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Las adolescentes venezolanas sufren un impacto diferenciado en su salud mental: son el grupo poblacional más vulnerable frente a cuadros de ansiedad y depresión y son quienes tienen mayor riesgo suicida, alertó la organización Cecodap este 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental.

Según las estadísticas del Servicio de Atención Psicológica (SAP) de Cecodap, que contó con 4.959 beneficiarios entre enero y junio de 2022, las alteraciones del estado de ánimo representaron el principal motivo de consulta entre las adolescentes (54,2%).

Esta categoría abarca desde alteraciones mixtas, depresión, sentimientos de tristeza, llanto fácil, angustia, irritabilidad y duelo hasta ansiedad. En el caso de las niñas, las alteraciones del estado de ánimo constituyeron 21,1% de los motivos de consulta.

«Cuando vemos las alteraciones del estado de ánimo no se trata solo de que se sienten tristes, sino que estos sentimientos de tristeza o ansiedad afectan su rendimiento académico, su calidad de vida, impactan de manera negativa en sus posibilidades de continuar en la escuela, desarrollarse y aprender de forma plena. Pero esto además nos lleva al riesgo suicida, uno de los elementos más críticos en salud mental», dijo Abel Saraiba, coordinador adjunto de Cecodap y psicólogo de la organización. 

De toda la población atendida que presentó alguna alteración del estado de animo y riesgo suicida, el 44,8% eran adolescentes femeninas, mientras que en los adolescentes masculinos el porcentaje fue de 15,3%. 

El riesgo suicida en las adolescentes fue incluso superior al de las mujeres (17,2%) y al de los hombres (12,3%).

Los conflictos familiares (11,3%) y la violencia (8,3%) fueron los siguientes motivos de consulta entre las adolescentes. De acuerdo con Cecodap, las adolescentes y las niñas fueron los grupos más afectados por situaciones de violencia. 

Violencia que afecta a todos

De los tipos de violencia identificados entre las adolescentes, el principal fue la violencia sexual (50%), seguida de la violencia intrafamiliar (32,1%) y el acoso escolar (17,9%), explicó Neudith Morales, psicóloga de Cecodap. 

Según Morales, el acoso escolar no diferencia su afectación en función del género, sin embargo los niños y niñas son los más vulnerables: de los casos de acoso atendidos en Cecodap, 37,1% correspondían a niñas y 25,7% a niños.

Los datos presentados igualmente reflejan que los niños y los adolescentes masculinos también son víctimas de violencia sexual: de los casos de violencia identificados entre los adolescentes masculinos, 33,3% correspondían a violencia sexual.

En el caso de las niñas hasta los 12 años, el acoso escolar fue el primer tipo de violencia, seguido por la violencia sexual e intrafamiliar. Esta última forma de violencia, según Saraiba, tiende a escalar y convertirse en violencia basada en género.

«La violencia y el contexto de sufrimiento emocional que experimentan niñas y adolescentes, cuando se manifiesta de manera más intensa en la adolescencia, puede no encontrar un alivio sustancial en la vida adulta. Va a tener un papel determinante de cara a las nuevas formas de violencia, exclusión y discriminación de las que son objeto niñas, adolescentes y mujeres», añadió Saraiba. 

Urgen políticas de atención

La organización defensora de los derechos de los niños, niñas y adolescentes llama a desarrollar planes específicos para garantizar su acceso a servicios y protección. Además, pide diseñar una política de protección pública para niñas y adolescentes, con un enfoque que incluya a las madres, que también pueden ser víctimas de violencia basada en género. 

Otra de las recomendaciones de Cecodap es desarrollar una política pública en materia de salud mental, con suficientes recursos para ofrecer servicios de calidad, además de incorporar a los centros educativos en la promoción de la salud mental y la protección de los niños, niñas y adolescentes.

Igualmente exhorta a implementar una campaña nacional para sensibilizar sobre temáticas vinculadas al género, equidad y violencia.