San Cristóbal.- Aunque las largas colas por combustible nunca desaparecen en el estado Táchira, durante los últimos tres días han empeorado en la ciudad de San Cristóbal, al parecer porque no está llegando suficiente hidrocarburo a las estaciones de servicio.
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Las colas que ya eran kilométricas, superando las 20 cuadras, han empeorado durante los últimos días, tanto así que el ciudadano no puede identificar en donde se puede unir a la fila de cada estación de servicio, además de que colapsan el tráfico en las zonas residenciales y comerciales de la entidad.
Los constantes apagones también han empeorado la situación, ya que pocos puntos de venta de gasolina tienen planta eléctrica, y los que no tienen deben pasar cinco o seis horas sin despachar, además de que los cortes eléctricos pueden ser dos o tres en el día.
“16 horas en cola y no eché”
Luis García salió a las 2:00 de la madrugada del miércoles para intentar abastecer su tanque de gasolina, pues es el día que le corresponde por número de placa. Tiene casi 70 años de edad, pero todos sus hijos trabajan y es el único vehículo operativo que hay en la casa para resolver cualquier necesidad.
Se metió a la fila de una estación de servicio ubicada en la zona industrial de la capital tachirense, con la promesa de que llegaría la gandola. Esperó hasta las 6 de la tarde y no consiguió abastecer, agotado y con hambre, decidió regresar a su casa, de nada le servía continuar en cola pues al día siguiente le correspondía a otros números de placa.
“Pasé por cuatro bombas más y no había gasolina, es que no está llegando la gasolina y uno lo que hace es perder el tiempo. Estoy pensando para meterme otra vez el sábado que es cuando me vuelve a tocar por placa”, dijo.
Maserla Ramírez estaba en cola este jueves. Su hijo se quedó toda la noche buscando quedar entre los primeros, pero les faltaban unas 15 cuadras para abastecer y no les aseguraban que lograran hacerlo.
“Ni siquiera nos marcaron para no verse obligados. Mi hijo hizo la cola y se fue a trabajar. Yo le traje el desayuno y un bolso con ropa para que se bañara y cambiara en su trabajo. Esto es mucho sacrificio, nadie puede vivir tranquilo así”, expresó.
Orlando Méndez tiene dos semanas sin abastecer combustible. Le preguntó a los funcionarios militares que custodian en una estación de servicio en Barrio Obrero si llegaba gasolina en las próximas horas, para saber si valía la pena hacer cola, pero no le dieron garantía.”Hace dos semanas me operaron de la vesícula, pero el carro está sin gasolina, mi hija lo que hace es comprar cuando puede, pero 30 mil pesos la pimpina es demasiado, quiero hacer la cola para ayudarla pero pareciera misión imposible”, indicó.
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