El hotel Humboldt abrirá las puertas a la historia en enero de 2020

Las empresas que administran actualmente el hotel Humboldt, en la cima del Ávila, prometen ofrecer un servicio inclusivo y una experiencia completa que integre las comodidades de un hotel con la solemnidad de un museo, a partir de las últimas semanas de enero

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El hotel Humboldt está ubicado en la cima del Ávila y fue construido en 1957

Caracas.- “Una experiencia histórica e inclusiva", eso es lo que prometen ofrecer en el icónico hotel Humboldt a los venezolanos que a partir del mes de enero quieran revivir  la vida caraqueña de los años 50.

Luego de una restauración de más de ocho años, la mítica estructura ubicada en la cima del Ávila, permitirá visitas guiadas, alquiler de sus espacios para eventos y hospedaje a quienes quieran vivir la experiencia de despertar entre las nubes en alguna de las habitaciones de esta imponente estructura que parece colgar del cielo y cuyo costo oscilará entre los 200 y 350 dólares por noche.

Y, aunque la remodelación tomó más tiempo que la construcción de esta edificación hecha en siete meses en el año 1956 y considerada por el Instituto de Patrimonio Cultural como una de las obras maestras del siglo XX en Venezuela,  quienes están a cargo del hotel explican que en todo el proceso se respetaron los lineamientos del arquitecto Tomás José Sanabria para mantener el espíritu histórico del hotel.

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Carlos Salas, gerente de alimentos y bebidas del hotel Humboldt, asegura que se trata del rescate de una pieza histórica única y que, antes de la apertura oficial al público, pretenden desmontar los mitos en torno a la remodelación: “No participaron presos en la reconstrucción, no hubo suicidios y solo formamos parte de una cadena hotelera que quiere ofrecer la experiencia combinada del confort de un hotel de montaña y de un museo histórico".

Esta nueva versión del Humboldt mantiene las diferencias entre los sectores de huéspedes y el de servicios y permitirá a los visitantes apreciar mosaicos, lámparas y terminaciones originales de la construcción de Sanabria. “Es patrimonial este edificio y por eso tendrá todas las condiciones y comodidades de un hotel, pero con estilo patrimonial y museo", explicó Salas.

Entre las 70 habitaciones que componen el hotel, una fue habilitada como museo

Una vitrina de país

Aunque actualmente son varias las empresas que tienen concesión para trabajar las distintas áreas del hotel, todas coinciden en procurar servicios que sean de calidad y acceso para todos los visitantes futuros.

“El hotel es producto del país y lo que queremos es que sea una vitrina de ese país que tenemos con sus contrastes", comentó Salas en un recorrido ofrecido a la prensa en el Humboldt. Allí hizo referencia breve a las luces que se desprendían del hotel hace algunos fines de semana y que causaron controversia en redes y puntualizó que se trató de un evento privado, uno de los tantos que han hecho en los últimos meses para poner a prueba la remodelación del espacio que corona el Ávila.

Tras una remodelación de ocho años, pretende ofrecer a los huéspedes un servicio de museo y hotel al mismo tiempo

Quienes se aventuren a conocer el Humboldt podrán toparse con salones de acústica perfecta, comedores que replican épocas antiguas, baños con mosaicos típicos de los 50 y habitaciones tipo museos que muestran ajuares de fiesta de las mujeres que solían visitar estos espacios.

Pero sin duda nada sorprenderá más a quienes vivan la experiencia que abrir las ventanas del balcón de alguna de las 70 habitaciones que componen el hotel o visitar el piso 15 y contemplar la imponente vista del valle de Caracas que ofrece la edificación.

Para los trabajadores del Humboldt toparse todas las mañanas con esta panorámica de la ciudad de Caracas es un premio al esfuerzo y un incentivo para ofrecer un buen servicio. Salas explicó que, además de la vista, durante la remodelación el edificio fue revelando formas originales que al ser restauradas revitalizaron los espacios y dieron ese carácter  entre lo antiguo y lo moderno que ahora caracteriza al Humboldt.

El bar Gaviota es uno de esos espacios en donde fueron descubiertas piezas de esta ave en una composición en bronce sobre las paredes que ahora contrastan con arbolitos de Navidad y pisos modernos sobre los que reposa un piano donado por el propio John F. Kennedy.

La impresionante vista será uno de los más grandes atributos que podrá ofrecer el Hotel Humboldt a sus visitantes

Los que administran el hotel prometen a quienes los visiten desde enero de 2020 demostrar que es un espacio de inclusión que busca devolver la cultura a todos y en donde también se hacen eventos de todo tipo y para todos los públicos. Un lugar de contrastes como el país mismo.

Durante la remodelación trataron de justarse a los parámetros de Sanabria para respetar la construcción original
El grupo de empresas que administran el hotel esperan crear un espacio de inclusión que sea vitrina del país actual

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