El ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, advirtió el 30 de enero, que se aplicarán «sanciones penales» contra quienes «perturben» el desarrollo de la Serie del Caribe 2023, la mayor competencia de béisbol de Latinoamérica, que se disputará en Venezuela, entre el 2 y el 10 de febrero.
El almirante en jefe no precisó a qué tipo de acciones se refería ni cuáles serían los cargos, pero su advertencia fue interpretada como una «amenaza velada» a quienes pretendan usar el evento deportivo para protestar contra las políticas del Gobierno nacional, a propósito de las movilizaciones por bajos salarios, más allá de garantizar la seguridad ante la visita de equipos deportivos de otros países.
«Ante un evento masivo se anticipan a que pueda ocurrir algo y se reservan las acciones, se busca amedrentar y disuadir a quien pudiera tener pensado mostrar una pancarta contra el gobierno en pleno juego, porque son eventos que se prestan para eso y es algo que no se puede controlar. Sí debe haber seguridad, pero también se le advierte a la gente: cuidado porque vendrán sanciones penales, no será una simple amonestación», señaló el politólogo Ricardo Sucre Heredia a Efecto Cocuyo.
Ceballos indicó que más de 5.000 agentes de distintos cuerpos policiales serán desplegados «para garantizar la seguridad integral, la vida y la paz en cada espacio», tanto en los sitios de hospedaje de los ocho equipos de béisbol que participan, las rutas hacia las instalaciones deportivas, así como dentro de los estadios Monumental Simón Bolívar, de la Rinconada en Caracas y Jorge Luis García Carneiro, de Macuto, en La Guaira,
«Recordamos a nuestro pueblo que va a disfrutar en los estadios mantener una actitud deportiva, pues el incumplimiento de las normas de convivencia acarreará sanciones penales», indicó el ministro a través de Twitter.
Trabajadores del sector público, principalmente de los gremios educativos, salud y jubilados y pensionados, vienen protagonizando desde el año pasado, acciones de calle en protesta por los bajos salarios que perciben. Entre las razones esgrimidas por el Ejecutivo para no incrementar los ingresos, están la sanciones internacionales que han mermado los ingresos por exportación de petróleo.
De allí que la construcción del estadio de la Rinconada, calificado como el más grande de Latinoamérica (aforo de 40.000 espectadores) y su habilitación para la Serie del Caribe, a un costo de 47 millones de dólares, en momentos en que de acuerdo con voceros del gobierno no hay recursos para aumentar salarios, ha sido duramente criticado y rechazado en redes sociales.
Al respecto, el consultor político Gabriel Reyes subrayó que en cada evento deportivo de talla internacional, el país anfitrión debe garantizar la seguridad, pero también resalta que aparte de la agenda propia de la Serie del Caribe hay una paralela que es la de las protestas y que no se van a parar por la competencia.
«A la posibilidad de que ambas agendas se interpongan es a lo que podrían estarse anticipando el gobierno que quiere mostrarle al mundo una imagen favorable y no parece dispuesto a que eso se vea alterado», señaló.
En la cuenta de Twitter del Ministerio del Interior y Justicia, a propósito del inicio del despliegue de seguridad, encabezado por Ceballos se destacó que la Serie del Caribe «representa el ímpetu del pueblo venezolano por avanzar con mente positiva ante las sanciones criminales que atentan contra el bienestar del pueblo venezolano».
«Este evento le sirve al Gobierno para intentar mostrar un país con una vida normal, con protestas y problemas sí, pero con gente que lleva su vida un poco mejor que antes porque se ha ganado estabilidad y hubo crecimiento económico. El béisbol es un deporte con gran anclaje popular y hay que aprovechar el momento, lo que no quiere decir que todo esté bien en realidad y que se vea bien hacer un estadio con esas características en un país en conflicto social y político», sostuvo Sucre Heredia.
Reyes acotó que la competencia deportiva no busca proyectar una buena imagen a lo interno sino a lo externo.
«El target de este evento (para el gobierno) no es el ciudadano descontento por el salario, es lo que se pueda mostrar hacia afuera», dijo.
La noche de este 1 de febrero, Maduro acudió a la Rinconada a hacer entrega oficial del estadio para el inicio de la Serie del Caribe este jueves 2 de febrero. Sin espectadores y con el expelotero Antonio «el potro» Alvarez como receptor, Maduro hizo un lanzamiento al home.
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El ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, advirtió el 30 de enero, que se aplicarán «sanciones penales» contra quienes «perturben» el desarrollo de la Serie del Caribe 2023, la mayor competencia de béisbol de Latinoamérica, que se disputará en Venezuela, entre el 2 y el 10 de febrero.
El almirante en jefe no precisó a qué tipo de acciones se refería ni cuáles serían los cargos, pero su advertencia fue interpretada como una «amenaza velada» a quienes pretendan usar el evento deportivo para protestar contra las políticas del Gobierno nacional, a propósito de las movilizaciones por bajos salarios, más allá de garantizar la seguridad ante la visita de equipos deportivos de otros países.
«Ante un evento masivo se anticipan a que pueda ocurrir algo y se reservan las acciones, se busca amedrentar y disuadir a quien pudiera tener pensado mostrar una pancarta contra el gobierno en pleno juego, porque son eventos que se prestan para eso y es algo que no se puede controlar. Sí debe haber seguridad, pero también se le advierte a la gente: cuidado porque vendrán sanciones penales, no será una simple amonestación», señaló el politólogo Ricardo Sucre Heredia a Efecto Cocuyo.
Ceballos indicó que más de 5.000 agentes de distintos cuerpos policiales serán desplegados «para garantizar la seguridad integral, la vida y la paz en cada espacio», tanto en los sitios de hospedaje de los ocho equipos de béisbol que participan, las rutas hacia las instalaciones deportivas, así como dentro de los estadios Monumental Simón Bolívar, de la Rinconada en Caracas y Jorge Luis García Carneiro, de Macuto, en La Guaira,
«Recordamos a nuestro pueblo que va a disfrutar en los estadios mantener una actitud deportiva, pues el incumplimiento de las normas de convivencia acarreará sanciones penales», indicó el ministro a través de Twitter.
Trabajadores del sector público, principalmente de los gremios educativos, salud y jubilados y pensionados, vienen protagonizando desde el año pasado, acciones de calle en protesta por los bajos salarios que perciben. Entre las razones esgrimidas por el Ejecutivo para no incrementar los ingresos, están la sanciones internacionales que han mermado los ingresos por exportación de petróleo.
De allí que la construcción del estadio de la Rinconada, calificado como el más grande de Latinoamérica (aforo de 40.000 espectadores) y su habilitación para la Serie del Caribe, a un costo de 47 millones de dólares, en momentos en que de acuerdo con voceros del gobierno no hay recursos para aumentar salarios, ha sido duramente criticado y rechazado en redes sociales.
Al respecto, el consultor político Gabriel Reyes subrayó que en cada evento deportivo de talla internacional, el país anfitrión debe garantizar la seguridad, pero también resalta que aparte de la agenda propia de la Serie del Caribe hay una paralela que es la de las protestas y que no se van a parar por la competencia.
«A la posibilidad de que ambas agendas se interpongan es a lo que podrían estarse anticipando el gobierno que quiere mostrarle al mundo una imagen favorable y no parece dispuesto a que eso se vea alterado», señaló.
En la cuenta de Twitter del Ministerio del Interior y Justicia, a propósito del inicio del despliegue de seguridad, encabezado por Ceballos se destacó que la Serie del Caribe «representa el ímpetu del pueblo venezolano por avanzar con mente positiva ante las sanciones criminales que atentan contra el bienestar del pueblo venezolano».
«Este evento le sirve al Gobierno para intentar mostrar un país con una vida normal, con protestas y problemas sí, pero con gente que lleva su vida un poco mejor que antes porque se ha ganado estabilidad y hubo crecimiento económico. El béisbol es un deporte con gran anclaje popular y hay que aprovechar el momento, lo que no quiere decir que todo esté bien en realidad y que se vea bien hacer un estadio con esas características en un país en conflicto social y político», sostuvo Sucre Heredia.
Reyes acotó que la competencia deportiva no busca proyectar una buena imagen a lo interno sino a lo externo.
«El target de este evento (para el gobierno) no es el ciudadano descontento por el salario, es lo que se pueda mostrar hacia afuera», dijo.
La noche de este 1 de febrero, Maduro acudió a la Rinconada a hacer entrega oficial del estadio para el inicio de la Serie del Caribe este jueves 2 de febrero. Sin espectadores y con el expelotero Antonio «el potro» Alvarez como receptor, Maduro hizo un lanzamiento al home.