Últimamente, actores políticos como el excandidato a las elecciones primarias, Andrés Caleca, han aludido a una denominada «oposición 2030». El término, referido a esos factores que no trabajan por el cambio político con las elecciones presidenciales de 2024, ha adquirido cierta popularidad en la red X (antes Twitter).
El sociólogo y director de la ONG Laboratorio de Paz, Rafael Uzcátegui, habla de una teoría de cambio 2030 que está relacionada con dicho sector. Estaría «impulsada por aquellos que sostienen la dificultad de una transformación a corto plazo y que, por lo tanto, habría que generar las condiciones que lo hicieran posible a mediano término, las elecciones del año 2030», explica.
¿Pero quiénes forman parte de la oposición 2030? La opinión de politólogos consultados por Efecto Cocuyo y las generadas en redes sociales ubican en dicho sector a diputados de la Asamblea Nacional (AN) de 2020, que son integrantes de la bancada Alianza Democrática, dirigentes políticos que no comulgan con la Plataforma Unitaria Democrática (hoy precandidatos presidenciales), pero también a algunos dentro de esa coalición y parte del empresariado venezolano, con representaciones como Fedecámaras, entre otros.
Los que «juegan de brazos caídos»
«Estoy de acuerdo con que algo acomodaticio está ocurriendo dentro de ciertos actores políticos y con que ese sector (oposición 2030) existe y son los que no piensan poner un esfuerzo real para apoyar una candidatura unitaria de oposición, capaz de derrotar a Nicolás Maduro, ni lograr garantías electorales para que las presidenciales sean competitivas. Juegan de brazos caídos, aceptan las reglas del chavismo y por lo tanto la derrota para 2024», señala el politólogo Miguel Barone.
Alude en primer lugar a los actores de la llamada «mesita» de 2019 que hoy son diputados de 2020. Forman parte de la Alianza Democrática, en el Parlamento con mayoría del chavismo, las organizaciones Cambiemos de Timoteo Zambrano, El Cambio de Javier Bertucci, Avanzada Progresista con Luis Romero a la cabeza, Primero Venezuela con José Brito y Luis Parra (disidentes de Primero Justicia).
También el ala de Acción Democrática (AD) controlada por Bernabé Gutiérrez y Copei de Juan Carlos Alvarado, ambos partidos intervenidos judicialmente. Brito, Bertucci, Alvarado y Luis Eduardo Martínez de AD también son precandidatos presidenciales.
«Estas candidaturas tienen escaso apoyo popular según encuestas y esos actores saben que no van a ganar, pero se lanzan quizás con la intención de dividir los votos opositores para favorecer la candidatura del gobierno», acota Barone.
Igualmente se refirió a actores económicos como Fedecámaras. Sobre esta última aclaró que no significa que apoyen al gobierno de Maduro pero «se arriman» para tratar de influir en políticas que pudieran beneficiar al empresariado venezolano, quizás olvidando, advirtió, que sin cambio político no será posible un giro económico.
«Necesitamos una elección que le sirva al país, eso no necesariamente equivale a un cambio político. El cambio político no es urgente», expresó el empresario y expresidente de Fedecámaras, Jorge Botti, durante una entrevista para Unión Radio a mediados del mes de enero, lo que contrasta con la fuerte posición antagónica que otrora, mantuvo dicha cúpula frente a las políticas gubernamentales, incluidas las de índole político.
Otro expresidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, encabeza la junta ad hoc de la Cruz Roja, impuesta desde el Tribunal Supremo de Justicia en agosto de 2023 tras intervenir al organismo humanitario por supuestos malos manejos.
Agendas «ocultas»
A un nuevo «diálogo» convocado desde el chavismo, esta vez para acordar una propuesta de cronograma electoral para las presidenciales de 2024, acudieron además de la «oposición moderada» de la AN de 2020, precandidatos presidenciales como Antonio Ecarri (Alianza del Lápiz); el exalcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos; el periodista (despedido de Globovisión) Sair Contreras, el politólogo Luis Ratti y una representación de Benjamin Rausseo (Conde del Guácharo).
Además estuvieron Claudio Fermín, de la organización Soluciones, y el acalde de Chacao, Gustavo Duque de Fuerza Vecinal. Por el empresariado asistieron, aparte de Fedecámaras, representantes de Conindustria y Consecomercio, entre otros actores.
Politólogos como Enderson Sequera coincidieron en que el chavismo trata de aplicar un barniz democrático a lo que pudiera ser la decisión «arbitraria» de organizar presidenciales no competitivas.
«Decir que las elecciones no son para un cambio no tiene sentido, porque el concepto de elecciones involucra esa posibilidad. Hay élites políticas y económicas con intereses asegurados con la continuidad del chavismo en el poder, les conviene que Maduro se reelija, acumulan capital político y económico a pesar de otros costos sobre la crisis humanitaria y la migración», sostuvo el politólogo Luis Remiro.
Advirtió que es válido que haya sectores que no se alineen con la estrategia de la Plataforma Unitaria Democrática y la candidatura de María Corina Machado, pero que algunos adopten por completo la narrativa del gobierno como el fin de las sanciones sin condiciones y castigo para diputados de 2015, genera dudas sobre la verdadera agenda.
«No hay un instrumento para medir quién es más opositor que otro, pero hay una diferencia entre esa oposición intervenida para aparentar democracia y los que trabajan para el cambio político con las elecciones 2024, los que han ido contra las acciones del gobierno como las que violan derechos humanos y están a favor de que regrese la democracia. Los que hablan sólo de economía claramente quieren que el gobierno siga en el poder», expresó.
¿Entran Fuerza Vecinal y Rosales?
Recientemente, Fuerza Vecinal sufrió una división evidenciada en el apoyo del alcalde de El Hatillo, Elías Sayegh, a las primarias opositoras y luego a la candidatura de Machado, mientras que actores como Duque se reúnen con el gobierno nacional y desistieron de participar en la contienda opositora del 22 de octubre.
En cuanto al gobernador del Zulia y líder de Un Nuevo Tiempo (UNT), Manuel Rosales, ha levantado críticas por acudir a llamados del Ejecutivo para dialogar y por no defender con firmeza la candidatura de Machado, con la supuesta intención de erigirse como el abanderado sustituto para las presidenciales. Vale recordar que UNT no presentó candidato en las primarias.
«Rosales y Fuerza Vecinal tienen sus matices, Sayegh fue a la proclamación de María Corina Machado como ganadora de las primarias, mientras Duque se reúne con el gobierno, pero hay activistas de ese partido que promueven la inscripción de jóvenes en el Registro Electoral para que puedan votar en las presidenciales, lo que es positivo. Desconozco la agenda individual de Rosales, pero dirigentes de UNT apoyan el cambio por vía de las presidenciales y la candidatura de Machado», opinó Barone.