Caracas.- Cadenas van y vienen en los grupos locales de mensajería instantánea que comparten vecinos de distintas zonas populares en el este de Caracas. De ellas surgen rumores de casos de COVID-19 en Maca, en Terrazas del Ávila, en La Dolorita, de cinco contagiados en el hospital Pérez de León. Y así circula una innumerable cantidad de informaciones sin verificación que solo inciden en la desesperación de la población de la zona.
Líderes comunitarios de distintos barrios de la parroquia petareña, en el estado Miranda, reportan que más allá de la información oficial dada a conocer en cadenas nacionales y redes sociales de las autoridades del gabinete de Nicolás Maduro, son pocas las novedades que llegan a estas zonas populares con respecto a los casos de coronavirus. Por ello aumenta la incertidumbre acerca de los rumores que circulan de supuestos contagiados que se encuentran aislados en casas de estos sectores.
Aquella instrucción dada por Maduro a la red de comunidad organizada en todo el país, el pasado 12 de marzo en cadena nacional, parece no haber sido cumplida, pues de líderes de al menos 15 barrios de Petare aseguran que los vecinos no han recibido información adicional sobre los casos o medidas preventivas por parte de los consejos comunales.
“Le pido a los consejos comunales, a los más de 46 mil consejos comunales, a los Clap, le pido a toda la red de organizaciones sociales, vecinales, populares, le pido a todos los movimientos sociales del país, a todos sin distingo, sin exclusión, que se pongan al frente de la batalla por proteger al pueblo de Venezuela de esta pandemia del coronavirus", dijo Maduro en aquella ocasión.
Pero la realidad es otra. Una integrante de un consejo comunal en José Félix Ribas, que pidió resguardar su identidad, aseguró que hasta el momento no ha recibido instrucciones, y que solo han ido al barrio funcionarios de PoliSucre para fiscalizar que los pocos negocios que siguen abiertos cumplan con la medida del uso del tapabocas.
La mujer asegura que la falta de precisión en torno a los lugares específicos en los que se encuentran aislados los casos ya contados de COVID-19 ha generado que entre los propios grupos de redes sociales de los consejos comunales, desde donde organizan entregas de Clap, se envíen mensajes alarmistas como este que muchos recibieron la mañana de este martes 17 de marzo:
“Esta noche a partir de las 11:00 pm nadie podrá estar en la calle. Cerrar puertas y ventanas porque 5 helicópteros de la Fuerza Aérea pulverizarán desinfectante como parte del protocolo para erradicar el coronavirus".
El mensaje es falso, como otros tantos audios que han sembrado confusión entre los vecinos de Petare. Es el caso de la señora Arminda López, que vive en La Bombilla y asegura que prefirió no salir más hasta que pase el peligro, así se quede sin alimentos. “Ya dicen que hay miles de casos y yo no quiero morirme de eso", dijo.
Ante la ola de rumores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas sociedades científicas coinciden en exhortar a los ciudadanos a informarse a través de medios certificados y confiables y evitar difundir rumores y información sin fuente que llegue a sus manos.
Cuarentena a medias en el este de Caracas
La cuarentena parcial y luego total declarada en toda Venezuela a partir de este 16 de marzo, a propósito de las medidas de seguridad para evitar la proliferación del coronavirus en el país, ha sido acatada a medias en las zonas populares del este de la ciudad capital donde se tiene conocimiento de que hay al menos 15 casos confirmados de COVID-19.
En zonas como el centro de Petare y los barrios de la parte baja se concentran algunas ventas populares de verdura y carne, en donde la exigencia para todos los vendedores es el uso de tapabocas. Sin embargo, entre los compradores aún hay personas que incumplen la recomendación exigida por funcionarios policiales que mantienen alcabalas en las principales calles de acceso a esta zona de la ciudad.
Aracelis Marín, líder comunitaria del casco colonial de Petare, indicó que varias bodegas y comercios del sector se mantienen activos y prestan servicio, pero exigen el tapabocas para ingresar a los establecimientos. Similar es la situación en el transporte público de la zona, donde Marín asegura que “son estrictos con la medida y no dejan subir a nadie que no use el tapabocas".
“En la calle hay mucha más gente de la que debería… En el mercado bolivariano, donde venden comida, eso está abarrotado de gente, pero funcionarios de la policía se llevaron ayer a empleados y dueños de locales que no estaban usando los tapabocas", contó Marín.
En otras zonas como Mariches o Terrazas del Ávila la alarma de los vecinos es visible en la soledad de sus calles. Ana Karina Vital, residente de un barrio cercano a estas comunidades, refirió que la noche de este lunes 16 de marzo, primer día de la cuarentena, funcionarios de la Policía Nacional y las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) ordenaron a pequeños comerciantes que prestaban servicio en Petare Norte y la parte alta de la parroquia a que se resguardaran en sus casas y evitarán salir de ellas.
Desde la redoma de Petare y hasta La California la gente sigue en las calles. La novedad: los vendedores ambulantes usando tapabocas improvisados con telas o toallas húmedas picadas. No obstante, muchos de los transeúntes aún no tienen este instrumento, ni siquiera improvisado.
“Hay mucha alarma en la zona porque se dicen muchas cosas, entre ellas que tenemos algunos casos cerquita en cuarentena, por eso hay que quedarse en sus casas. Lo que pasa es que uno tiene que venir a comprar cosas de comer para aguantar", comentó Ana Contreras, vecina de Campo Rico, quien se mostró preocupada por la escasez de productos que muestran los pocos locales abiertos este 17 de marzo.
A partir de la estación de metro Miranda, donde inicia el municipio Chacao, funcionarios policiales de la zona impiden el paso y solo dejan acceder con permisos especiales. Los vecinos reportan en Chacao y Altamira que solo permanecen abiertas farmacias y algunos bodegones. “Uno está tratando de acatar las medidas, pero cuando se acaba la comida y solo quedan esos bodegones carísimos para comprar hay que salir a aventurarse en ese metro para ver donde se consiguen mejores precios", comentó Adolfo Araque, quien reside en Los Palos Grandes.
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