El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, coinciden politólogos, es un tema polarizante en la opinión pública y especialmente en el seno de la oposición que por estos días exhibe profundas diferencias sobre la ruta a seguir para el rescate de la democracia.
Enconados enfrentamientos y señalamientos mutuos entre partidarios de María Corina Machado y quienes comparten las últimas opiniones de Henrique Capriles, son los protagonistas de la última semana en redes sociales. Analistas también alertan que la maquinaria de propaganda y desinformación que sirve al poder alimentan la diatriba, entre otras acciones como las recientes excarcelaciones de 13 presos políticos.
Muy atrás parece haber quedado la unidad estratégica que condujo al triunfo opositor en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, según 85% de las actas publicadas por el Comando con Venezuela, no reconocido por Miraflores.
Sin embargo, politólogos con quienes habló Efecto Cocuyo advierten que el deseo de cambio político expresado por una mayoría de venezolanos en las urnas hace poco más de un año, es la mejor “excusa” para que la oposición se recomponga y rearme un frente común que empuje la reinstitucionalización del país.
El chavismo “atiza”
“En Venezuela se da actualmente un amplio juego estratégico en el que participan los actores políticos y de poder y dentro de eso uno de los objetivos del partido de gobierno (Psuv) es mantener y profundizar las diferencias en el planeta opositor. Mientras el debate se centre en esas diferencias, se desvía la atención de los temas importantes: la economía, los bajos salarios, la emergencia humanitaria, las fallas en los servicios públicos”, señaló el politólogo Piero Trepiccione.
Recordó que Miraflores intenta imponer una “posverdad” luego de la participación masiva de la ciudadanía el 28 de julio de 2024 que votó por un cambio de gobierno y las protestas (29 y 30 de julio) contra los resultados anunciados por el Poder Electoral, a favor de Nicolás Maduro, a lo cual sirve la división de la oposición.
De un lado, el liderazgo de María Corina Machado y Edmundo González respaldan las medidas tomadas por el gobierno de Estados Unidos contra la administración de Nicolás Maduro como el reciente despliegue militar en aguas del Caribe, que la dirigente opositora, recalca en diversas entrevistas que servirá para “desmontar la estructura criminal” que sostiene a Maduro con financiamiento proveniente del narcotráfico.
“Los venezolanos estamos clarísimos que estas movilizaciones no son en contra de Venezuela, ni en contra de los venezolanos, es en contra de una estructura del narcotráfico (…) Por eso están tan preocupados, porque ellos sí saben lo que han hecho, los crímenes que han cometido, y la realidad es que todo se va a saber”, declaró Machado este 28 de agosto al medio VozMediaUSA.
Del otro lado, Capriles ha hecho fuertes críticas a la posición de Machado y se ha pronunciado contra cualquier “acción de fuerza contra Venezuela”, en alusión al despliegue aeronaval de EEUU y contra “retóricas que generan miedo y zozobra”. También ha llamado al diálogo y a la negociación que permitió la excarcelación de presos políticos como el exdiputado Americo de Grazia.
“Y cuando se habla de presos, oye, pareciera que hay categorías de presos. Pareciera que a la señora Machado solamente le importaban cuatro personas que estaban en la embajada de Argentina”, expresó el excandidato presidencial en una entrevista a la BBC Mundo, en una de las frases alusivas a Machado que le valieron una lluvia incesante de señalamientos en las redes sociales.
El exgobernador de Miranda alborotó igualmente el candelero cuando afirmó en una entrevista con CNN que desconoce quienes integran el llamado Cartel de los Soles y que EEUU debe mostrar las pruebas “de acusaciones graves” contra la administración de Maduro.
A la par circuló un antiguo video con sus señalamientos contra Miraflores por actividades ligadas al tráfico de drogas, como una especie de “prueba” de sus contradicciones. Algunos voceros del chavismo salieron a su vez a “rechazar” los “ataques” contra el diputado electo.
Falta coordinación
“Cualquier cambio político pasa por una oposición trabajando de forma coordinada y unificada y como oposición no solo me refiero a líderes de partidos políticos, sino a un frente amplio que involucre a otros sectores de la sociedad. Lo que falta es coordinación, en otros momentos la oposición ya ha estado dividida y ha aparecido un liderazgo que ha coordinado una mayoría importante, lo que parece que no hay en este momento, además del manejo de una estrategia o agenda secreta que le pide a la sociedad confiar ciegamente”, expresó el politólogo Luis Remiro.
Recalcó que el acontecer demanda un espacio de coordinación que ofrezca orientaciones en temas como las acciones de la Casa Blanca en el seno opositor, más si se trata de una estrategia del sector que encabeza Machado, basada en la presión internacional para “obligar” a Maduro a aceptar una transición democrática.
Vale recordar que la Plataforma Unitaria Democrática (PUD,) que sirvió de espacio articulador para celebrar las primarias presidenciales de 2023 y lograr la candidatura unitaria de Edmundo Gonzalez en las presidenciales de 2024, junto con el liderazgo de Machado, sufrió una fractura en marzo de este año por las diferencias en cuanto a participar o no en los comicios previstos para 2025. Dos partidos, Un Nuevo Tiempo (UNT) y Movimiento por Venezuela (MPV), que promovieron el voto a pesar de lo ocurrido en las presidenciales, se separaron de la coalición.
Frente a posturas que parecen insalvables, Trepiccione y Remiro no desestiman que las circunstancias “obliguen” en un momento determinado a la articulación opositora, pese a las diferencias. Para Trepiccione hay que aguardar por el desenlace de los acontecimientos actuales en cuanto a las acciones de EEUU. De tener éxito la estrategia de presión de Machado, apuntó, la llevarán a consolidar su liderazgo sin necesidad de unidad con quienes la adversan dentro de la oposición.
“Si no hay resultados, las circunstancias obligarán a una rearticulación del liderazgo opositor por demanda de una ciudadanía que está despolitizada producto de la frustración, de manera circunstancial, pero no es apolítica, en la medida en que se logren recuperar sus niveles de participación. Todo dependerá de los resultados de los juegos estratégicos que estamos viendo, con multiplicidad de subjuegos, tableros y fichas simultáneas”, sostuvo Trepiccione.
Resaltó como otra posible solución, para la rearticulación opositora, la mediación de sectores de la sociedad como el académico, que puedan servir como “puente” para que las diferencias, aparentemente profundas puedan salvarse. Aclaró que no se trata de una unidad en la que se sacrifique el debate porque deriva en “autoritarismo”, sino que se pueda convivir con las diferencias bajo el predominio de la articulación.
¿Diferencias irreconciliables?
El partido Primero Justicia (PJ). que permanece en la PUD en alianza con el liderazgo de Machado, sufrió a su vez una importante fractura con la expulsión de uno de sus líderes fundadores, Capriles, junto a otros dirigentes como Tomás Guanipa y José Guerra, que montaron tienda aparte con Unión y Cambio. A propósito de las últimas declaraciones de Capriles, la presidenta de PJ, María Beatriz Martínez, se ha referido a dicho sector como “falsa oposición” y comparte la tesis de que “negociaron” la obtención de curules en el Parlamento con el chavismo.
“Insalvable no creo que haya ninguna posición, incluso sobre el tema con EEUU que es bastante delicado. La oposición siempre va a encontrar una excusa para coordinarse que es básicamente recuperar la democracia en Venezuela. Siempre que tengan ese norte como dirección, hay una razón para poder unificarse. Que eso ocurra dependerá del liderazgo, que actualmente pareciera que no lo quiere hacer, por diferencias sobre cómo recuperar la democracia en Venezuela o por egos, o ambos, pero no es imposible”, apuntó Remiro.
Eso sí, advierte Trepiccione, en el caso particular de las posturas de Machado y Capriles, no se debe seguir promoviendo la profundización de las diferencias a través de insultos, descalificación personal, cuestionamientos, al punto de provocar heridas difíciles de cerrar.
“A ambos (Machado y Capriles) los une el deseo de cambio de los venezolanos. Hay diferencias en el actuar, las vinculaciones, los tiempos, que se han visto exacerbadas en los últimos meses. Las redes sociales lo han profundizado, los laboratorios de difusión, cuentas anónimas y reales que están orientadas a esos fines. Pero ambos han estado asociados a una lucha por la transición democrática”, sostuvo Trepiccione.
Remiro recordó que Machado y Capriles siempre han sido opuestos y que sus diferencias no son nuevas en cuanto a la ruta a seguir. Lo lamentable, advirtió, es que se puedan convertir en un obstáculo para la necesaria coordinación en el seno de la oposición. Apuntó además que la no exclusión de las posiciones sirve además para atraer a figuras políticas del chavismo que también quieren un cambio, pero siguen sin dar el paso.
“Nadie sobra”
El líder de UNT y exgobernador del Zulia, Manuel Rosales, ha estado un poco al margen de la diatriba. Recientemente celebró en redes sociales la salida de prisión, aunque para cumplir casa por cárcel de los exalcaldes de Maracaibo, Rafael Ramírez Colina y de Cabimas, Nabil Maalouf, entre otros dirigentes. Prometió, en la misma onda de Capriles, que seguirán trabajando por la liberación de todos los presos políticos.
Tras “recuperar” el chavismo, la gobernación del Zulia y la alcaldía de Maracaibo en los pasados comicios del 25 de mayo y el 27 de julio, el exjefe de campaña del Psuv, Jorge Rodríguez sugirió a Rosales “ir a las duchas” y reflexionar sobre el revés electoral y su futuro político.
Al respecto, Trepiccione opino que más allá de los cuestionamientos morales, “nadie sobra” en las actuales circunstancias del país y por el contrario, siempre, considera, hará falta la experiencia y el aporte de los actores políticos que en determinado momento cumplieron un papel.
“Es muy difícil construir desde cero. Así como el chavismo pretendió borrar la historia y construir una nueva a partir de 1999, no se puede iniciar una transición, creyendo que todo comienza desde 2025, eso causa un enorme daño al país, para la reconstrucción de la democracia y sus instituciones”, advirtió Trepiccione.