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El mandatario Nicolás Maduro no asistió a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se realiza este 24 de enero en Argentina por razones de seguridad, pero intervino a distancia para enviar un mensaje por la integración de los países, además de pedir el rechazo a las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y otros países de la región.

Maduro solicitó a los 33 países integrantes de la instancia, fundada en 2011, a que en una sola voz se rechace el intervencionismo expresado, según dijo, en sanciones internacionales contra Nicaragua, Cuba y su gobierno por violaciones de derechos humanos.

También planteó convertir a la Celac en un mecanismo con una estructura organizativa similar a la Unión Europea (UE) o como la Unión Africana.

“Debemos unir esfuerzos para rechazar el intervencionismo de fuerzas o potencias. El mayor de los intervencionismos es intentar desestabilizar nuestra sociedad, volver a la época de los golpes de Estado, asalto al poder, imponer medidas coercitivas unilaterales inmorales, ilegales para tratar de llevarnos a un colapso o implosión de la sociedad”, expresó.

El jefe del Ejecutivo venezolanos reiteró ante los países que sobre la economía venezolana pesan más de 924 sanciones que impiden exportar petróleo. Reiteró que por ello el país ha perdido 99% de sus ingresos.

“Pasamos de 56 mil millones de dólares en ingresos por petróleo a 700 millones de dólares. En 2022 rondamos los 5 mil millones de dólares, menos de 10% de los ingresos, siendo Venezuela una nación petrolera, pero hemos ido encontrado nuestro camino de crecimiento y se están dando resultados milagrosos de recuperación”, aseguró.

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Profundizar rol

En su apuesta por convertir a la Celac en un “contrapeso” de instancias y organismos multilaterales que considera adversarios política e ideológicamente, Maduro planteó la necesidad de que la Comunidad tenga una estructura organizativa propia, similar en poder a la de la UE. Admitió que llevará tiempo pero lo cree posible.

“Nuestra organización debe discutir la conformación de una poderosa secretaria general, un organismo que articule las propuestas de los países, una secretaría que ocupe con dignidad la necesidad de articularse cada vez”, prosiguió en el mensaje que transmitió Venezolana de Televisión (VTV).

Planteó asimismo retomar los consejos de ministros por áreas, entre ellas defensa para una estrategia común, en áreas como salud, educación, cultura y economía, que les permita asumir posiciones y políticas comunes “con una visión clara”.

Prometió que Venezuela estará a la vanguardia del proceso de reimpulso de la Celac que a su juicio, debe ir a un nuevo ritmo a partir de esta VII Cumbre.

¿Por qué Maduro no viajó?

Maduro también reiteró su respaldo a la propuesta de una moneda común para Latinoamérica impulsada por el nuevo gobierno de Luiz Inácio “Lula” Da Silva en Brasil.

“Grandes tareas tiene nuestra América para la integración económica, comercial, financiera. Apoyamos la propuesta del presidente Lula de iniciar la construcción de un sistema monetario latinoamericano y caribeño, de un sistema financiero de la región, hay que dar el primer paso fundacional, para andar en un camino que tiene que ser irreversible para la región, el de la unión”, subrayó.

Además del presidente de Argentina, Alberto Fernández como anfitrión y Lula Da Silva, entre los mandatarios que participan en la Cumbre se encuentran  Gabriel Boric y Gustavo Petro de Chile y  Colombia respectivamente; Miguel Díaz-Canel y Luis Arce, de Cuba y Bolivia, la mandataria de Honduras, Xiomara Castro y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley.

Maduro canceló  su viaje y designó a su canciller, Yván Gil como representante en la Celac. A través de un comunicado divulgado este 23 de enero, su gobierno denunció un “plan elaborado en el seno de la derecha neofacista” para “agredir” al gobernante y a su delegación en suelo argentino.