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¿Son los jóvenes apolíticos o más bien apartidistas?, esta pregunta encontró distintas respuestas en el Café Puyao que compartieron Efecto Cocuyo y la ONG Labo Ciudadano con chamas y chamos este miércoles 31 de mayo, en La Terracita de Java´s Bar, en Bello Monte.

“Es más apatía que desinterés”, respondió Elena Pacheco al desmontar la idea de que la juventud está despolitizada. En su opinión, son los fracasos de la dirigencia los que alejan a esta población de asumir un rol más activo en el quehacer político. “En estos últimos años ocurrió (Henrique) Capriles, ocurrió (Juan) Guaidó y no pasó nada. Nada da la impresión de provocar un cambio”, cuestiona.

“Nosotros tenemos un desapego con los partidos”, afirmó Eugenia Sarabia. La estudiante recordó anécdotas familiares sobre las hazañas de la dirigencia estudiantil que hoy considera escasas. “En la escuela de Estudios Políticos (UCV) sí se lo toman en serio, pero en otras escuelas es más como una especie de juego. Veo a los representantes de la Federación de Centros Universitarios y me pregunto qué hacen o qué pueden hacer sin recursos”, expuso.

¿Qué es la democracia para los jóvenes?

Sobre la democracia dijo: “Es demasiadas cosas, teóricamente tiene parámetros, se maneja de cierta manera, pero ¿en la práctica que es?”. Aunque reconoció que “la abstención, como herramienta política, le ha hecho perder mucho a la oposición”.

Luis Alejandro Ruiz refirió el ensayo El Poder de los sin Poder, de Václav Havel, para reflexionar sobre democracia. “La democracia es el poder de los cualquiera, en el sentido de que son los ciudadanos comunes y no los poderosos los que deciden”.

La apatía, para el universitario, “no es un tema que ha vendido nuestra generación”. “La apatía es algo que nos vendieron porque nos dijeron que la política era mala y, sin querer, terminamos repitiendo algo que el mismo sistema quiere que repitas con el fin de que te desentiendas de lo público”, sostiene.

En su opinión, la razón por la que los jóvenes sienten apatía es porque hay un problema de representatividad.

“La política, por más que te guste o no, se mete en tu vida de muchas formas, se va a meter hasta en el sueldo que ganas. Pero, cuando se quiebra el tejido social como pasó en Venezuela, convencer a la gente de que la política está relacionada con su vida es un desafío porque hay mucho miedo y desconfianza”, advierte.

¿Vale la pena votar en Venezuela?

Ruiz ve en el voto el potencial de movilización ciudadana. “Hay 3 millones de jóvenes que no están inscritos en el Registro Electoral (RE), esto es como si toda la población de Uruguay no estuviera inscrita, ese es el nivel de gravedad”, alerta.

Fabiana García es parte de esos 3 millones de jóvenes que no están inscritos en el RE. ¿Por qué?, se siente desconectada de la política porque la asocia con conflicto y eventos traumáticos, aunque admite que “hay una búsqueda, pero no hay una guía, una orientación básica”.

“Imagínate venir al mundo, ser una niña y que a tu alrededor empiecen a ocurrir cosas que no comprendes, por qué tu padre está aferrado a un movimiento político que es una fachada, por qué decidió creer en esta visión comunista o socialista, ya ni sé, la cuestión es cada vez más difusa. ¿Por qué en tu familia discuten por eso? Mi generación está formada en una realidad alterna (internet), que es como The Matrix, para huir de la presión”, expresa.