¿Venezuela va hacia una transición política?: qué significa y de qué depende

La alusión a una transición política en Venezuela se presenta con insistencia en las opiniones de voceros políticos de oposición y analistas, entendida como un proceso de transformación del actual régimen gobernante a otro, en el que se respeten las reglas democráticas y el estado de derecho.

El debate también gira en torno a lo que debe hacerse para que Miraflores acepte ir a una transición pacífica, como, por ejemplo, garantizar que no perseguirán al chavismo para que pueda ejercer como oposición, en un eventual cambio de gobierno, producto de los resultados de las elecciones presidenciales previstas para el 28 de julio.

“Es un proceso de transformación de un régimen autoritario que comienza a dar señales de que está dispuesto a permitir el cambio de un régimen político a otro, que puede ser democrático pero también autoritario. Es un espacio de tiempo en el que el régimen sigue vigente, se está debilitando, pero no está establecido el nuevo”, explica la historiadora Margarita López Maya.

«No se ve todavía una transición en Venezuela»

¿Venezuela va a una transición política? En declaraciones a Efecto Cocuyo, López Maya aclaró que hasta los momentos el gobierno de Nicolás Maduro y su entorno no han dado señales de querer permitir una transición política en el país, aunque la oposición, destacó, sí se prepara para dicho escenario.

Subrayó que lo que vaya a ocurrir en el país dependerá de los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio.

La historiadora dice que aún no está claro el panorama para hablar de una transición en Venezuela. Foto: Daniel Hernández

Para la ganadora de las primarias opositoras, María Corina Machado, el camino inició después de su triunfo en la consulta interna, que se celebró el pasado 22 de octubre de 2023. En diferentes discursos advirtió que Miraflores podrá retrasarlo por la fuerza, pero no evitarlo.

“En el caso de Venezuela no se ve todavía (una transición en proceso), los factores de poder no parecen dispuestos. Si se llega a las elecciones del 28 de julio, no parece que la oposición y un posible triunfo vaya a ser reconocido por el gobierno, se negocia pero no sabemos qué”, advirtió.

La historiadora, doctora en Ciencias Sociales y profesora en universidades como la Central de Venezuela, del Rosario en Bogotá y visitante de la Universidad de Notre Dame de París, entre otras, mencionó que las únicas transiciones en Venezuela fueron los procesos posteriores a la muerte de Juan Vicente Gómez (1935) y la caída de Marcos Pérez Jiménez (1958).

En el primer caso destacó que el sucesor, Eleazar López Contreras, aceptó ir a una transición hacia la democracia, mientras que, en el segundo, tras la huida del dictador, factores de la oposición y militares acordaron conformar una junta civil y militar para dar paso a elecciones libres y competitivas.

Más allá de nuestras fronteras, ejemplificó con la transición española (1975) que dejó atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco a partir de su muerte, para que España pasara a regirse por una Constitución que restauró la democracia.

También citó el caso de Portugal, donde fueron los militares los que abrieron la transición con la llamada «Revolución de los claveles» en 1974. López Maya advirtió que en los primeros meses de una transición “no está del todo claro qué se hace, pero se hace”.

Señales en la oposición

En distintas entrevistas con medios de comunicación, el candidato unitario de la oposición, Edmundo González, recalca estar “comprometido en llevar adelante la transición” democrática en Venezuela.

«Apostamos por una Venezuela de todos, donde nadie sienta temor a ser perseguido por sus ideas, una Venezuela con justicia donde se garantice la autonomía e independencia de los Poderes Públicos. Estamos comprometidos a llevar adelante una transición en la que se garantice la libertad de los presos políticos, el retorno de los exiliados y de todos los venezolanos que se han ido y quieran regresar», expresó en un video que se publicó en su cuenta de Youtube, el 24 de abril.

Posteriormente, Machado reconoció que sería una transición compleja por lo reducido de las capacidades del Estado debido a la crisis económica y la emergencia humanitaria compleja que vive el país.

“Hace falta algo más que retórica, hay que establecer garantías electorales negociadas, qué pasa con el que es derrotado en las elecciones. Debe haber un compromiso claro de que no se perseguirá de lado y lado”, apuntó López Maya sobre el discurso que apunta a una disminución del costo de salida del poder para el gobierno.

Pero, a juicio de la historiadora, la oposición ha dado señales de avanzar en la presión para una transición. Destacó que se han fortalecido acuerdos, la cohesión opositora concretada en una candidatura unitaria, las manifestaciones de calle, la permanencia de la tarjeta de la MUD y los esfuerzos por mejores condiciones electorales.

Chavismo no habla de transición

Otros voceros de la oposición como el candidato presidencial, Enrique Márquez, y exaliados del chavismo como el economista y exministro de Industrias Básicas y Minería, Víctor Álvarez; y el exsecretario general del MEP, Eustoquio Contreras, también han hecho propuestas para una eventual transición.

Una de ellas es un “pacto de convivencia” que incluye ideas como otorgarle a Maduro un cargo de “diputado vitalicio” con inmunidad parlamentaria para evitar ser perseguido o sancionado si pierde las elecciones, que recoge la propuesta de Álvarez, pero que tiene críticas desde organizaciones defensoras de derechos humanos por hablar de amnistía para «delitos leves» contra las garantías fundamentales y pedir que no se presione para que continúe la investigación por la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad que realiza la Corte Penal Internacional.

A la par, el gobierno de Colombia también intenta hacer aportes a partir de la propuesta del presidente Gustavo Petro de un plebiscito en el que se vote por el respeto a la vida y demás derechos de quien pierda en la elección presidencial, apoyada por Enrique Márquez, quien plantea una discusión al respecto en la oposición.

Este 8 de mayo, el canciller encargado de Colombia, Luis Gilberto Murillo, señaló que apoyan «una transición pacífica» luego de los comicios presidenciales del 28 de julio, al participar en la 54 Conferencia Anual de las Américas en Washington, Estados Unidos.

La declaración provocó la reacción del número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien la tildó de injerencista, “grosera” e “inamistosa”. Desde Trujillo, dijo que el canciller colombiano no tiene derecho a hablar de transición en Venezuela y que la única transición que habrá será hacia el socialismo.

Incertidumbre en el ambiente

“Los aliados también presionan, pero el gobierno no da señales de querer ir a una transición. Persiste además la incertidumbre sobre si llegaremos al 28 de julio, puede pasar algo inesperado, El gobierno puede patear la mesa, paralizar el proceso electoral para negociar, la oposición fragmentarse, porque ya se ha inhabilitado candidatos, perseguido y violado el Acuerdo de Barbados”, acotó López Maya.

La analista política también considera que el poder político envía señales contradictorias al, por ejemplo, Cabello aceptar la candidatura de Edmundo González. Asimismo, el hecho de que el gobierno haya expulsado la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas para luego pedirle que vuelva y permitir la visita del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, con quien finalmente concretó la instalación de una oficina técnica en Caracas.

López Maya recordó que la decisión del gobierno es mantenerse en el poder a como dé lugar y hace lo posible por llegar a ese techo de 25% a 30% del apoyo popular para las elecciones que le dan algunas encuestas, además de armar su estructura para tratar de quebrar a la oposición y que llegue dividida al 28 de julio.

“Las transiciones son complejas porque hay que negociar para lograr estabilidad y permitir la reinstitucionalización del país”, agregó.

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