Nuevo presidente de Panamá: cierre del Darién y relaciones con Venezuela. Lo que opinan analistas
Expertos no ven viable propuesta de cerrar el Darién, al menos a corto plazo. Foto: Reuters

El candidato de la Alianza Salvar Panamá, José Raúl Mulino, llegó a la Presidencia de ese país con la promesa de cerrar la peligrosa selva del Darién que comunica a la nación centroamericana con Colombia y que usan migrantes de varios países como Venezuela, para llegar a México y posteriormente intentar entrar a Estados Unidos.

“Haré el esfuerzo para poner fin a esta crisis migratoria en nuestro territorio con respeto a los derechos humanos y con sincera participación internacional”, expresó Mulino durante el cierre de su campaña, previo a los comicios de este domingo 4 de mayo.

Dicho plan, para el que espera contar con la cooperación de Colombia, es cuestionado por expertos que lo consideran poco viable por lo extenso del tapón. La zona abarca 17.014 kilómetros cuadrados, por donde se calcula que más de 100.000 migrantes han atravesado la temida selva en lo que va de 2024.

Entre enero y septiembre de 2023, Naciones Unidas (ONU) registró el paso de 330.000 personas entre hombres, mujeres y niños, mientras que Médico Sin Fronteras, elevó la cifra a casi 500.000 migrantes hasta diciembre del año pasado.

La mayor parte, señaló la organización, son venezolanos y haitianos, pero también provienen de Ecuador, Chile y hasta de fuera del continente como China e India. Los migrantes tardan entre cuatro a siete días para cruzar la selva y hasta diez días en período de lluvias, travesía en la que pueden ser víctimas de asesinatos, robos y violencia sexual.

Cerrar el Darién, un plan inviable

Para el presidente del Observatorio de la Diáspora Venezolana, Tomás Páez, cerrar la selva, a la que considera muy peligrosa por el tráfico de migrantes y de droga por parte del Clan del Golfo y los coyotes, es una propuesta muy interesante por parte del nuevo presidente panameño que asume el 1 julio, pero no la ve viable al menos en el corto plazo.

“Una cosa es atender lo que allí sucede y otra cosa es frenar ese flujo migratorio y todo el negocio que gira alrededor de ello; lo mismo ocurre con la frontera con Estados Unidos. No es fácil porque es un territorio muy extenso, es complicado, aunque no estamos de acuerdo con el paso de personas por allí y requerirá el apoyo de América Latina para pensar en esa estructura que necesita participación y recursos”, sostuvo.

En declaraciones a Efecto Cocuyo el sociólogo recordó que cuando se creó el Muro de Berlín en Alemania se ralentizó el proceso (flujo de personas), pero no se frenó, porque quien busca mejores condiciones de vida, afirmó, consigue vías para llegar.

Otro ejemplo que cita es la valla que separa Marruecos de España en la que han muerto personas, tratando de cruzar del lado marroquí al español.

Mulino fue ministro de Seguridad del expresidente Ricardo Martinelli, actualmente refugiado en la Embajada de Nicaragua en Panamá. Durante la campaña electoral destacó como un logro de su gestión al frente de ese despacho, el haber “recuperado” el conocido tapón del Darién que “estaba en manos de la narcoguerrilla” de Colombia.

A juicio del internacionalista Iván Rojas, esto le da experiencia en el tema al nuevo mandatario electo, lo que podría ser positivo para sus planes que también dependerán especialmente de una cooperación no sólo de Colombia sino de Estados Unidos que tiene una gran presión migratoria.

Esperan normalidad de relaciones

De acuerdo con el portal Movilidad Venezuela de la UCAB, hasta agosto de 2023 había 58.158 migrantes y refugiados venezolanos en Panamá, mientras que 108.000 tienen estancia regular.

Páez señaló que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM-ONU) registra que alrededor de 70.000 venezolanos han abandonado el país centroamericano rumbo a destinos como Norteamérica, por lo que los venezolanos que huyen de la crisis en Venezuela no sólo se quedan, sino que también transitan.

“Son estancias cortas para descansar y recuperarse económicamente para seguir a México o Estados Unidos”, acotó el sociólogo.

En cuanto a las relaciones diplomáticas entre el gobierno de Venezuela y el nuevo en Panamá, Rojas esperan normalidad en las relaciones, por cuanto considera que la política exterior de ese país se maneja de manera distinta a otros gobiernos de la región.

“Aunque Panamá ha sido oposición no es un país que se caracterice por ser activo en la lucha ideológica como pasa con Milei en Argentina o Petro en Colombia, no es la forma como se conduce su política exterior, no significa que por ser de derecha vaya a ir en contra del gobierno de Venezuela. Cabe destacar que Martinelli, aliado de Mulino, está refugiado en la Embajada de Nicaragua, cuyo gobierno a su vez es aliado de Maduro por lo que no debe haber ánimo para confrontaciones, aunque tampoco las relaciones serán estrechas, más bien normales”, sostuvo.

Sin embargo, el presidente electo se permitió opinar sobre el proceso electoral venezolano: «El tema de Venezuela como alguien a quien le gusta seguir la política en países amigos claro que preocupa, porque la democracia es una sola y hay que entenderla de esa manera. Yo espero que esas elecciones que están próximas a celebrarse sean verdaderamente libres, que Venezuela pueda salir del trance político en el que se encuentra«, expresó.

El todavía presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, como parte del Grupo de Lima, reconoció al gobierno interino de Juan Guaidó en 2019, hasta febrero de 2021, cuando retiró las credenciales a la representante del gobierno encargado, Fabiola Zavarce. En 2018 también ocurrió una crisis diplomática entre ambos países que incluyó la suspensión de vuelos y sanciones a altos funcionarios y empresas.

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