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El docto Li Wenliang fue uno de los primeros en advertir sobre el brote de coronavirus, se aferraba a la vida después de infectarse con el virus el viernes, 31 de enero, informó el Hospital Central de la Ciudad de Wuhan en una publicación, en el sitio de redes sociales china Weibo, pero advirtió que su condición, dijo, era crítica.
Algunos medios de prensa chinos, sin una fuente clara, publicaron, que el doctor Li ya estaba muerto, incluso la Organización Mundial de la Salud emitió un mensaje de condolencia en Twitter.
Según publicó el medio New York Times, Li Wenliang alertó a sus colegas sobre un grupo alarmante de enfermedades que se asemejaban al Síndrome Respiratorio Agudo Severo o SRAS, un coronavirus anterior que asoló China hace casi dos décadas. Dichas alertas hicieron que al doctor Li le llegara una citación por funcionarios de salud.
A principios de enero, el doctor Li Wenliang fue interrogado por funcionarios del hospital y la policía, luego de haber advertido a un círculo de compañeros de escuela de medicina sobre un brote viral que, según él, parecía similar al SRAS. La policía lo obligó a firmar una declaración desinuando su advertencia como un rumor infundado e ilegal.
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«Si los funcionarios hubieran divulgado información sobre la epidemia antes», dijo el doctor Li a The Times. «Creo que habría sido mucho mejor. Debería haber más apertura y transparencia».
El destino del doctor Li Wenliang es un tema singularmente delicado para el gobierno chino. Incluso mientras los funcionarios luchan contra la epidemia, han tratado de sofocar las críticas generalizadas de que han manejado mal su respuesta al brote inicial en Wuhan, una ciudad de 11 millones en la provincia central china de Hubei.
«Creo que una sociedad sana no debería tener una sola voz», le dijo Li recientemente a Caixin, una revista china que ha informado agresivamente sobre la epidemia.
En entrevistas recientes, el doctor Li sonó esperanzado en superar la enfermedad y volver al trabajo.
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«Después de recuperarme, todavía quiero volver a la primera línea», le dijo al Southern Metropolis Daily, un periódico chino. «La epidemia sigue propagándose y no quiero ser un desertor».
Los informes de la supuesta muerte del doctor Li desencadenaron una efusión de mensajes a través de internet en china, donde lo tildaban como un héroe que se enfrentó a funcionarios que intentaban hacer frente a una amenaza médica que llegó a engullir a Wuhan.
Luego que el hospital aclaró que el doctor Li todavía estaba vivo la gente comenzó a publicar comentarios de apoyo. El médico tiene un hijo y su esposa está embarazada.
Algunos de los informes donde daban por muerto a Li Wenliang han sido eliminados.
Con información del New York Times
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