Caracas.- La Ciudad Universitaria de Caracas, sede de la Universidad Central de Venezuela (UCV), fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 2000 por la Unesco, sin embargo, quienes recorren el campus suelen notar con preocupación que se va deteriorando aceleradamente.
Con casi 300 años de haber sido fundada; la pandemia por el COVID-19 no es el único problema de la UCV, pues los reportes de algunas de las personas que visitan la casa de estudio, muestran los daños en las infraestructuras, así como robo de placas y presencia de personas en situación de indigencia en los al rededores.
Caída del techo
La caída del techo en la pasarela en la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, ocurrida en junio de 2017, exteriorizó la precaria situación por la que pasaba la universidad.
Ese año, el gobernante, Nicolás Maduro, se comprometió a recuperar la infraestructura y ordenó al ministro de Educación de ese momento, César Trómpiz, a trabajar en conjunto con la rectora de la casa de estudios para resolver el problema.
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Robo de placas
El 13 de diciembre de 2016, a plena luz del día, frente a un puesto de seguridad, la placa dedicada a Belinda Álvarez, en la Escuela de Trabajo Social, también fue violentada.
El busto en honor al doctor José María Vargas que se encontraba en la Facultad de Medicina también fue víctima de la delincuencia, pues a la escultura le fue robada la placa de bronce que la identificaba, en enero de 2017.
Robo de rejas
Luego de la caída del techo, ocurrida en 2017, en el pasillo de Ingeniería pusieron unas rejas para proteger a quienes pudieran pasar por allí, estas fueron robadas, lo mismo pasó con los brazos mecánicos en la entrada de los estacionamientos.
La presencia de personas en situación de indigencia también es algo que genera preocupación en la comunidad.