

POLÍTICA · 7 ABRIL, 2023 16:56

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Ibis Leon | @ibisL


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Unas declaraciones “a título personal” del nuevo representante de la oposición en Estados Unidos, Fernando Blasi, desató la pugna entre los partidos de la Plataforma Unitaria.

Blasi instó al gobierno de Joe Biden a relajar las sanciones petroleras contra el gobierno de Nicolás Maduro o correr el riesgo de que el país se convierta en otra Cuba con Washington como chivo expiatorio, publicó The Associated Press.

Esta opinión puso en evidencia que la oposición carece de consenso sobre la política que debe adoptar respecto a las sanciones. Así lo confirmó Freddy Guevara, presidente de la comisión de exteriores de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, instancia que el Departamento de Estado de Estados Unidos reconoce como el Parlamento legítimo de Venezuela.

 “Esa no es la posición de la AN. Estamos trabajando una posición oficial y lo más unitaria posible al respecto”, admitió.

Dinorah Figuera, presidenta de esta comisión legislativa, también se pronunció para aclarar que la posición de Blasi “no es oficial”; sin embargo, esto no satisfizo a dirigentes como Leopoldo López que, en su cuenta de Twitter, replicó: “¿Pero está o no de acuerdo?”.

Blasi no es el primero en pronunciarse a favor del levantamiento o flexibilización de las sanciones, también lo han hecho los gobernadores de oposición Manuel Rosales y Sergio Garrido, el exgobernador Henrique Capriles, así como miembros del sector empresarial, de la sociedad civil y gremios sindicales.

Argumentan que han sido perjudiciales para la población más pobre y vulnerable del país porque, sí bien la crisis económica tiene su origen en la crisis política y la gran corrupción, las medidas coercitivas han agravado la emergencia humanitaria.

El lobby antisanciones y la negociación

Efecto Cocuyo consultó a las politólogas Ana Milagros Parra y María Isabel Puerta Riera para evaluar las repercusiones que puede tener el “lobby antisanciones” en el proceso de negociación de México.

Las especialistas también compartieron sus opiniones sobre las sanciones como mecanismo de presión.

“El primer proceso de negociación tiene que darse a lo interno de la oposición para que aclaren qué van a hacer y hacia dónde van a ir”, cuestiona Puerta.

La profesora ve poco probable que Estados Unidos se plantee un levantamiento de las sanciones “porque Maduro no ha mostrado un cambio de conducta” y aunque el presidente Joe Biden quiera abrir alguna posibilidad “no lo puede hacer solo, sobre todo ante la parálisis que hay en la mesa de negociación”.

“Biden unilateralmente no va a tomar esa medida. Las sanciones no son un suiche (interruptor) que se pasa, son un entramado de limitaciones, regulaciones, es muy complicado implementarlas y mucho más levantarlas. Eso requiere de todo un proceso que implica apoyo legislativo”, explica.

La politóloga considera que los grupos que promueven el lobby antisanciones piensan que “creando condiciones mínimas que no sean tan restrictivas como las que se generan con las sanciones es posible que se canalicen esfuerzos democráticos en la oposición que no sean asfixiados por el régimen oficialista”.

“El problema está en que este tipo de propuestas se hacen sin que haya ningún tipo de flexibilización, el gobierno de Maduro sigue asfixiando los espacios que quedan de la sociedad civil. Es muy peligroso promover este tipo de soluciones cuando lo que pueden terminar haciendo es consolidar y fortalecer al régimen autoritario”, advierte.

Parra considera que es evidente que en la oposición “hay muchas líneas de acción  y de intereses que no están alineadas” y esta ausencia de unidad estratégica puede costar avances en la mesa de México que ya se encuentra paralizada.

“En este proceso de negociación el gobierno se sabe en posición de poder y lo está utilizando para hacer ver a la comunidad internacional que está dispuesto a dialogar con una oposición fragmentada que no tiene nada con qué negociar más allá del levantamiento de sanciones que no está en su poder”, expresa.

En su opinión, “es bastante preocupante que en un proceso de negociación no haya cohesión estratégica porque sin eso es muy poco lo que se puede lograr en términos de objetivos o concesiones por parte del gobierno”.

Adicionalmente, recuerda que las sanciones son el principal interés de la administración madurista y la idea de que el gobierno conceda garantías políticas sin que exista esta presión de por medio “no tiene ningún tipo de sustento”.

Efecto de las sanciones

“Las sanciones hay que verlas como un instrumento que utiliza un país para decirle al país sancionado: no me gusta tu comportamiento porque eres autocrático, porque violas derechos humanos y mereces una acción punitiva de mi parte. Las sanciones tienen que ir enmarcadas en una estrategia política, esa estrategia no funcionó y hay que replantearla”, señala Parra.

La analista destaca que aunque estas medidas coercitivas afectan la economía porque impactan en la industria petrolera, el desabastecimiento que sufrió el país se produjo antes de que se hicieran efectivas.

“No podemos negar que sí afectan, pero los efectos no son comparables con la debacle económica que inició el gobierno, con el clima político que no llama a inversionistas porque no hay seguridad jurídica, esas sanciones fueron una respuesta a la emergencia humanitaria compleja, a la corrupción generalizada y a los crímenes de lesa humanidad”, apunta.

El lobby antisanciones también responde a intereses económicos, agrega: “Hay personas que saben que con el levantamiento de sanciones van a tener beneficios comerciales porque va a haber empresas que quizás van a estar menos reacias a hacer negocios en Venezuela. Piensan que si no se puede lograr un cambio político a corto y mediano plazo entonces hay que vivir con lo que tenemos”.

Puerta admite que los autoritarismos apelan a mecanismos cada vez más sofisticados para eludir las sanciones: “No han funcionado en Cuba, no han funcionado en Venezuela y seguramente no van a funcionar en Nicaragua porque lo que hacen estos regímenes es que se consolidan argumentando soberanía, nacionalismo, hay un grupo de naciones que les presta apoyo no solo China y Rusia, hay todo un eje, una red que ayuda a esquivar las sanciones”.

No obstante, considera que el levantamiento de estas medidas es la única motivación que mantiene al gobierno chavista en la mesa de negociación.

“Es un problema para ellos porque sino no pedirían que las levanten. El error fue haber vendido las sanciones en sí mismas como la solución y el mecanismo para impulsar la transición democrática en Venezuela”, concluye.

La corrupción es otro flagelo que complejiza la crisis venezolana, desde la oposición también se arguye que si se dejan sin efecto estas medidas y el gobierno recupera sus ingresos petroleros nada garantizará que estos recursos se inviertan en atención humanitaria y que no se desvíen en un país donde no existen contrapesos institucionales ni rendición de cuentas. Por esta razón es que los fondos aprobados para el acuerdo social, firmado en México, serían administrados por las Naciones Unidas.

Para conocer la lista de sanciones que recaen sobre Venezuela, contra Pdvsa y funcionarios señalados de violar derechos humanos, te recomendamos hacer clic aquí.

 

POLÍTICA · 7 ABRIL, 2023

«Lobby antisanciones” desata pugna en la oposición, ¿cuáles son las repercusiones?

Texto por Ibis Leon | @ibisL

Unas declaraciones “a título personal” del nuevo representante de la oposición en Estados Unidos, Fernando Blasi, desató la pugna entre los partidos de la Plataforma Unitaria.

Blasi instó al gobierno de Joe Biden a relajar las sanciones petroleras contra el gobierno de Nicolás Maduro o correr el riesgo de que el país se convierta en otra Cuba con Washington como chivo expiatorio, publicó The Associated Press.

Esta opinión puso en evidencia que la oposición carece de consenso sobre la política que debe adoptar respecto a las sanciones. Así lo confirmó Freddy Guevara, presidente de la comisión de exteriores de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, instancia que el Departamento de Estado de Estados Unidos reconoce como el Parlamento legítimo de Venezuela.

 “Esa no es la posición de la AN. Estamos trabajando una posición oficial y lo más unitaria posible al respecto”, admitió.

Dinorah Figuera, presidenta de esta comisión legislativa, también se pronunció para aclarar que la posición de Blasi “no es oficial”; sin embargo, esto no satisfizo a dirigentes como Leopoldo López que, en su cuenta de Twitter, replicó: “¿Pero está o no de acuerdo?”.

Blasi no es el primero en pronunciarse a favor del levantamiento o flexibilización de las sanciones, también lo han hecho los gobernadores de oposición Manuel Rosales y Sergio Garrido, el exgobernador Henrique Capriles, así como miembros del sector empresarial, de la sociedad civil y gremios sindicales.

Argumentan que han sido perjudiciales para la población más pobre y vulnerable del país porque, sí bien la crisis económica tiene su origen en la crisis política y la gran corrupción, las medidas coercitivas han agravado la emergencia humanitaria.

El lobby antisanciones y la negociación

Efecto Cocuyo consultó a las politólogas Ana Milagros Parra y María Isabel Puerta Riera para evaluar las repercusiones que puede tener el “lobby antisanciones” en el proceso de negociación de México.

Las especialistas también compartieron sus opiniones sobre las sanciones como mecanismo de presión.

“El primer proceso de negociación tiene que darse a lo interno de la oposición para que aclaren qué van a hacer y hacia dónde van a ir”, cuestiona Puerta.

La profesora ve poco probable que Estados Unidos se plantee un levantamiento de las sanciones “porque Maduro no ha mostrado un cambio de conducta” y aunque el presidente Joe Biden quiera abrir alguna posibilidad “no lo puede hacer solo, sobre todo ante la parálisis que hay en la mesa de negociación”.

“Biden unilateralmente no va a tomar esa medida. Las sanciones no son un suiche (interruptor) que se pasa, son un entramado de limitaciones, regulaciones, es muy complicado implementarlas y mucho más levantarlas. Eso requiere de todo un proceso que implica apoyo legislativo”, explica.

La politóloga considera que los grupos que promueven el lobby antisanciones piensan que “creando condiciones mínimas que no sean tan restrictivas como las que se generan con las sanciones es posible que se canalicen esfuerzos democráticos en la oposición que no sean asfixiados por el régimen oficialista”.

“El problema está en que este tipo de propuestas se hacen sin que haya ningún tipo de flexibilización, el gobierno de Maduro sigue asfixiando los espacios que quedan de la sociedad civil. Es muy peligroso promover este tipo de soluciones cuando lo que pueden terminar haciendo es consolidar y fortalecer al régimen autoritario”, advierte.

Parra considera que es evidente que en la oposición “hay muchas líneas de acción  y de intereses que no están alineadas” y esta ausencia de unidad estratégica puede costar avances en la mesa de México que ya se encuentra paralizada.

“En este proceso de negociación el gobierno se sabe en posición de poder y lo está utilizando para hacer ver a la comunidad internacional que está dispuesto a dialogar con una oposición fragmentada que no tiene nada con qué negociar más allá del levantamiento de sanciones que no está en su poder”, expresa.

En su opinión, “es bastante preocupante que en un proceso de negociación no haya cohesión estratégica porque sin eso es muy poco lo que se puede lograr en términos de objetivos o concesiones por parte del gobierno”.

Adicionalmente, recuerda que las sanciones son el principal interés de la administración madurista y la idea de que el gobierno conceda garantías políticas sin que exista esta presión de por medio “no tiene ningún tipo de sustento”.

Efecto de las sanciones

“Las sanciones hay que verlas como un instrumento que utiliza un país para decirle al país sancionado: no me gusta tu comportamiento porque eres autocrático, porque violas derechos humanos y mereces una acción punitiva de mi parte. Las sanciones tienen que ir enmarcadas en una estrategia política, esa estrategia no funcionó y hay que replantearla”, señala Parra.

La analista destaca que aunque estas medidas coercitivas afectan la economía porque impactan en la industria petrolera, el desabastecimiento que sufrió el país se produjo antes de que se hicieran efectivas.

“No podemos negar que sí afectan, pero los efectos no son comparables con la debacle económica que inició el gobierno, con el clima político que no llama a inversionistas porque no hay seguridad jurídica, esas sanciones fueron una respuesta a la emergencia humanitaria compleja, a la corrupción generalizada y a los crímenes de lesa humanidad”, apunta.

El lobby antisanciones también responde a intereses económicos, agrega: “Hay personas que saben que con el levantamiento de sanciones van a tener beneficios comerciales porque va a haber empresas que quizás van a estar menos reacias a hacer negocios en Venezuela. Piensan que si no se puede lograr un cambio político a corto y mediano plazo entonces hay que vivir con lo que tenemos”.

Puerta admite que los autoritarismos apelan a mecanismos cada vez más sofisticados para eludir las sanciones: “No han funcionado en Cuba, no han funcionado en Venezuela y seguramente no van a funcionar en Nicaragua porque lo que hacen estos regímenes es que se consolidan argumentando soberanía, nacionalismo, hay un grupo de naciones que les presta apoyo no solo China y Rusia, hay todo un eje, una red que ayuda a esquivar las sanciones”.

No obstante, considera que el levantamiento de estas medidas es la única motivación que mantiene al gobierno chavista en la mesa de negociación.

“Es un problema para ellos porque sino no pedirían que las levanten. El error fue haber vendido las sanciones en sí mismas como la solución y el mecanismo para impulsar la transición democrática en Venezuela”, concluye.

La corrupción es otro flagelo que complejiza la crisis venezolana, desde la oposición también se arguye que si se dejan sin efecto estas medidas y el gobierno recupera sus ingresos petroleros nada garantizará que estos recursos se inviertan en atención humanitaria y que no se desvíen en un país donde no existen contrapesos institucionales ni rendición de cuentas. Por esta razón es que los fondos aprobados para el acuerdo social, firmado en México, serían administrados por las Naciones Unidas.

Para conocer la lista de sanciones que recaen sobre Venezuela, contra Pdvsa y funcionarios señalados de violar derechos humanos, te recomendamos hacer clic aquí.

 

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