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Con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27) como escenario en Egipto, el gobernante venezolano Nicolás Maduro le comunicó al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que el titular de la Asamblea Nacional (AN) de 2020, Jorge Rodríguez será el enviado de su gestión al Foro de la Paz en París los días 11 y 12 de noviembre y que con él «puede hablar con absoluta confianza».

Posterior al encuentro circuló en redes sociales una agenda del Foro en la que figura una reunión privada entre «negociadores» venezolanos prevista para el 11 de noviembre a las 6:00 p.m, hora de Francia. Al encuentro asistiría además de Rodríguez, el jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria para las negociaciones de México, Gerardo Blyde, por invitación del fundador y director general del Foro de París por la Paz, Justin Vaïsse.

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Analistas señalan que no se trata del reinicio de las negociaciones entre ambos bandos políticos en un país distinto a México, sino de un escenario -en este caso París- de apoyo, para que se reanuden las conversaciones, levantadas formalmente hace más de un año. Ello, «aderezado» con el «protagonismo» que busca Francia en la Unión Europea (UE) e incluso en América Latina en el contexto de la crisis generada por la guerra de Rusia contra Ucrania.

En paralelo

Para el politólogo, Guillermo Tell Aveledo no resulta extraña la iniciativa de Francia para promover el reinicio del diálogo político como parte del foro internacional y en sí de su política exterior.

El Foro de París sobre la Paz reúne cada año a jefes de Estado, representantes de organizaciones internacionales o de la sociedad civil internacional, ministros, empresarios y figuras comprometidas con las temáticas del evento.

«Esto es paralelo (la reunión privada) al asunto mexicano, pero también una iniciativa propia del gobierno francés de la política exterior, independientemente de la Unión Europea y de otros actores internacionales, no es algo inusual en ellos y no es algo completamente extraordinario», expresó el profesor universitario.

En declaraciones a Efecto Cocuyo resaltó además que el acercamiento entre los gobiernos de Venezuela y el francés en un gesto de «tolerancia» puede ayudar de manera importante para que las negociaciones regresen de manera formal.

«Es un escenario de apoyo, en la medida que México avanza a su ritmo y métodos», apuntó.

En octubre de 2021, Rodríguez anunció el levantamiento de la mesa de México debido a la extradición del empresario colombiano, Álex Saab desde Cabo Verde a Estados Unidos, para responder por diversos delitos. Para entonces, el gobierno de Maduro alegó que Saab era diplomático y «miembro pleno» de la negociación en representación de Miraflores.

Desde entonces solo se ha sabido de esfuerzos opositores con el apoyo de países como Estados Unidos y el Reino de Noruega, para que las conversaciones se restablezcan sin resultados ni hechos concretos.

Esperan coordinación

El internacionalista Félix Arellano advirtió que la iniciativa de Macron solo será efectiva si existe «presión coordinada» con EEUU y América Latina, especialmente con los gobiernos de Colombia, Argentina y de Luiz Inácio «Lula», una vez asuma el poder en enero e incluso con el Vaticano.

«Espero que haya coordinación con EEUU, incluso con Noruega, lo fundamental para tratar de lograr un cambio en la situación venezolana es que haya coordinación en la presión, la presión debe concentrarse en el tema electoral, en lograr condiciones más justas y competitivas en materia electoral, para ello es fundamental el trabajo coordinado con América Latina», sostuvo el profesor universitario.

Destacó que el gobierno de Joe Biden lo viene haciendo con la visita de su secretario de Estado Antony J. Blinken a Chile y Colombia y con el rápido reconocimiento al triunfo de Lula en las presidenciales de Brasil.

«Todo va caminando en la vía de buscar el apoyo de América Latina, construyendo puentes. La visita de Petro a Miraflores tuvo aire de puente al nombrar al Sistema Interamericano de DDHH, al hablar del tema electoral en el acta que se firmó. Es un gesto positivo de Francia pero lo ideal es que haya coordinación, el papel de Petro y Lula en el mediano plazo son claves porque es la presión directa a Miraflores que se une a dos causas fundamentales que son democracia y derechos humanos», subrayó.

Protagonismo de Francia

En la declaración conjunta que firmaron Petro y Maduro durante la visita del primero a Caracas, el pasado 1 de noviembre, el mandatario colombiano auguró «el mayor de los éxitos en la reanudación de la mesa de dialogo entre el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la oposición Venezolana» y puso su gestión a disposición de las conversaciones.

Arellano recordó además que la guerra en Ucrania y la crisis energética ocasionada por la usencia del crudo ruso debido a las sanciones, cambió el panorama, de allí que Macron dijera que Venezuela e Irán debían incorporarse al mercado petrolero mundial, lo cual implicó reconocimiento a ambos gobiernos considerados no democráticos por razones pragmáticas.

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En junio de este año, la AN de 2020 designó un Grupo de Amistad Parlamentaria con Francia como otro gesto de acercamiento y como parte de los intentos del chavismo por «normalizar» sus relaciones internacionales en aprietos tras el reconocimiento a Guaidó como presidente interino desde 2019, por parte de casi 60 países, entre ellos Francia.

Canadá «anima»

Este lunes 7 de noviembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá se pronunció a favor de que vuelvan las negociaciones entre Miraflores y el antichavismo como vía para lograr una solución pacífica a la crisis política venezolana.

«Canadá apoya el regreso al paralizado proceso de negociación organizado por México y facilitado por Noruega. Canadá anima a la delegación de Maduro a que regrese a esas negociaciones inmediatamente», dijo a la agencia EFE Jason Kung, portavoz del Ministerio canadiense de Exteriores.

La declaración del funcionario del gobierno que reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado y ha aplicado sanciones internacionales contra integrantes del gobierno de Maduro, le valió una queja de su homólogo venezolano, Carlos Faría.

«Le vendría muy bien al gobierno de Canadá ocuparse de sus asuntos internos y ahorrarse sus opiniones injerencistas e inoportunas sobre el diálogo en Venezuela», respondió.