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Un dólar por casa es la tarifa mínima semanal que cobran trabajadores del aseo en Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana del estado Bolívar, para recolectar los desechos. Visitan las diferentes urbanizaciones y sectores una vez a la semana.
Habitantes que no pueden salir de sus viviendas, debido a la cuarentena por COVID-19, no acostumbran a denunciar porque temen que si alzan la voz les prohíban a estas personas continuar con su labor y deban quemar sus desechos como lo hicieron en varias temporadas debido a la falta de vehículos recolectores.
Una fuente de la Alcaldía reveló a El Pitazo este 20 de julio que hace un año y medio los propios trabajadores del aseo repararon una de las unidades dañadas y comenzaron a trabajar. Como el ayuntamiento no les garantizaba sus pagos, ellos acordaron con sus jefes comenzar a cobrar por el servicio y de la ganancia debían darles un porcentaje. Es por ello que el servicio de aseo continúa funcionando en esta zona fronteriza.
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Otro camión privado realiza la misma labor y cobra la misma tarifa, cuando se trata de varios pipotes, bolsas negras, escombros y cachivaches el precio sube a cuatro dólares, tal y como lo relató uno de los trabajadores.
Lo contrario ocurre en calles del centro de la ciudad que casi a diario, especialmente los fines de semana, luce rebosante de desperdicios. Debido a la cuarentena y a la reducción de horarios de trabajo en locales, a muchos comerciantes no les da tiempo de cancelar al aseo y por ende la basura se queda en sus depósitos hasta que zamuros o perros hambrientos comienzan a hurgar.
Afectados insisten en que no hay ningún tipo de autoridad en el municipio Gran Sabana dónde se pueda denunciar esta irregularidad.
