Familiarizarse con el sistema automatizado que será empleado en el referendo consultivo sobre el Esequibo y con las cinco preguntas planteadas, no fue el único objetivo del simulacro convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para este 19 de noviembre.
El gobierno nacional y el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) también pusieron a prueba otros elementos. Además de la movilización de sus bases (voto duro), también movieron a habitantes de comunidades y trabajadores públicos que debían firmar asistencia en un punto cercano al centro de votación e incluso tomarse fotografías como constancia de haber participado en el simulacro.
Igualmente, se ensayó la prórroga del proceso en los centros de votación (operación remolque) que ya se ha hecho costumbre (justificado o no) en los comicios nacionales.
¿Masiva participación?
«Observé al menos tres cosas: 1°. Una asistencia no masiva en buena parte de los centros, a pesar de la nucleación; 2: poca cobertura por parte del ciudadano común del proceso, a diferencia de lo que ocurrió en la primaria, y 3: una mayor cobertura del simulacro por parte de la estructura del Psuv y del Estado venezolano», señaló a Efecto Cocuyo el politólogo Jesús Castellanos Vásquez.
Otro analista político, Ricardo Sucre Heredia, coincidió en que al menos para el simulacro del referendo no se observó gran entusiasmo de la militancia chavista, a diferencia de otros procesos; por lo que seguramente se harán correctivos en ese sentido, aunque recordó que se trató de un ensayo, por lo que se puede esperar que salga más gente a votar el 3 de diciembre.
Ambos politólogos señalaron que por tratarse de un ensayo no era necesaria la extensión de la jornada prevista entre las 8:00 a. m. hasta las 4:00 p. m. hasta el «último elector en cola».
«La prórroga ya es cosa del chavismo para efectos de movilización; para remolcar gente y promover la idea de un proceso electoral desbordado, que la gente salió a la calle en respaldo al referendo», sostuvo Sucre Heredia.
Para Castellanos, se vio un CNE que quiso mostrar «normalidad y un cumplimiento eficiente del proceso», pero que a las 6.00 p. m. hizo un llamado a participar en el simulacro fuera del horario establecido y obligó a que se mantuvieran los centros de votación hasta el último votante en cola.
“¿Efectivamente había electores en cola después de las 4.45 p. m.? ¿O a las 6 p. m? ¿O a las 8.30? Un simulacro que no supone todos los pasos de un acto de votación formal, pero además de una consulta sencilla, un instrumento con cinco preguntas donde la mayoría de los que participan era un voto en bloque, implicó electores en cola por tantas horas?”, se preguntó el experto electoral.
Apuntó que al igual que los simulacros anteriores de 2018, 2020 (tuvo prórroga de dos horas) y 2021, las autoridades electorales aseguraron que la participación superó las expectativas, sin ofrecer números de participación.
Prórroga innecesaria
Durante un breve balance del simulacro ofrecido este lunes 20 de noviembre, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, reiteró, sin dar números, que se triplicó la participación de electores por mesa, en comparación con eventos pasados. Justificó la prórroga a la permanencia de electores en cola para votar hasta altas horas de la noche.
También aseguró que el ensayo electoral fue un éxito porque otros elementos como las máquinas de votación, la red de transmisión de resultados y el desempeño del personal técnico y operativo fueron «óptimos». Para este ejercicio electoral, el CNE dispuso de 2.300 máquinas de votación, distribuidas en 2.322 mesas en 800 centros electorales nucleados en los 335 municipios del país.
«En esta oportunidad, el CNE va más allá, pues dice que fue tres veces más de números que son desconocidos. Ni siquiera en estos simulacros es posible conocer las expectativas del ente electoral sobre la participación en dichas pruebas. Insisto, no pareciera tener sentido que ante un simulacro, de una consulta de tan fácil votación, requiriese doce horas», sostuvo.
A su juicio, lo que calificó como una invitación «insistente» del CNE a la gente para que saliera a votar en el simulacro llevan a inferir que la participación no fue lo que ellos esperaban.
«¿Cuál es el objetivo de la prórroga en el simulacro? Me atrevería a decir: Uno, movilización, soy de la idea que este referendo tiene como una de sus principales motivaciones probar el control y acoso del voto; dos, generar una matriz de alta participación que incida en el referendo e inclusive como punto de entrada de la presidencial; tres, marcar la pauta de lo que será el acto de votación en la elección presidencial», añadió.
Control y fotos
En casi todos los centros de votación del simulacro visitados por Efecto Cocuyo este domingo 19 de noviembre, entre ellos el liceo Miguel Antonio Caro de Catia y Andrés Bello de La Candelaria en Caracas, se pudo constatar la instalación de uno o más puntos de recolección de datos de los votantes. Las personas acudían a estos lugares, antes o después de votar, y compartían información como la cédula de identidad, nombre, apellido y número de teléfono.
Otros medios como El Pitazo destacaron que varias veces observaron a los electores, en centros como la Unidad Educativa Municipal Abigaíl González, de El Valle, tomándose una fotografía al momento de votar o después y lo enviaban a sus grupos de trabajo como constancia de asistencia al simulacro.
En mensajes de WhatsApp, empleados públicos se quejaban de ser obligados a participar en el simulacro mientras sus reclamos por un mejor salario y la reactivación de los seguros médicos (HCM) no son atendidos por el Ejecutivo.