Para el expresidente de Petróleos de Venezuela, el chavista Rafael Ramírez, el proyecto de gobierno que lidera el gobernante Nicolás Maduro —el madurismo— es el enemigo del chavismo.
Ramírez analizó el panorama político y económico de Venezuela en una edición especial del programa Con la Luz, conducido por la directora de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes.
“El madurismo es enemigo del chavismo, lo combate (…) El madurismo golpea el chavismo donde lo ve. Hay miles de inhabilitados políticos. El Psuv de Chávez no existe. Lo que existen son maquinarias que obedecen a Maduro, a Diosdado y a Cilia, son fragmentos de un partido que ahora es de derecha y que reprime al pueblo usando mecanismos de control social”, dijo Ramírez.
Para el exfuncionario del chavismo la situación en Venezuela es complicada debido que además de la crisis económica hay falta de legitimidad dentro del gobierno.
“Es muy difícil que los sectores internacionales vengan a invertir en el país, si no hay estabilidad nadie sabe qué va a pasar, pero además las leyes en las cuales está basado el modelo económico de Maduro son leyes inconstitucionales. Entonces yo siempre he dicho que el problema, por ejemplo, el sector petrolero no es ni técnico ni económico, un problema político el problema está en Miraflores y eso es fundamental para destrabar el tema de nuestra economía nacional”, advirtió Ramírez.
Para Ramírez la situación actual del país se debe a la unión de la crisis política, económica y social, que ha devenido en una de desestabilización nacional, pero que no le impide al gobierno seguir sobreviviendo.
“Ellos y su cúpula de poder tienen bastante dinero está bien, pero el todo el país está mal. Lo dice la encuesta de la UCAB bueno más del 80% de la población está en pobreza, el salario mínimo de los venezolanos es 3,6 es el más bajo del hemisferio es decir, es un desastre. Entonces maduro tiene dinero para sostener su maquinaria. Bueno, sí, pero para sostener un país no para gobernar un país, no para mantenerse en el poder? No”, enfatizó Ramírez.
El ingeniero de profesión calificó la salida de los más de 7 millones de venezolanos que han sido desplazados como un desastre y dijo que el éxodo masivo es una tragedia para la nación.
Maduro ha cerrado las vías constitucionales
Para el expresidente de Pdvsa, el actual gobernante ha cerrado las vías constitucionales que llevarían a su salida y se preguntó qué debería suceder para que Maduro acepte la derrota y se gesten las condiciones para lograr una transición ordenada.
“¿Cómo hay que interpretar lo que ha ocurrido en Venezuela? Como un plebiscito. Es decir la gente quiere que Maduro se vaya (…) eso quiere decir que los sectores tradicionales de la oposición y el chavismo votaron contra Maduro y para que cualquier transición en el país sea posible hay que contar con el chavismo”, explicó.
Ramírez enfatizó que debe entenderse que el chavismo —que no está en el poder, según dijo—existe y es un segmento muy importante para tomar en consideración para una transición. El exfuncionario reiteró que es necesario también que el tránsito de la negociación se dé en el marco de volver a la línea que dicta la Constitución de Venezuela.
El chavista insistió en que Maduro debe acatar la Constitución y enfatizó que es lo que le pide la mayoría del país a través de las protestas que se han registrado desde el anuncio de los resultados electorales. “Tú no puedes decir yo violo la Constitución cuando no me conviene y le acepto cuando me conviene”, enfatizó.
Respeto a la constitución y a la victoria de la oposición
Ramírez insistió en que su posición, como integrante del llamado chavismo disidente, es que se respete la victoria de Edmundo González Urrutia.
“No importa lo importante es un cambio, pero yo estoy convencido que la crisis del país va más allá de una elección es un gobierno. Es el primer paso a un proceso de reinventar el país, es resolver los problemas y ahí es donde el chavismo tiene mucho que decir porque sí podemos resolver las cosas del país es tomando los elementos esenciales en la política de Chávez, de la Constitución, de la defensa de la soberanía petrolera, del control sobre la industria petrolera, de los programas sociales, del rol del Estado en la conducción de la economía”, precisó.
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