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Caracas.- Este martes 15 de diciembre de 2020 se cumplieron 21 años de haberse registrado el deslave de Vargas a causa de las fuertes lluvias caídas en el litoral central del país.
La tragedia de Vargas se vivió justo cuando el entonces presidente Hugo Chávez llamaba a los venezolanos a votar en referéndum la Constitución de 1999.
«Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca», esta fue la frase de Bolívar usada por Chávez para responder a los periodistas de que las lluvias no impedirían la realización del proceso electoral en aquel entonces.
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Ángel Rangel, quien era el director nacional de la Defensa Civil de Venezuela en 1999, contó en una entrevista con el diario BBC que en Vargas, entre el 14 y el 16 de diciembre, llegaron a registrarse precipitaciones de hasta 911 milímetros de agua por metro cuadrado.
«El día 15 le hice llegar al entonces ministro del Interior una declaratoria de emergencia nacional para que fuera aprobada por el Consejo de Ministros, porque estábamos ya en una situación crítica. Pero el gobierno no contemplaba suspender el proceso electoral», comentó Rangel a la BBC.
José Luis López, ingeniero hidráulico de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y uno de los científicos que más ha estudiado la tragedia de Vargas según un artículo publicado en la BBC, coincide con varios expertos en que gran parte de los estragos pudo haberse evitado.
«La catástrofe se produce debido a la incontrolada ocupación urbana de los abanicos aluviales, gargantas de las quebradas y laderas de los cerros circundantes, sin la presencia de obras de control ni sistemas de alerta temprana que hubiesen podido avisar a la población para evacuar las zonas de peligro», dice José López.
Por otro lado, la geógrafa de la UCV, Virginia Jiménez Díaz, alertó en diciembre de 2019 que el riesgo de una nueva tragedia sigue latente en el estado Vargas, 21 años después del deslave.
Virginia Giménez indicó en una entrevista para La Gran Aldea, que la población varguense ha vuelto a levantar sus viviendas en zonas de alto riesgo por su cercanía con quebradas y canales, situación que se agrava debido a la falta de autoridad del gobierno y la falta de mantenimiento de las presas de control de sedimentos.
»Puede producirse un nuevo desastre. Quizá no en las mismas dimensiones, porque en algo se han mitigado las condiciones de riesgo de la zona, pero, sin duda, nos veríamos en serios problemas, aún con las presas y con todos los reales que se metieron allí», advirtió.
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