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Caracas.- Mediante un comunicado, la Federación Venezolana de Maestros fijó una posición ante la crítica situación que vive el país con la pandemia del COVID-19 y demás deficiencias, como son las fallas en los servicios públicos, la hiperinflación, la delincuencia y la hambruna.
«El gobierno no logra ni logrará buenos resultados en la lucha contra la pobreza, el hambre, la desnutrición y el desempleo, por el contrario cada día los derechos humanos, el desarrollo humano y la economía venezolanos caen a niveles estrepitosos hasta tener incluso los peores indicadores de Latinoamérica, casi a la par de los países más empobrecidos del mundo, lo cual convierten a Venezuela en un país que lejos de atraer capitales los espanta», suscribe el escrito.
Respecto a la educación en el país, señalaron que, en cuánto a los alumnos, solo 10% reporta tener una conexión estable; 67% no dispone de recursos materiales para el trabajo en casa y 94% de los docentes opina que la mayoría no tiene buen servicio de electricidad ni capacitación digital para cumplir con la instrucción del programa “Cada familia una escuela“.
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Por otro lado, puntualizaron que el poder adquisitivo en el país «nos está convirtiendo cada día en más pobres, prácticamente en indigentes», pues el promedio del salario con cesta ticket de un docente es de 10 dólares, es decir, 0,3 dólares diarios. Según el Banco Mundial, toda persona que gane menos de 1.9 dólares diarios vive en pobreza extrema.
Denunciaron que el sistema de salud en Venezuela es un caos, que médicos y personal de salud han abandonado el país, varios han fallecido por carencia de dotación, el HCM no funciona para los trabajadores en general, por lo que la Federación Venezolana de Maestros le hace un reconocimiento a los trabajadores del sector salud que «sin la dotación requerida y falta de insumos en los hospitales y centros de salud le están haciendo frente a esta inesperada situación».
Referente a los puntos que tocaron en el comunicado, la Federación Venezolana de Maestros considera que es necesaria una alianza, no solo de los partidos políticos, sino de todos los venezolanos e instituciones. «La división nos ha hecho y nos sigue haciendo un gran daño, si no la superamos podría ser irreversible para el desarrollo y crecimiento», resaltaron.
