Caracas.- Hasta seis meses sin agua por sus tuberías, con bajones de luz, apagones durante más de tres horas y entre enfermedades infecto-contagiosas viven los vecinos de Gavilán, La Unión, Sisipa y otras comunidades de la zona rural de El Hatillo y parte de Baruta, estado Miranda.
A los vecinos de estas zonas les ha tocado enfrentar incluso brotes de leishmaniasis durante esta cuarentena por el nuevo coronavirus. Y, pese a algunas actuaciones de las autoridades locales para mejorar la situación, quienes viven en estos asentamientos rurales ven empeoradas sus condiciones de vida por la falta de servicios públicos.
“Cada vez que llueve se va la luz y puede pasar hasta dos días en volver. El internet es pésimo y vamos para seis meses y cuidado si más sin agua", contó a El Pitazo Alexander Bracamonte, para quien en su población no hay futuro ante las carencias que viven y con las que tienen que lidiar a diario.
Bracamonte comentó a El Pitazo que el problema empeora por la escasez de transporte e incapacidad de los residentes de la zona rural de acceder a productos de la canasta básica a precios más bajos.
Vecinos de Candelaria protestan por fallas de Cantv y apagones durante la cuarentena
Los vecinos refieren que el Consejo Comunal del sector ha tratado de mediar para solventar la crisis por falta de agua, pero que hasta el momento no obtienen resultados y a los ciudadanos hatillanos les toca cargar agua desde pozos profundos, tomas improvisadas y hasta quebradas de la zona.
Angela Escalona vive en Sisipa y asegura que ha perdido electrodomésticos por las constantes fallas de luz y que sus hijos no han podido retomar las clases en línea porque el único teléfono inteligente de la casa se quemó en un apagón.
“Estamos cansados de vivir en esta situación de abandono, como si para nosotros no existiera la calidad de vida, como si se les olvido que aquí arriba vive gente", comentó Escalona.
Los residentes exhortan a las autoridades de la Alcaldía de El Hatillo y del estado Miranda a trabajar por empoderar a esta comunidad y mejorar las condiciones en las que deben vivir.