Más de 200 líderes demócratas del mundo firmaron un comunicado en el que rechazan la supuesta intromisión del madurismo en los hechos vandálicos y desestabilizadores registrados en los últimos días en Ecuador y otros países de América Latina. Por esta razón exigieron que se active el artículo tres numeral uno del Tratado Internacional de Asistencia Recíproca (Tiar).
En el manifiesto señalan directamente al expresidente de Ecuador, Rafael Correa y a Maduro de liderar acciones para derrocar al Gobierno de Ecuador. También indican que Maduro ha intervenido en otros países como Chile y Colombia para crear caos.
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El artículo al que hacen mención los líderes demócratas establece que “Las Altas Partes Contratantes convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de dichas Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque, en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas".
En el comunicado indicaron también que no es la primera vez que Maduro intenta contribuir con un golpe de Estado en Ecuador. Señalaron que ya lo hizo en el 2009 cuando era canciller del fallecido expresidente Hugo Chávez y luchó por restablecer en el poder a Manuel Zelaya, a quien catalogaron también como un dictador.
Por otro lado denunciaron que en el 2012 impulsó al alto mando militar de Paraguay para que protagonizara un golpe de Estado y finalmente recordaron que el presidente de Colombia Iván Duque ha denunciado en varias oportunidades las acciones de Maduro por desestabilizar esa nación.
Concluyeron que en Ecuador se juega la lucha decisiva de la ofensiva desestabilizadora que promueve el régimen de Nicolás Maduro y que por tanto se juega la libertad de América Latina.
«Si permitimos que el Foro de Sao Paulo se apodere de ese país mediante un golpe de Estado se producirá un efecto dominó que afectará a las demás naciones Latinoamericanas. Por el contrario si la institucionalidad demócrata triunfa sobre la sedición, será un ejemplo muy positivo para el resto del continente americano», señala el texto.
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