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En «cierre técnico» llegó el servicio de lactancia del hospital J. M. de los Ríos a la Semana Mundial de la Lactancia Materna que inició este 1 de agosto de 2022. Mientras el mundo llama a los gobiernos a asignar más recursos para proteger los programas de lactancia materna, la administración del principal centro pediátrico de Venezuela redujo a la mitad el número de especialistas en lactancia humana.

El servicio «Mi Gota de Leche» Centro de Lactancia Materna, fundado en 2002, ha atendido a más de 79.000 personas —entre madres, bebés y sus familias— de manera ininterrumpida pese a constantes reubicaciones, la ausencia de un espacio adecuado y al déficit de personal.

Con la llegada de la pandemia de COVID-19, las actividades del servicio migraron a la modalidad a distancia y se mantenían con el apoyo de la organización «La Casa Grande», a través del programa «Acompañándote en Lactancia», sin detener el registro mensual de actividades ante el Departamento de Registros Médicos y Estadísticas de Salud del hospital. 

El oficio enviado por la coordinación de Recursos Humanos del J. M., durante la última semana de julio, informó que dos nutricionistas que se desempeñaban como Consultoras especialistas de Lactancia fueron transferidas al servicio de Nutrición y Dietética del hospital, donde ahora deberán trabajar físicamente.

«La comunicación recibida de parte de la coordinación de Recursos Humanos, con visto bueno de la Dirección del Hospital, decreta de facto el cierre técnico del servicio que desde hace 10 años ya no contaba con un espacio físico adecuado para brindar atención y que por no cumplir con las medidas de bioseguridad requeridas desde el inicio de la pandemia por COVID-19 se encuentra brindando atención a distancia», indicó el personal de Mi Gota de Leche en un comunicado. 

Mi Gota de Leche cuenta con el reconocimiento como Organismo Capacitador por parte del Programa Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Además contribuye con la formación académica en Lactancia de los residentes del Postgrado de Puericultura y Pediatría del J. M.

En una respuesta enviada a Recursos Humanos del hospital y a Unicef, la jefa del servicio, la pediatra gastroenteróloga Evelyn Niño, expresó su desacuerdo y rechazo a la medida, la cual aseguró que cercena los derechos del personal y de los usuarios del servicio. 

Niño advirtió que la decisión afecta de manera «severa» la capacidad de atención del servicio y solicitó que sea reconsiderada y revertida, con el fin de evitar consecuencias negativas para la población. 

Años de déficit y falta de condiciones

El servicio Mi Gota de Leche debía contar con 12 especialistas, pero solo quedaban 4. Tenía fallas en el suministro de agua y tras su última reubicación antes de la pandemia quedó situado en un espacio de escasos metros cuadrados sin aire acondicionado para la atención de madres y sus bebés.

En ocasiones, las madres que recién habían dado a luz tenían que subir 4 pisos por las escaleras con botellas de 5 litros de agua para poder mantener la higiene. A veces las especialistas debían pasar consulta en el cafetín del hospital. 

En el servicio Mi Gota de Leche funcionaba además uno de los cuatro lactarios institucionales que existen en Caracas, de un total de diez en todo el país, pero quedó suspendido debido a las limitaciones para brindar atención. 

En la última década, el centro de lactancia había sido reubicado al menos tres veces. Del piso 1 de la Torre de Hospitalización, su sede inicial, pasó al piso 2 de la misma torre al inicio de 2013. En abril de ese año lo trasladaron a hospitalización de Oftalmología y de Ginecología Infanto-Juvenil, un piso más arriba. En 2015 fue mudado al laboratorio de Inmunología, en el piso 4 de la misma torre, su última sede física.

Desde 2019, Mi Gota de Leche Centro de Lactancia es uno de los servicios del J. M. de los Ríos amparados por las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que exhortan al Estado venezolano a tomar acciones para asegurar condiciones de salubridad y seguridad para los pacientes.

Para 2022, el lema de la Semana Mundial es Impulsemos la lactancia materna: apoyando y educando. La Alianza Mundial para la Acción sobre Lactancia Materna (Waba, por sus siglas en inglés) exhorta a los gobiernos, sistemas de salud y comunidades a fortalecer sus capacidades de proporcionar y sostener entornos amigables con la lactancia materna para las familias en un mundo «pospandemia».

Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) piden dar prioridad a la inversión en políticas y programas de apoyo a la lactancia materna, especialmente en entornos frágiles y de inseguridad alimentaria.